El Grupo de Protección Ambiental de la Policía en La Guajira desarrolló operativos de control en dos barrios de Riohacha donde lograron la recuperación de 40 aves silvestres que permanecían enjauladas.
Las actividades se llevaron a cabo mediante dos órdenes de allanamiento y registro en los barrios Tawaira y 31 de Octubre, donde fueron capturadas dos personas de 40 y 48 años, a quienes les incautaron 40 aves silvestres, entre las cuales se encuentran guacamaya, loros, sinsontes, turpiales, mochuelos, canarios, torbellinos, dominicanos, semilleros, papayeros, entre otras variedades.
Siguiendo las pistas de los traficantes
Los investigadores estuvieron durante un mes siguiendo la pista de las dos personas que fueron capturadas en el operativo para conocer la forma de operación. Los investigadores pudieron determinar que las aves, en su gran mayoría, eran solicitadas por encargos a personas de Venezuela, quienes cada vez que ingresaban al territorio nacional traían estas especies exóticas a gran costo comercial. También se aprovisionaban con aves que compraban en el Mercado Nuevo de Riohacha y luego preparaban los animales para transportarlos a los departamentos de Cesar, Magdalena y Atlántico.
Las especies fueron dejadas a disposición de la autoridad Ambiental competente, en donde ingresarán a un programa de cuarentena y rehabilitación en un hogar de paso.
Proceso duro para retornarlas a su hábitat
Después de cumplir con estos requisitos las especies son evaluadas y valoradas para ser liberadas en su hábitat natural en cumplimientos a los lineamientos y directrices del ministerio de Ambiente. En el caso de estos animales, muchos han sido domesticados de tal forma que requerirán de un largo período, quizás de años. La dificultad mayor es para loros y guacamayas que logran una domesticación más fuerte, según lo expresado por parte de los expertos de la Policía Ambiental.
Varias de estas aves, se encuentran en vía de extinción, categorizadas en estado de amenaza crítica por la cacería humana y el tráfico ilegal, disminuyendo sus poblaciones en el Departamento.
Este quizás es el operativo más agresivo que se ha dado en años en la ciudad de Riohacha para evitar la comercialización y domesticación de aves silvestres. Pese a la existencia de una marcada tendencia a mantener aves en las casas, y otros a comercializarlas, en la historia jurídica reciente de Riohacha, no se tienen informes de personas condenadas por el delito de aprovechamiento ilícito de estos recursos naturales.




















