En el crisol espiritual de la Semana Santa, los fieles del mundo entero han seguido con devoción los pasos de Jesús, desde su entrada triunfal en Jerusalén hasta su crucifixión y resurrección. Este periodo litúrgico, cargado de significado para los creyentes cristianos, no solo conmemora los eventos fundamentales de la fe, sino que también invita a la reflexión y al renacimiento espiritual.
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Por ello en el final de estos días de recogimiento el mensaje del papa Francisco giró en torno a la paz y al fin de las guerras, en un llamamiento por la unidad de los pueblos, pues en un tiempo marcado por desafíos y crisis globales la voz de la Iglesia resuena con especial fuerza, ofreciendo consuelo, orientación y esperanza a quienes enfrentan adversidades y tribulaciones.
De igual forma, en la ciudad de Barranquilla la Arquidiócesis tuvo la tradicional misa en la Parroquia Nuestra Señora de la Caridad del Cobre con un mensaje también ligado al amor y a seguir haciendo el bien.
El mensaje del Papa
Después de no haber estado presente en el Viacrucis del Viernes Santo, el papa Francisco presidió la misa del Domingo de Resurrección en la plaza de San Pedro ante más de 30 mil personas y luego desde el balcón de la logia central de la basílica de San Pedro dio la tradicional bendición urbi et orbi, en la que hizo un llamamiento a la paz y al fin de las guerras.
'No permitamos que los vientos de la guerra soplen cada vez más fuertes sobre Europa y sobre el Mediterráneo', dijo al evocar los conflictos en Ucrania y en Gaza.
'La guerra es siempre un absurdo y una derrota. No permitamos que los vientos de la guerra soplen cada vez más fuertes sobre Europa y sobre el Mediterráneo. Que no se ceda a la lógica de las armas y del rearme', alertó el santo padre.
Y agregó, 'la paz no se construye nunca con las armas, sino tendiendo la mano y abriendo el corazón'.
Además, recordó a 'las víctimas de tantos conflictos que están en curso en el mundo, comenzando por los de Israel y Palestina, y en Ucrania', y pidió que 'Cristo resucitado abra un camino de paz para las martirizadas poblaciones de esas regiones'.
El papa instó entonces a 'respetar los principios del derecho internacional'. Adicionalmente, entre sus ruegos pidió 'un intercambio general de todos los prisioneros entre Rusia y Ucrania. ¡Todos por todos!'.
Y pidió que en Haití 'cese cuanto antes la violencia que lacera y ensangrienta y pueda progresar en el camino de la democracia y la fraternidad' y que 'conforte a los Rohinyá, afligidos por una grave crisis humanitaria, y abra el camino de la reconciliación en Myanmar.
El papa no olvidó en su mensaje a los migrantes y aquellos que pasan problemas económicos para que encuentren esperanza y solidaridad, y a los niños que 'carecen de cuidados esenciales o son víctimas de abusos y violencia'.
El mensaje de la Arquidiócesis
Los feligreses en Barranquilla también vivieron el cierre de la Semana Santa con distintos eventos, principalmente con la misa del Domingo de Resurrección en la Parroquia Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, presidida por el párroco Jorge Castro Ahumada.
Allí hizo un llamado a anunciar 'que Jesús resucitó y ser fieles testigos de su evangelio' porque ese 'es el compromiso de todo bautizado'.
Además, el sacerdote reflexionó acerca de que todo lo hecho en Semana Santa debe ser trasladado durante todo el año y no se quede únicamente en estos días.
'De nada nos sirve consagrarnos durante cuarenta días, si en los demás no lo haremos. Esto es para que el Cristo resucitado viva en nuestros corazones porque ha vencido el pecado.
Debemos identificar qué cosas, situaciones y personas en nuestra vida son piedra de tropiezo para no seguir a Jesús, pero quiero que tengan presente que solo el señor puede quitar esas piedras de tropiezo que no nos permiten seguir su camino'.





















