Cuatro grupos armados en el Caribe quieren sumarse a la paz
Un informe de Indepaz señala que Los Pachenca, Los Costeños, las AGC y Rastrojos Costeños han mostrado intención de diálogo con el gobierno de Gustavo Petro.
Al menos 20 grupos armados en el país, cuatro en el Caribe, buscan sumarse a la paz total que propone el gobierno del presidente Gustavo Petro. La información se desprende de un informe que publicó el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz).
El informe se divide en tres segmentos: los grupos disidentes, el Eln, y los llamados narcoparamilitares que surgieron tras la disolución de las Autodefensas Unidas de Colombia.
En primer lugar están las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (Clan del Golfo), cuya presencia se encuentra en toda la Costa Caribe. Emitieron un comunicado el pasado 7 de agosto en el que manifestaron un cese unilateral del fuego como expresión de buena voluntad, además de tener la intención de buscar diálogos exploratorios para superar violencias.
Por otro lado están Los Costeños, con injerencia en Atlántico, estructura que un mes después, es decir el 7 de septiembre, anunció la intención de alcanzar una “desmovilización conciliada y colectiva”
Lo expresado está ligado a buscar “diálogos y acuerdos conciliados en el proceso de acogimientos a la justicia con el delegado que se designe”.
Le siguen Los Rastrojos Costeños, que hacen influencia en el Atlántico, quienes a través de un comunicado también mostraron intención de alcanzar “un cese de hostilidades militares” en pro de una negociación con el Gobierno.
Ellos, según Indepaz, mostraron garantía de derechos mediante diálogo y disposición para la firma de la paz total.
Y por último, están Los Pachenca, que operan en Magdalena y parte de La Guajira, que por medio de un video atendieron el llamado de paz de Gustavo Petro y manifestaron “voluntad de diálogo para la paz estable y duradera, retomar y mejorar acuerdos de Santa Fe de Ralito, además de garantizar respeto y derecho a la propiedad privada, desarrollo ideológico”.
Dentro del grupo de las disidencias han manifestado intención de diálogo: el Frente 36, el Comando Coordinador de Occidente, el Bloque Magdalena Medio Frente 33, la Segunda Marquetalia que lidera ‘Iván Márquez’, mientras que el Eln y el Movimiento Revolucionario Popular han hecho lo propio.
Para Néstor Rosanía, investigador, corresponsal de conflictos y director del Centro de Estudios en Seguridad y Paz, los grupos armados que tienen la disposición de integrarse en un proceso colectivo hay que separarlos, teniendo en cuenta, por ejemplo, el estatus de beligerancia del Eln y los otros que estarían a disposición de un modelo de sometimiento.
“Esa distinción es clave, porque una cosa es lo que se haría con el Eln, que sería un proceso de paz, y con los otros sería un sometimiento a la justicia. Eso tiene unas implicaciones jurídicas, porque el Eln por esa categoría podría aspirar a lo mismo que las Farc; mientras que todos estos grupos de disidencia y de paramilitarismo simplemente lo que harían es una entrega de armas para ganar unos beneficios jurídicos en cuanto a las cuantías de las penas”, dijo Rosanía.
Diego Alejandro Restrepo, coordinador línea de Conflicto, Paz, Postconflicto y DD. HH. de la Fundación Paz y Reconciliación (Pares), aseguró que en la actualidad hay una disposición “importante” por parte del Gobierno nacional de construir la paz como una política de Estado, lo que plantea una eventual reforma de la ley orden público.
“Lo que hay es una apertura del camino para que desde la Oficina del Alto Comisionado para la Paz haya aproximaciones diversas a distintos grupos armados con distintas características, lo que indica que hay una mirada más comprensiva sobre el fenómeno que está entre lo político y lo criminal”, dijo Restrepo.
Detalló el analista que con el Eln el camino está en la negociación, pero frente al tema del acogimiento, el alto comisionado Danilo Rueda ha dicho que “hay una dimensión social de la comprensión” del fenómeno de crimen organizado, por lo que el acercamiento es “sociojurídico”, lo que se traduce al acogimiento.
El senador y exjefe negociador de paz Humberto De la Calle, dijo que alias Iván Márquez y la Segunda Marquetalia ya tuvieron su oportunidad de honrar el acuerdo de paz de La Habana y por eso ahora solo les resta someterse a la justicia.
“‘Iván Márquez’ y la llamada Segunda Marquetalia ya tuvieron su oportunidad y fallaron. Solo les queda el sometimiento”, trinó el también ex vicepresidente.
“No estoy de acuerdo en reabrir negociaciones con ‘Iván Márquez’. Ellos tuvieron su oportunidad, yo creo que el camino que les queda es el del sometimiento. Dos preguntas prácticas: ¿qué es lo que se puede negociar con el señor Márquez y la Segunda Marquetalia que no haya sido negociado en La Habana, ¿quién nos garantiza que esta vez no vuelva a incumplir”, advirtió.
