Año tras año, Luruaco reafirma su lugar en el mapa gastronómico de Colombia con un festival que ha conquistado paladares desde hace décadas. La arepa de huevo, con su sencilla, pero exquisita combinación de maíz y huevo, se convierte en el símbolo de un municipio que vive orgulloso de su herencia.
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Desde este sábado, abrieron sus puertas al mundo para compartir su más preciado tesoro culinario. La edición 35 del evento llegó con grandes expectativas y muchos comensales por satisfacer.
Y es que una arepa de huevo es el deleite de muchos en un desayuno, aunque para degustarla no hay hora ni día específico.
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Luruaco, cuna de esta delicia, recibe a cientos de visitantes que llegan atraídos por el aroma y la promesa de un bocado lleno de tradición y sabor.
Para Alfonso Muriel, este evento es una parada obligatoria en su calendario que le ha brindado sorpresas cada año.
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'Siempre vengo desde Barranquilla. Primero voy a Pital de Megua y llegó hasta acá porque siempre me sorprendo con sus innovaciones'.
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Creatividad sin límites
Este año, los visitantes podrán disfrutar de una amplia variedad de arepas de huevo, incluyendo innovaciones, que van desde las tradicionales arepas con carne, hasta las más novedosa como las de tiburón, pato ahumado, lengua guisada, mondongo y ceviche, cuyo precio oscila entre los $3.000 a $5.000.
La innovación es una de las razones que mantiene regresando a Muriel. Este año, lo que más le sorprendió fue una versión particular de la arepa de huevo con mondongo.
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'Me sorprendí agradablemente con la innovación de la arepa de huevo con mondongo, increíble, muy deliciosa. La recomiendo a todos. Yo me guío por las matronas porque tienen una gran experiencia'.
La creadora de esta versión es María Roa, quien participa en el festival desde 1987.
'El mondongo se coge, se ablanda bien bacanito, después lo pone uno como a sofreír y lo prepara, y queda bien elegante'.
El amor es el mejor secreto
Son 70 mujeres las portadoras de esta tradición gastronómica entre matronas y hacedoras que constituyen desde el 2009 la fundación ASOPRAL (Asociación de Productoras de Arepa con Huevo de Luruaco) quienes son las encargadas de elaborar gran parte de la producción y comercialización de este producto.
Una de ellas es Sofía Morales, quien con más de 16 años en el evento revela que además del amor, uno de los grandes secretos de este producto es el maíz.
'La autenticidad es el maíz, el amor. Prima ante todo el amor. Es maíz filado, se cocina, se lava, se muele y está precioso. Esto no es promasa, esto es maíz'.
Esta técnica ancestral, transmitida de generación en generación, es esencial para lograr la textura y el sabor característicos de las arepas de Luruaco.
'Se fríe primero, se infla y luego se rellena. No hacer una arepa por hacerla. Hay que ponerle pasión, amor a las cosas que usted hace. Y esto es lo que hace que sean auténticas'.
