El compromiso con la excelencia y el orgullo de representar a la tierra que la vio crecer motivan a la barranquillera Liz Dany Campo a seguir desafiando los mayores retos de su carrera artística. Esta bailarina y coreógrafa sigue moviéndose al compás de las caderas de Shakira.
Su nombre resulta familiar. Cuatro años atrás, el Super Bowl 2020 fue el recinto ideal para que también le demostrara al mundo cómo se baila en Barranquilla. Su nombre empezó a sonar en diarios y emisoras. Y es que fue la encargada de enseñarle a Shakira los secretos del ritmo afrocaribeño de la champeta.
Al ritmo de la canción Icha o El Sebastián, interpretada por Syran Mbenza con Diblo y Lokassa Ya Mbongo, Liz Dany, a sus 18 años en aquel entonces, se embarcó en la desafiante tarea de preparar a la cantautora para dominar el particular estilo de este baile.
Hoy, a sus 22 años, ha elevado aún más su reputación al llevar a Shakira a nuevos horizontes musicales. La bailarina barranquillera compartió su experiencia al enseñarle a la reina del pop latino los intrincados pasos de la música regional mexicana.
Y es que fue Liz Dany quien le impartió a Shakira los pasos que recrea en el videoclip de Entre paréntesis, junto a Grupo Frontera, reciente canción de su álbum Las mujeres ya no lloran.
Desde su primera colaboración en el Super Bowl 2020, donde dejaron al mundo maravillado con su energía y talento, la relación entre ambas ha permanecido firme, fortalecida por una constante comunicación y admiración mutua.
'No hemos perdido la comunicación desde el Super Bowl. En esta oportunidad el equipo de Shakira y ella necesitaban una ayuda para su video musical y ahí estuve presente. Me convertí en la coreógrafa y productora creativa del video musical de Entre Paréntesis'.
Conexión barranquillera
La magia de la creatividad encuentra su hogar en Barranquilla. La unión de talentos de estas dos curramberas causa una explosión de sabor que dio como resultado el cautivador baile mexicano.
Para la talentosa bailarina, la inspiración no es algo que busque desesperadamente, sino un aspecto que fluye naturalmente, especialmente cuando se trata de crear coreografías para su compatriota Shakira.
'Ella es barranquillera, yo soy barranquillera, no tengo que inventar más nada, a mí me fluyen muchísimas cosas, mi inspiración principalmente es como brindarme al tema que yo tengo que coreografiar. El sabor barranquillero conecta mi baile con Shakira'.
En esta ocasión, la musa de la coreógrafa fue una cumbia mexicana, un género con el que se instruyó y estudió profundamente antes de sumergirse en el proceso creativo. Confiada en su propia habilidad y en la confianza que Shakira depositaba en ella, la coreógrafa se entregó por completo a su trabajo, sabiendo que lo que ofrecía era exactamente lo que la estrella estaba buscando.
'Ella confiaba plenamente en el trabajo que yo le iba a mostrar y fue así. Esta canción es un poco más sentimental y eso quería mostrar también por medio del baile'.
Su bailarina local favorita
Detrás de cada gran producción, se esconde un mundo de anécdotas y momentos memorables. Para Liz, el reciente video musical fue el escenario de risas y desafíos mientras trabajaban juntas para perfeccionar cada detalle de la coreografía.
Una de las anécdotas más divertidas ocurrió durante los ensayos, cuando Shakira, desesperada por ver los movimientos de Liz Dany, le pedía constantemente que se colocara delante de ella para repasar la coreografía. Sin embargo, ambas compartían la misma estatura, lo que dificultaba que Shakira la viera entre la luz y el público.
'Eso fue bastante chistoso porque su equipo de trabajo tratándome de ubicar para que ella también me pudiera ver. Además, ella es bastante perfeccionista y repetíamos una y otra vez hasta que quedara perfecto'.
Después de finalizar la labor conjunta, Shakira no dudó en expresar su aprecio hacia Liz, reconociéndola como su ' bailarina barranquillera favorita' y agradeciéndole por su dedicación y talento. Para Liz, escuchar esas palabras de la boca de una de las figuras más influyentes de la música latina fue un momento de asombro y gratitud que nunca olvidará.
'Que ella me dijera esas palabras fue mucho para mí porque todo lo hago con amor y eso fue lo que le brindé a ella, entonces fue conmovedor'.
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