La Organización Mundial de la Salud, OMS, define el autocuidado como la capacidad de las personas, las familias y las comunidades para promover y mantener la salud, así como, para prevenir enfermedades.
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Resulta fundamental establecer medidas de autocuidado, que incluyan prácticas, hábitos y elecciones en relación con el estilo de vida, pues, esto influye en la salud en general y brinda múltiples beneficios para mejorar la calidad de vida.
De acuerdo con el Ministerio de Salud y Protección Social, Colombia y toda América Latina enfrentan enormes desafíos en los sistemas de salud, en materia de recursos para atender y cubrir las necesidades de la población. De ahí la necesidad de poner en práctica intervenciones de autocuidado en todos los países para lograr la cobertura sanitaria universal, promover la salud, preservar la seguridad mundial y servir a las poblaciones vulnerables.
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María Fernanda Velasco, directora médica de Pfizer Colombia, señala la importancia del autocuidado como parte integral de la atención médica. No cabe duda de que, en la actualidad, muchas personas aceptan una mayor responsabilidad personal por su estado de salud, no obstante, es necesario establecer hábitos diarios de autocuidado, a fin de aplicar los cambios necesarios que favorezcan la salud y el bienestar de todas las personas.
“En la actualidad, el número de personas que necesitan asistencia humanitaria asciende a una cifra récord de 130 millones y, además, las pandemias, tal como la de COVID-19, representan una amenaza mundial. Al menos unos 400 millones de personas en todo el mundo carecen de acceso a los servicios de salud más esenciales y, cada año, unos 100 millones de personas se ven sumidos en la pobreza por los gastos que implica costearse la atención de salud”, según la OMS.
24/7: una fecha para fomentar estilos de vida saludables hoy y todos los días
Cada 24 de julio se celebra el Día Internacional del Autocuidado, promovido por la Federación Global de Autocuidado, con el objetivo de promover hábitos de vida saludables, así como, de implementar cambios necesarios, hoy y todos los días, que impacten de manera favorable en el bienestar de las personas.
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La promoción del autocuidado no sólo es una forma de empoderar a las personas, las familias y las comunidades para la toma de decisiones informadas sobre la salud, sino que tiene el potencial de mejorar la eficiencia de los sistemas de salud y de contribuir a la equidad sanitaria.
¿Qué aspectos abarca el autocuidado?
Cada persona es responsable de llevar a cabo acciones individuales y colectivas que puedan fortalecer o reestablecer el estado de bienestar integral, ya sea con fines protectores o preventivos. De este modo, vale la pena, considerar también, a la vacunación como una de las medidas de cuidado preventivo más convenientes y seguras disponibles.
Así como, el uso adecuado de antibióticos y el lavado de manos como una práctica cotidiana para prevenir infecciones; estas medidas de autocuidado son claves para detener una amenaza sanitaria mundial, destaca Velasco.
Tenga en cuenta que, la inmunización es un logro ejemplar de la salud y el desarrollo a escala mundial que salva millones de vidas cada año, y es un componente esencial de la atención primaria de salud, un derecho humano incuestionable y una de las mejores inversiones económicas en salud.
Las vacunas son esenciales para prevenir y controlar los brotes de enfermedades infecciosas, refuerzan la seguridad sanitaria mundial y son un instrumento vital en la lucha contra la resistencia a los antimicrobianos.
Esta última considerada como una de las 10 principales amenazas de salud pública a las que se enfrenta la humanidad. Cabe desatacar que, el costo de la resistencia a los antimicrobianos para la economía es considerable, pues, además de muerte y discapacidad, la prolongación de las enfermedades se traduce en estancias hospitalarias más largas, la necesidad de medicamentos más caros y dificultades financieras para las personas afectadas.
Aprender a cuidarse es una forma de mejorar la relación con uno mismo, implica conocerse mejor, entender las necesidades físicas, sociales, cognitivas y emocionales, y saber qué prácticas favorecen una buena salud.
