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Tan solo unas horas antes de su captura, ‘La Familia’ santera había realizado una fiesta, a modo de ritual, en el patio de su casa en el barrio Rebolo. El ambiente, al arribo de las autoridades, todavía estaba impregnado del olor que expide el tabaco cuando es encendido y se entremezclaba con el aroma del licor y el de un compendio de hierbas.

Los uniformados llevaron a cabo el operativo contra la organización criminal, considerada una de las principales expendedoras de drogas en ese sector del suroriente de Barranquilla, la madrugada del pasado martes. Arribaron a una estrecha calle de arena, terminada en un 'bolsillo' dónde quedan las tres casas señaladas de ser los principales centros de acopio y distribución de los alucinógenos como marihuana y cocaína.

Al entrar a uno de los inmuebles, el personal de la Policía detalló que en cada cuarto se encontraban durmiendo de dos a tres personas. Cuando se dirigieron al patio se percataron de una escena que pocas veces observan en sus habituales procedimientos: 'había altares con una biblia abierta, velas, la figura de La India Tibisay y la del médico José Gregorio Hernández, entre otros elementos', dijo a EL HERALDO uno de los oficiales que participó en el procedimiento.

Marcaban la droga

Pero lo que evidenciaron los uniformados no los hizo desviarse de su objetivo, ellos iban a propinar un golpe al microtráfico. Fue entonces cuando detectaron que ‘La Familia’ marcaba sus cargamentos de droga con el escudo del Junior para diferenciarlos de la ‘mercancía’ de otras organizaciones delictivas dedicadas a la distribución de estupefacientes.

Al momento de la captura algunos pusieron resistencia, pero al verse acorralados por las autoridades no tuvieron más opción que seguir las indicaciones.

Entre los capturados se encuentra Wilber Antonio Pérez Acosta, quien según la investigación, al parecer, direccionaba y ordenaba la venta de droga; Carmen Maxcinta Amaya Acosta, Rosalba María Acosta de Meléndez y Carmen María Acosta Conrado, quienes serían las encargadas de la comercialización de los narcóticos; y Estanislao Acosta Conrado, alias El Manco, a quien la Policía señaló de ser el presunto ‘campanero’.

De igual manera, los investigadores detallaron que las personas se turnaban el lugar de la venta del estupefaciente, un día vendían en una vivienda y al día siguiente en otra.

'Se cambiaban de inmuebles, manteniéndose de aquí para allá y encima hacían la santería creyendo que seríamos despistados', aseveró el informante.

Los delincuentes ingeniaban tanto la distribución del alucinógeno que para no dejarse capturar de los policías, en ocasiones, según la fuente judicial, instrumentalizaban menores de edad para vender la droga. Las investigaciones para capturar a los supuestos integrantes de la banda delincuencial comenzaron desde el año 2018.

Este medio conoció que a los detenidos se les realizaron las audiencias preliminares y se les dictó la medida de aseguramiento preventivo en centros penitenciarios.