Hasta hace 15 años para hablar de yuca en la costa Caribe había que tener como referente a las poblaciones de Tomarrazón, Matitas, Anaime Choles y otras veredas que están en el pie de monte de la Sierra Nevada de Santa Marta y en el sur de Riohacha, La Guajira.
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Las condiciones adversas hicieron declinar a los campesinos que prefirieron meterle el azadón a los cultivos denominados de pancoger que no requieren sino entre 45 hasta 60 días y no el tubérculo con el que hay que esperar por lo menos un año para tener una buena producción.
'Después de aguantar tanto palo, por pandemia, por la sequía de hace cinco años que nos dejó hasta sin semillas, de la forma como nos tratan los intermediarios, yo creo que nos ha llegado el momento de la recuperación, la aparición de la cerveza de yuca nos muestra mejores perspectivas y no la vamos a desaprovechar', dijo Salomón Barros, presidente del gremio de labriegos donde están asociados alrededor de 50 campesinos.
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Agregó: 'He estado hablando con mis compañeros de la Asociación de Campesinos de Tomarrazón, donde hay desplazados y quebrados por los veranos todos están de acuerdo en que le metamos fuerte a la yuca, vamos a sembrar este año por lo menos 1.000 hectáreas y el año 2024 si nos va bien como esperamos, seguramente haremos el doble de tierra'.
Las ganancias estarían quedando en manos de los intermediarios quienes tienen transporte, tiempo y contactos en otras ciudades y ahora con la aparición de la cerveza de yuca —se presume— los precios se deben unifica.
'Si ellos quieren la yuca entonces tendrán que pagar igual a los que vienen de la cervecería o no hay negocio, ahí al fin hemos ganado', explicó Barros.
Los retos
Un año después de haber llegado la pandemia, sumado esto a otras condiciones adversas, la producción del tubérculo que los costeños prefieren acompañar en la mesa con suero de Córdoba, se fue a tierra. Paradójicamente, según el líder campesino, muchos lograron precios nunca vistos, pues el costal de 52 kilogramos fue vendido a $90.000, $10.0000 y hasta en $120.000, cuando los precios habituales están entre $45.000 y $80.000.
'En la actualidad en estas tierras donde no hay riego por canales y no tenemos preparación de tierras, estamos produciendo entre 5 y 6 toneladas de yuca por hectárea, pero si nos dieran maquinaria para preparar la tierra y agua aunque fuera de pozos, la producción no será inferior a 12 toneladas por hectárea y nosotros estamos haciendo dos cosechas por año', concluyó Barros.
