Compartir:

Con un proyecto acuícola, novedoso y sostenible, la Universidad de La Sabana en alianza con el Sena y con recursos del Sistema General de Regalías (SGR) busca mitigar los altos índices de mortalidad por desnutrición en las comunidades vulnerables de La Guajira y al mismo tiempo revolucionar el sistema de producción de alimentación en una región donde el agua es escasa.

Lea: Lo asesinaron con arma de fuego dentro de una discoteca en Riohacha

Se trata de un proyecto de cultivo de tilapia que mejora la salud de los peces mediante probióticos y que también predice su crecimiento con modelos matemáticos.

SenaLa alimentación es base de un probiótico que mejora la salud y el crecimiento de los peces.

Los investigadores de estas entidades desarrollaron un sistema de acuicultura capaz de reutilizar más del 90 % del agua, en una región donde el agua es escasa.

La iniciativa tiene un alcance de producción de 20 toneladas de tilapia anuales entre los sistemas de Fonseca y Riohacha, donadas a comunidades vulnerables y con riesgo alimentario.

Aunque este alimento beneficia a más de 1.500 personas, el principal objetivo de estas entidades no es la donación, pues, al ser instituciones especialmente formadoras, pretenden nutrir de conocimiento a las comunidades para que sean autosuficientes e implementar esta modalidad en otras zonas del departamento.

En La Guajira, históricamente afectada por el hambre por culpa de la desidia política y sus condiciones desérticas, luchar para contribuir a la seguridad alimentaria es un desafío urgente.

Al respecto, Luisa Marcela Villamil Díaz, investigadora principal del proyecto, doctora en Ciencias Biológicas y directora del Doctorado en Biociencias, contextualiza que la acuicultura es una de las actividades económicas que tiene un potencial muy alto para el país, pues no solo viene en crecimiento con un promedio del 10 % en la última década, sino que además constituye una fuente sostenible de alimentación. “La fuente de proteína tradicional de La Guajira es el chivo, pero la tenencia de este puede demandar hasta 20 veces más agua que la del cultivo de tilapia, si esta se reutiliza, como lo proponemos en este proyecto”, explicó.

¿Cómo funciona?

En este proyecto se implementó un sistema de recirculación para acuicultura (RAS) para el cultivo de tilapia que cuenta con un proceso de filtrado del agua. Además, para favorecer el crecimiento de los peces se desarrolló a gran escala un probiótico que surgió después de varios procesos en laboratorio, que reduce enfermedades y mejora su salud. Para monitorear su evolución, se planteó un modelo matemático que predice la relación entre la calidad del agua y el desarrollo de esta especie.

SenaLa alimentación es base de un probiótico que mejora la salud y el crecimiento de los peces.

Sergio Andrés Beltrán Marín, jefe de Proyectos de Regalías, señala que “detrás del éxito del proyecto hubo una articulación efectiva entre profesores investigadores de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de La Sabana, que junto a la experiencia en gestión y ejecución de proyectos de Unisabana Hub y el conocimiento de las prioridades del territorio por parte del equipo de coinvestigadores del Sena Regional La Guajira permitió formular una propuesta rigurosa y de alto nivel que no solo respondía a las exigencias técnicas de la convocatoria, sino que reflejaba un compromiso genuino con el desarrollo regional”.

Transferencia de conocimiento

Ocho aprendices Sena vinculados al proyecto. En total se han beneficiado 28 estudiantes tanto del Sena como de la Universidad de La Sabana (4 de doctorado y uno de maestría) y 72 personas de la comunidad han participado en programas formativos.

El propósito es aprovechar el conocimiento científico para beneficiar a las comunidades que más lo necesitan, al tiempo que se forman aprendices en técnicas como la acuicultura, el procesamiento de alimentos y la nutrición.

“Esta es una tilapia que cosechamos en el Centro de Formación bajo unos cuidados y un seguimiento detallado, y la estamos entregando a la comunidad que más lo necesita. Una comunidad que no tiene forma de consumir estos pescados porque no tienen mar o río cerca”, expresó Linda Tromp Villarreal, directora del Sena Regional Guajira.

Los peces entregados fueron cultivados por aprendices en ambientes de formación bajo estrictos protocolos técnicos y de bioseguridad.

Entregas a comunidades

Como parte del mismo proyecto, se realizó la entrega de kits y degustación de productos elaborados con Senaharina, una mezcla nutricional desarrollada por el Sena Guajira a través del Centro Industrial y de Energías Alternativas. Esta fórmula, hecha con ingredientes autóctonos del territorio, busca fortalecer la alimentación infantil en comunidades indígenas y rescatar preparaciones tradicionales mediante productos como coladas y galletas, distribuidos durante la actividad.

“Estamos llevando alimentos saludables a través de unas harinas que son producto de la investigación, con elementos propios del campo y nuestras comunidades. Esta colada nutritiva, al igual que las galletas, permite que todas las mamás aprendan a preparar este producto para la nutrición de los niños y el mejoramiento de su estado de salud”, puntualizó Tromp Villarreal.

Las familias beneficiadas resaltaron el impacto positivo de la iniciativa no solo por el alimento recibido, sino también por la valoración de su cultura y prácticas culinarias. “Bueno, agradecida y que nos tengan en cuenta. Estamos contentos, la comunidad está contenta porque es un beneficio que nos ha brindado el Sena. Me parece perfecto que tengan en cuenta la comida que uno hace el wayuu. Es muy importante, porque así no se pierde nuestra cultura”, afirmó Yeimis Uriana Ipuana, habitante de la comunidad beneficiada.

Esta entrega también permitió visibilizar las necesidades estructurales de la región y, sobre todo, las oportunidades que se pueden generar desde la formación técnica. Este tipo de intervenciones demuestran cómo el Sena integra el conocimiento con la pertinencia territorial, fortaleciendo las capacidades locales y generando resultados visibles.

Algunos resultados

Se ha logrado la implementación de un sistema RAS (recirculación para acuicultura) que reutiliza más del 90 % del agua mediante filtración y recirculación, reduciendo el impacto ambiental y minimizando el margen de error ante la problemática del agua que tiene el departamento.

Así mismo ha sido posible el desarrollo a gran escala de un probiótico que mejora la salud y el crecimiento de los peces y ayuda a disminuir el uso de antibióticos. También el diseño de un modelo matemático que predice la relación entre la calidad del agua y el desarrollo de la tilapia, optimizando la producción.

Testimonios de beneficiarios del programa acuícola

Jonathan Alfredo Gámez Muñiz cuenta cómo el proyecto lo ha beneficiado. “Mi experiencia aquí en el proyecto ha sido nutritiva, me ha fortalecido el conocimiento que tengo. He visto cómo el implemento del manejo del agua ayuda a mantener los peces adecuadamente, nos permite que el funcionamiento sea exacto porque no estamos derrochando agua”.

Agrega que el agua al ser reutilizada mediante el sistema que se implementa, “permite sacar cierta cantidad de producción y eso va a beneficiar mucho a los productores, tanto como a los consumidores que van a conseguir alimentos de alta calidad en poco tiempo y poco consumo de agua”, finalizó.

Por su parte, Keila Astrid Solano Maceo, técnica en Producción Acuícola, habla sobre su experiencia adquirida en la práctica. “Me ha enseñado mucho en la parte en cómo manejar un estanque, en cómo también hacer manejo de la especie y cómo alimentarla, sus pesos, sus tallas, el proceso como tal desde que hacemos la siembra hasta que hacemos recogida”, expresó.