Cuando no es por los baches, es por los turupes: las obras viales (muchas de ellas nuevas) se arruinan (a veces en un solo día) por malas prácticas de las empresas privadas o del sector público, y también de los particulares.







Cuando no es por los baches, es por los turupes: las obras viales (muchas de ellas nuevas) se arruinan (a veces en un solo día) por malas prácticas de las empresas privadas o del sector público, y también de los particulares.

Cuando no es por los baches, es por los turupes: las obras viales (muchas de ellas nuevas) se arruinan (a veces en un solo día) por malas prácticas de las empresas privadas o del sector público, y también de los particulares.






