El presidente del Senado, Lidio García Turbay, dio un sentido discurso durante el homenaje que el Congreso de la República le rindió al asesinado senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay en el Salón Elíptico, donde su cuerpo estuvo desde el lunes hasta este miércoles en cámara ardiente.
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“Asistimos hoy, con el corazón desgarrado, a un acto que nos hiere en lo más hondo. Nos encontramos en este recinto de las ideas, unidos por el dolor, para despedir a un amigo entrañable, a un luchador incansable: Miguel Uribe Turbay, cuya vida fue arrebatada precisamente por defender los ideales que nos convocan”, dijo.
Lidio García destacó el trabajo del equipo médico que atendió a Miguel Uribe Turbay durante poco más de dos meses en la Fundación Santa Fe de Bogotá tras el atentado del que fue víctima el 7 de junio en medio de un acto político en el parque El Golfito del barrio Modelia, en el occidente de la capital.
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“Médicos que con ciencia y entrega hicieron todo lo posible por devolverle la vida. Su recuperación fue un clamor colectivo, una súplica de esperanza”, expresó el presidente de la cámara alta del Congreso.
Confesó que además del profundo dolor que lo embarga por el magnicidio del senador del Centro Democrático, siente rabia.
“Nadie quería imaginar este día, y, sin embargo, aquí estamos pronunciando las palabras que jamás pensamos decir. Hoy lo lloramos con una tristeza que nos quiebra, y una rabia que nos incendia”, sostuvo García.
Agregó que siente tristeza “por su esposa, por sus hijos, por su padre, por su hermana, por sus amigos, que hoy enfrentan un vacío irreparable”.
Y rabia “por una nación que, una vez más, ve apagarse una de sus luces más luminosas. Porque, como nos recuerda la historia, un líder verdadero —un faro que guía en la oscuridad— nace quizás cada medio siglo. Y duele, duele en el alma, que en Colombia esas luces se apaguen en plena primavera".
“Pero hoy lo despedimos en medio de una sociedad herida y desconfiada, envuelta en preguntas urgentes. Las balas que le arrebataron la vida no solo rompieron el corazón de su familia; volvieron a abrir las fracturas de un país que no logra encontrar la paz. Y entonces, nos preguntamos: ¿Quién viene ahora? ¿Qué viene ahora? Las respuestas no pueden esperar", sostuvo.
Para Lidio García Turbay, no basta con exigir justicia, sino que hay que actuar.
“Tenemos que actuar. Tenemos que bajar el tono de las palabras incendiarias, desterrar la agresión del debate, cerrar las grietas que nos dividen. Porque si no aprendemos a vivir en paz, a respetar al otro, a celebrar la diferencia como riqueza, ¿qué país dejaremos a nuestros hijos?“, expuso.