
En tan solo 8 horas, durante el sábado pasado, fueron denunciados 16 casos de hurto de teléfonos Blackberry en la sede del Parque Didáctico, ubicado en la Murillo con carrera 36.
Este es tan solo un ejemplo puntual del panorama que se vive en gran parte de la ciudad, debido al robo de este tipo de dispositvos móviles, que son apetecidos en el mercado negro de los celulares.
El inspector de Policía No. 2, Francisco Sanabria, a cuyo cargo estuvo el turno del sábado 22 de septiembre, correspondiente al servicio ampliado de Inspecciones y Comisarías de Familia que entró en funcionamiento desde julio, reportó esta ola de hurtos que preocupa a los ciudadanos.
Para el general José Vicente Segura, comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, el primer paso para contrarrestar este delito “debe ser el compromiso de la ciudadanía de no comprar celulares robados, que son adquiridos porque son baratos”.
Anuncia que la Policía Judicial verificará qué está sucediendo con las compañías de telefonía móvil que activan estos aparatos.
“Tenemos que generar mayor confianza en ese campo, la ley nos está dando unas herramientas y vamos a fortalecer nuestro trabajo”.
El oficial señala que el robo de celulares no es fácil de controlar porque es el producto de la necesidad social, de la falta de comida y empleo. Por su parte, Guillermo Polo, alto Consejero para la Seguridad y la Convivencia del Distrito, indica que el 51% de los hurtos a personas son de celulares.