Hoy es domingo 24 de diciembre, una fecha esplendorosa que cualquiera resalta en el calendario para disfrutarla al máximo.
Leer más: El continente americano se queda sin su ‘Macho’: murió Lisandro Meza
Precisamente así tituló el juglar sabanero Lisandro Meza Márquez su más grande éxito navideño: Domingo 24, el cual con el pasar de los años terminó convertido en uno de los villancicos criollos más sonados para esta temporada.
'Navidad, Navidad, Navidad/ Si yo lloro, déjenme llorar', se escucha en el coro de la canción que en 2 minutos y 36 segundos recopila una mezcla de sentimientos, que se evidencia desde la primera estrofa en la que se le escucha al denominado ‘Macho de América’ gritar a los cuatro vientos: 'Ya llegó diciembre, la fiesta del mundo/ A unos da alegría, a otros llanto sin cesar'.
Este estribillo de inmediato logra conectar a los amantes de la música folclórica costeña con el sentimiento más puro que se experimenta en este día de júbilo en el que ha nacido el hijo de Dios.
En 1957, fue estrenado el tema a manera de sencillo, en formato de 45 RPM, cuando Lisandro apenas cumplía la mayoría de edad. La base melódica está basada en los villancicos y fue grabada en vísperas de esta fecha tan significativa en los estudios de Discos Fuentes en Cartagena.
Le puede interesar: Personalidades lamentan la muerte de Lisandro Meza
La mezcla de abrazos, sonrisas, tristezas y lágrimas fue la gran inspiración que encontró el maestro para crear este éxito que durante 66 años no ha parado de sonar durante la celebración navideña.
Francisco Javier Cano, conocido como El Topo, quien fue promotor de esta insignia de la música costeña, se refirió al origen de la letra, destacando que refleja el fenómeno migratorio que se vivió en la década del 60 y que perduró hasta el 90, cuando las familias costeñas anhelaban irse a Venezuela en búsqueda de un mejor futuro.
'Muchos apenas cumplían la mayoría de edad se marchaban para el vecino país, el fenómeno era inverso a lo que vemos ahora que de allá muchos han venido a Colombia en búsqueda de nuevas oportunidades. La diferencia entre el Bolívar y nuestra moneda era de 24 pesos, y por eso cuando regresaban para la temporada decembrina se desataban verdaderas fiestas', comenzó explicando Cano.
Agregó que en medio de la melodía es presentada la historia de una mujer que es llevada por su familia hacia Venezuela y es alejada de un buen hombre.
'Pero yo tan triste que no tengo a nadie / Solamente a ella pero no se encuentra aquí / La tienen sus padres allá en la frontera / Sabrá mi Dios si se acordará de mí'.
Lea además: Lisandro Meza fue el ‘rey sin corona’
En voz de su autor
En entrevista que concedió a EL HERALDO hace un tiempo el propio autor sostuvo que es una de las primeras canciones que hizo inspirado en la temporada navideña.
'No se la compuse a una novia en particular, por ese tiempo ya yo estaba comprometido y como apenas iniciaba mi carrera me dediqué de lleno a sacarla adelante, llevaba tres años tocando y lo único que me interesaba era consolidarme', contó el intérprete nacido en Los Palmitos, Sucre, que inició su carrera como guacharaquero de Alejandro Durán, de quien aprendió muchos trucos musicales.
‘El Sabanero Mayor’ que también creó temas como: Bendito diciembre, Llegó Navidad o Campanas de Navidad, sostuvo que todos los sentimientos que observaba brotar de sus paisanos al tener a sus familiares muy lejos, lo motivaron a escribir cada estrofa: 'Escuchaba a muchos novios hablar por teléfono con su amada diciendo que pronto se veían. Así que tomé esas palabras que se convirtieron repetitivas cada vez que charlaba con mis amigos y decidí plasmarlas en esta canción que pegó desde que salió y sigue siendo de las que más suenan durante el Fin de Año. Eso me alegra, que la gente se identifique con el mensaje'.
El coro es el punto sublime de este tema, quien lo escucha termina de recordar por completo a ese ser querido y puede llegar a llorarlo. 'Lo hice imaginando a alguien al lado del árbol de Navidad viendo las lucecitas y añorando tener su mejor compañía para abrir los regalos'.
Muy recursivos
Lisandro ‘Chane’ Meza, uno de los hijos del maestro, quien integró su grupo, contó a esta casa editorial que su padre quería incluir el sonido de las campanas navideñas al inicio de la canción, pero en esa época no existían las herramientas tecnológicas ni módulos de sonidos para lograrlo, es por ello que hizo gala de su ingenio y el de sus músicos para lograrlo.
'El bajista de la agrupación, Hernando Barrios, tomó un vaso de cristal, y con el fondo de este, pisó las cuerdas 3 y 1 grado, subiendo así la tonalidad 2 octavas y hace las campanas con el bajo'.
Sobre la celebración de la Navidad, Chane comentó que le ha tocado vivirla en medio de varias giras. 'La hemos pasado cinco veces en Estados Unidos, cinco veces en Londres, cinco veces en Suiza y las demás en Cali. Últimamente, si las pasamos en el pueblo. Este año estamos unidos en oración por su salud, confiamos en que mejore'.
También recordó una anécdota que resultó desagradable para todos. 'Un 24 de diciembre, mi padre sufrió un grave accidente llegando a Los Palmitos con sus amigos más apreciados. Luego tuvo seis accidentes más y Dios, lo ha mantenido con vida porque es un hombre de buen corazón y creyente'.





















