
“No robé a nadie, estaba pidiendo mi dinero”
EL HERALDO conoció la versión de la mujer trans que fue señalada de, presuntamente, haber robado a dos hombres en el barrio Universal.
Dos meses y 11 días lleva una mujer trans viviendo una pesadilla por culpa, según ella, de un malentendido que surgió a raíz de dos supuestos hurtos.
El pasado 3 de mayo, EL HERALDO publicó un artículo en el que vecinos del barrio Universal denunciaban que el miembro de la comunidad Lgbt, al parecer, había robado a dos hombres en ese sector del suroriente de Barranquilla.
Sin embargo, en diálogo con este medio, la mujer trans aseguró que una pelea que sostuvo con uno de los sujetos –y que quedó registrada en video– sucedió porque ella le había prestado “servicios sexuales” y el hombre no le pagó, por lo que negó que la discusión haya sido por un hurto.
“El 24 de abril él me llamó para contactar mis servicios. Cuadramos y entramos a un hotel en el Centro y tuvimos relaciones, pero nunca me pagó el servicio”, señaló la mujer trans, quien añadió que el hombre tomó un carro para llevarla a su casa, ubicada en el mencionado barrio.
“Cuando ya estábamos ahí, él le dice al señor del taxi que arrancara y me pretendía dejar allí sin pagarme. Entonces le dije que saliera del carro, que no se iba a ir sin pagarme. El señor del taxi nos decía que nos bajáramos. Aproveché, me di la vuelta y lo saqué del taxi”, agregó.
Apenas sucedió eso, de acuerdo con la mujer, empujó hacia una pared al hombre y le pidió el dinero que le debía.
Luego, la integrante de la comunidad Lgbt fue conducida hasta un CAI de donde salió a las cuantas horas tras, según ella, demostrarse que no estaba robando, mientras al hombre, aseveró, lo trasladaron a la Unidad de Convivencia y Justicia (UCJ).
“Yo no le robé a nadie, estaba pidiendo mi dinero”, reiteró la mujer.
Respecto a otro video en el que se le ve discutiendo con un guarda de seguridad, la afectada recalcó que también fue un malentendido, pues el hombre que aparece en la filmación le debía un supuesto dinero a ella, más no fue un presunto robo como había sido contado inicialmente.
“Lo del vigilante no tenía nada que ver, es hasta amigo mío y en ese entonces me cogió una rifa y no me quería pagar. Entonces me dio rabia y la reacción mía fue esa, pero eso no era ni robo, e incluso sucedió mucho antes de lo del muchacho ese”.
A raíz de estos dos hechos, de acuerdo con la mujer, ha sufrido constantes intimidaciones a través de las redes sociales, a tal punto que se tuvo que mudar de la ciudad.
“La discriminación fue terrible, las amenazas de muerte fueron terribles, me tocó salir corriendo de la ciudad como si fuera una delincuente y eso yo no lo soy”, dijo la mujer, quien agregó que “hasta mi familia estaba asustada y también llegaron personas a mi casa tirando cartas intimidantes”.
Este medio ofrece disculpas por las imprecisiones que hubo en la primera publicación al no contactar a la mujer para que ofreciera su versión y se abstiene de identificarla para no revictimizarla.