Crece el temor entre los habitantes de la ciudad de Barranquilla y el departamento del Atlántico ante la posible carta abierta de un nuevo capítulo de sangre que se podría ejecutar en esta región del Caribe.
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Producto de esta posible escalada de violencia estaría ligado al reciente ataque armado que se perpetró en horas de la mañana de este jueves 3 de julio en el barrio La Fe, municipio de Soledad, que dejó como saldo dos personas muertas, entre esas una adulta mayor y su hijo gravemente herido.
Las víctimas fatales de este hecho de sangre fueron identificadas como Esperanza Estupiñán de Peralta, de 69 años, y la otra persona respondía al nombre de Wilderson Enrique Hernández Ucrós, de 51 años de edad.

Por su parte, el lesionado fue identificado como como Juan Carlos Peralta Estupiñán, de 50 años de edad e hijo de la adulta mayor.
A los pocos minutos de haberse perpetrado el ataque armado, se conoció que Esperanza Estupiñán era la madre de Otón Alfredo Peralta Estupiñán, alias Otón, temido cabecilla de la estructura criminal ‘Los Costeños’, la otra persona muerta su cuñado.
De acuerdo con el testimonio de Peralta, a eso de las 9:00 a. m., este se encontraba visitando a su madre, quien permanecía en su residencia, ubicada en la calle 38 No. 14-40, en compañía de su cuñado Wilderson Hernández.

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De un momento a otro, un sujeto de negro ingresó a la casa con un arma de fuego y disparó en repetidas ocasiones contra las personas que se encontraba dentro del inmueble, dejando en una de las habitaciones sin vida a su madre.
Posterior al ataque, él y su cuñado fueron trasladados a diferentes centros asistenciales, no fue hasta que los especialistas de la Clínica Materno Infantil de Soledad confirmaron el deceso de Hernández Ucrós.
Actualmente Juan Carlos Peralta Estupiñán permanece internado en el Hospital Universidad del Norte bajo pronóstico reservado. Además, le figuraban dos anotaciones judiciales, una por hurto y otra por lesiones personales en el año 2010.
Una sangrienta Vendetta
Inicialmente se ventiló una posible hipótesis frente a estos hechos, en la que se explicaba que el ataque lo habrían perpetrado integrantes del grupo delincuencial ‘Los Pepes’, banda rival de ‘Los Costeños’ con quienes se disputan las rentas criminales como la extorsión, la venta de estupefacientes y otros delitos.
Sin embargo, EL HERALDO conoció por medio de una fuente judicial de entero crédito que estos hechos estarían relacionados con una retaliación por el intento de homicidio contra Digno Palomino, hechos que ocurrieron el pasado 20 de junio en la cárcel de La Dorada, Caldas.

Según el reporte, alias Junior Guerra, quien funge como jefe de zona del sector Marinas, en el municipio de Soledad, y está preso en el mismo penal hirió con arma blanca tipo navaja a Palomino en múltiples ocasiones, tras una acalorada discusión.
Al parecer, Otón Alfredo Peralta Estupiñán, alias Otón, habría participado de esta riña contra el máximo cabecilla de ‘Los Pepes’, por lo que Palomino, en venganza, habría ordenado a uno de sus hombres saldar esa cuenta con la vida de sus familiares.
Alias Otón permanece recluido en dicho centro carcelario por el delito de extorsión y le figuran 15 anotaciones judiciales por los delitos de homicidio, extorsión, concierto para delinquir, injuria, amenazas, daño en bien ajeno y porte ilegal de armas de fuego.
Obispo reza por la paz entre ‘Pepes’ y ‘Costeños’
Hace solo unos días, surgió el nombre de César Narváez Muñoz, obispo auxiliar Metropolitano de la Iglesia Anglicana. Desde hace un año este religioso lidera con la administración Departamental y la Fiscalía General de la Nación un espacio con los integrantes de estas dos estructuras que hoy atemorizan a la comunidad en Barranquilla y su área metropolitana por el baño de sangre que han dejado en los últimos años.

Ante este panorama, monseñor Narváez señala que lo se viene hablando con estas organizaciones, desde hace ya aproximadamente un año, en un trabajo articulado con la Fiscalía General de la Nación, es “para que se sometan a la justicia, se llegue a una reparación de las víctimas y se trabaja en torno al esclarecimiento de tantos crímenes y delitos que se han cometido en nuestro Departamento”.
En diálogo con EL HERALDO, el obispo afirma que la disposición que tienen los líderes de estas organizaciones “son bastante grandes debido a que los dos máximos dirigentes han mostrado su intención de negociar con el gobierno un sometimiento a la justicia y poder llegar a una dejación de armas y así mismo transicionar de las economías ilícitas a las economías lícitas todo bajo las políticas de la paz total que ha ofrecido el gobierno actual”.
Sin embargo, con lo sucedido recientemente, fuentes judiciales señalan que la violencia podría recrudecer en esta zona del país y se necesita del Estado para intervenir una situación tan compleja.
En la mañana de este viernes 4 de julio zonas del corredor industrial de la Vía 40, cercano al barrio Barlovento, sitio donde se crio Palomino y aún vive parte de su familia, ha mantenido una vigilancia militar y policial, pues hay una alerta de una retaliación por lo sucedido en Soledad.