El Heraldo
Sus hermanos, amigos y familiares en las afueras de las instalaciones de Medicina Legal en Barranquilla. Orlando Amador
Judicial

"No robaron un celular, nos robaron los sueños", esposa de profesor asesinado

El docente Ricardo Pacheco, de 33 años, fue asesinado de un tiro por dos ladrones que le robaron un celular. El crimen se registró a las 8:30 p.m. del miércoles, en La Unión.

Sentada en el sofá de la sala de su vivienda  en el barrio La Unión, Sandra López intentaba acomodar su panza, redonda como un mundo, el mismo que desalmados delincuentes le arrebataron la noche del miércoles al padre de la pequeña criatura que habita en sus entrañas.

En el corazón de esta  viuda  habitan hoy, además del dolor y la tristeza, un fuerte sentimiento de impotencia.  Y en este momento lo único que le traería consuelo es que el homicidio no quede en la impunidad.

“No se robaron un simple celular, nos robaron los sueños y el futuro. ¿Cómo le quitan la vida a una persona que podía aportar tanto a la sociedad por un simple celular?”, se preguntó, mientras con sus manos acariciaba su barriga en crecimiento.

El docente  Ricardo Alfonso Pacheco Soto, de 33 años, tenía toda una vida y un futuro por delante. El miércoles salió de su residencia, en el mencionado barrio del suroriente, a conseguirle un Bon Yurt a la mujer con la que llevaba ya cuatro años de matrimonio y con quien esperaba asistir al sagrado milagro de la vida.

De acuerdo con la versión de testigos, familiares y conocidos, el profesor del área de humanidades del IDE Inmaculada Concepción fue interceptado a las 8:30 p.m. por dos criminales, en la calle 34 con carrera 14.

El crimen. “Él recibió una llamada de una amiga en Bogotá y contestó el teléfono, y los tipos se dieron cuenta  y se fueron detrás de él”, contó la viuda.

De acuerdo con testigos, Pacheco Soto presintió el peligro al escuchar una moto que se le acercó demasiado y su reacción aceleró su prematuro final.

“Salió corriendo y el man que venía manejando la moto le gritó al parrillero ¡Pégaselo, págaselo! Lo pasaron y le dieron el tiro en el pecho. Él trató de correr, pero cayó y uno de los delincuentes se bajó de la moto y se llevó el celular. Eso fue lo que nos contaron a nosotros”, contó su amigo de infancia, Cristóbal Mendivil.  

El profesor fue auxiliado por miembros de una iglesia cristiana que estaban en pleno culto en el momento del ataque. Lo llevaron a un centro asistencial, pero estaba muerto al arribar.

Pacheco nació el 18 de mayo de 1982 en Barranquilla. Se crió en el barrio Costa Hermosa, en el municipio de Soledad, se graduó del colegio Inem y tal como lo relataron dos de sus hermanos, con mucho esfuerzo logró convertirse en licenciado en lenguas modernas de la Universidad del Atlántico y cursaba allí una Maestría en literatura Hispanoamericana y del Caribe.

Elkin Pacheco sostuvo que su hermano, el segundo de los cuatro, era un barranquillero de corazón, hincha de Junior, mamagallista  y amiguero. “Apagaron la llama de alguien que tenía un gran futuro. Le pedimos a las autoridades que se haga justicia y encuentren a estos delincuentes”, clamó en las afueras de Medicina Legal.

Adiós al artista. Sandra lo recuerda como un lector empedernido y un escritor en ciernes que labraba la palabra creando sus propios universos plasmándolos en sus cuentos y sus poemas.

“Él era un artista, tocaba la batería y la guitarra y hacia parte del taller de escrituras creativas ‘Relata’. Hasta le habían publicado un cuento. Nos robaron los planes, el futuro y a mi hijo le quitaron la oportunidad de conocer a su padre”, mencionó.

La conmoción por la muerte del docente ayer se podía casi que palpar en el ambiente, en la institución educativa en donde llevaba cerca de una década dictando clases a jóvenes estudiantes de 6 a 11 grado de bachillerato.

Magaly Iglesias, rectora del Inmaculada Concepción, contó entre lágrimas que con la partida de Pacheco “se nos fue un líder, un consejero, un profesional extraordinario. Su muerte ha causado un gran impacto entre los estudiantes, docentes y padres de familia”.

La rectora anunció que el lunes habrá una marcha en protesta por la inseguridad y la muerte de Pacheco, a la cual se está vinculando la comunidad del barrio Santa María, los estudiantes y padres de familia.

En la memoria de alumnos.  Sofía Castro, estudiante de 10mo grado del IED, aseguró que aunque fueron pocos los meses que recibió orientación de Pacheco, en su mente están presentes cada uno de sus buenos consejos.

“Esto no lo he podido asimilar todavía. El profe me dio muchos consejos y me ayudó mucho. Era una persona muy buena, especial y servidora. Un profesor muy motivador”, señaló.

El general Gonzalo Londoño Pórtela, comandante de la Policía Metropolitana, adelantó que la investigación por este caso es realizada en conjunto entre agentes de la Sijín y el CTI.

“Vamos a tratar de establecer urgentemente responsabilidades para que estas personas respondan por lo que hicieron. Tenemos que dar respuesta a la ciudadanía por hechos como estos y estamos comprometidos para que este delito no quede en la impunidad”, indicó.

En el barrio La Unión, en la casa en donde residía la pareja, su joven esposa se vuelve a tocar su barriga y piensa en los planes que le arrebataron, en el pequeño que viene en camino y la prematura muerte de su marido. Espera no quede en la impunidad y, por último, también piensa en esos versos que su esposo dejó inéditos entre los cajones de su habitación y que ella espera que no queden como simple alimento para el olvido.

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