Como la eyección de masa coronal (CME) se desplegó visualmente como unas alas extendidas, ganándose el apodo de “Ala de Pájaro”.
Los astrónomos lograron confirmar, por primera vez, este fenómeno presente en un disco de escombros que orbita una estrella a 155 años luz de distancia.
Lo que parecía una simple curiosidad terminó revelando un sofisticado mecanismo del cuerpo humano.
A pesar del impacto científico, los resultados no representan una solución viable para la producción comercial de oro. La cantidad obtenida en cada evento es ínfima: apenas 29 billonésimas de gramo.