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A juzgar por la reacción de gremios médicos, expertos consultores y empresarios, la aprobación de la reforma de la salud, que se dio el miércoles en el Senado, no termina de mostrar sus bondades.

Por el contrario. La decisión tomada por un cuórum mínimo de 52 de 102 senadores, sobre la mayor parte del articulado, abrió serias inquietudes. Analistas y gremios consultados por EL HERALDO consideran que la crisis de este sensible sector social 'no será resuelta' y millones de colombianos 'seguirán con los padecimiento diarios' de un servicio ineficiente en calidad y oportunidad.

Es tan incierto lo que puede salir del Congreso que el propio ministro de Salud, Alejandro Gaviria, aceptó, en declaraciones a medios nacionales, que 'la reforma no es perfecta, pero es buena' y aunque el trámite de la aprobación no ha terminado, pues ahora debe pasar a la Cámara de Representantes, augura que 'en 3 o 4 años se necesitará otra'.

Ulay Beltrán, experto consultor nacional e internacional en temas de salud y asesor de la Contraloría General, sostiene que el trámite de la reforma deja ver que 'o hay un cuestionado liderazgo del Gobierno o la mayoría de los senadores que se ausentaron no creyeron o no creen en lo que se está haciendo'.

Aunque acepta que hubo cuestionados manejos y actuaciones de EPS del régimen contributivo y que otras del régimen subsidiado fueron, en algún momento, tomadas –incluyendo IPS– por la parapolítica, Jaime Arias, presidente de la Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral, Acemi, y exministro de Salud, considera que esta reforma, en primer lugar, 'no era necesaria' y, en segundo, 'no resuelve los problemas grandes del sistema'.

'Se va a necesitar otra en dos años, cuando se den cuenta de que todo esta peor', asegura.

Carlos Fernández, presidente de la Asociación Colombiana de Sociedades Científicas, que agrupa a 63 entidades, lamenta que los debates del Senado se hayan concentrado, como lo había anticipado su gremio, 'en una discusión eminentemente económica'.

En su análisis, Fernández dijo en que todo ha girado en 'cuáles son las utilidades y quiénes se reparten las ganancias', pero la gente del común 'siguen sin entender' cómo se beneficia de una reforma que no resuelve problemas como la oportunidad, la mala atención, la calidad y la suficiencia del servicio.

De lo aprobado se cuestiona que se siga permitiendo por 3 años más que las EPS –en el llamado nivel básico de atención y en las consultas externas– continúen contratando, en lo que se conoce como integración vertical, con clínicas propias cuando este sistema ha sido usado para negarles servicios a los pacientes a fin de obtener mayores ganancias.

'Esta práctica ha resultado nefasta para el sistema de salud', asegura Beltrán al cuestionar a las EPS y sostiene que 'ha sido uno de las maneras utilizadas para desviar multimillonarios recursos públicos de la salud'.

Su advertencia va más allá. Dice que mantener la integración vertical pueden significar 'la aparición de hechos de corrupción' como los que se registran actualmente, dado que algunas EPS utilizan esta práctica para 'cobrar tarifas elevadas no reguladas por el Gobierno'.

La Asociación Colombiana de Empresas Sociales del Estado y Hospitales Público, Acesi, advierte que Gobierno y Senado lo que hicieron fue 'eliminar la contratación mínima con la red pública hospitalaria'.

Otro cuestionamiento tiene que ver con la creación de Salud Mía, que reemplaza al Fosyga. Arias dice que la nueva entidad será un 'mamut burocrático' que centralizará todo el manejo financiero del sector salud nacional, tendrá que atender a 15 mil prestadores de salud, revisar una parte –porque no podrá hacerlo todo y ahí surge un factor de riesgo en el control de los pagos– de las 450 millones de facturas que se mueven en este sistema y será la afiliadora de los 44 millones de colombianos.

'Ojalá haga bien esa tarea, pero lo más probable es que eso se desboque. Y mucho cuidado con los $30 billones que comenzará a manejar el año entrante', alerta Arias.

Sobre el Fondo de Garantías que se crea para atender las billonarias deudas con hospitales y clínicas, Beltrán muestra su preocupación porque 'se incurriría en un doble pago' ya que las EPS 'recibieron los recursos pero no los pagaron', lo que sería un grave detrimento para los colombianos, puntualiza.

Alertan por politiquería y corrupción

En la aprobación de la reforma de la salud el Senado enterró la meritocracia. El parlamentario liberal Guillermo Santos, uno de los coordinadores de ponentes, lo justificó señalando que era un mecanismo de 'concursos amañados y corruptos'. En reemplazo se revivió que los nombramientos de los directores de hospitales los hagan los alcaldes o la Nación. A juicio de gremios hospitalarios como Acesi y Acemi, esto servirá para que 'la politiquería vuelva a tomarse esos cargos'. Recordaron que así se favorecieron, en el pasado, apetitos burocráticos que desencadenaron en graves actos de corrupción hospitalaria.