Las calcomanías de unas manos sosteniendo una camándula pegadas en sus vehículos parecían ser una moda entre los conductores de carricoches en Soledad, pero en realidad eran una marca que significaba el drama que estaban viviendo. Todo aquel que llevara ese sticker en su carricoche estaba destinado a pagar una extorsión en cuotas semanales.
Sin embargo, nadie hablaba. El temor hizo que durante todo ese tiempo las víctimas permanecieran en silencio y sometidas al yugo de un Grupo de Delincuencia Común Organizado (GDO) que cada día ensanchaba sus finanzas a costa de personas de bien. Las autoridades los llamaron ‘los Iluminatis Costeños’ por usar la figura religiosa para marcar sus objetivos y porque rendían cuenta a ‘los Costeños’.
Extorsión a cuotas
Esta banda tenía como centro de operaciones al municipio de Soledad, principalmente la zona del mercado, pero también movía sus tentáculos en Barranquilla, acechando al sector comercio. De acuerdo a investigadores del Gaula de la Policía, el modus operandi era a través de panfletos, llamadas o llegando directamente a la víctima.
En el primero de los casos, los delincuentes repartían volantes firmados por la banda en los que había un número telefónico al que el comerciante debía llamar. También localizaban los datos de los objetivos y los contactaban vía telefónica para hacer las exigencias, o la más atemorizante: las personas eran visitadas por hombres armados que los intimidaban y les explicaban cómo era el método de pago que incluía una cuota inicial y pagos semanales.
'Las personas temían denunciar, por eso pasó tanto tiempo, pero nosotros estábamos adelantando un trabajo investigativo y apenas recibimos denuncias pudimos empezar la desarticulación de la banda en coordinación con la Fiscalía Sexta Especializada', explicó uno de los investigadores del Gaula.
En varios videos de seguridad quedaron registrados los presuntos miembros de ‘los Iluminatis’ en diferentes locales comerciales haciendo las exigencias o recibiendo el dinero. En el desarrollo de las investigaciones, los encargados recibieron la información de que los afectados pagaban semanalmente, luego de dar la primera parte del pago.
Los delincuentes les decían a las personas que se trataba de una 'colaboración' para la 'organización' y que esta les garantizaría la seguridad, pero en realidad esto no era más que una intimidación, pues al negarse a pagar la ‘vacuna’, terminaban siendo afectados de manera violenta.
Según los encargados del caso, a comerciantes les exigían desde 100 mil pesos hasta cinco millones, mientras que a los conductores de motocarros les quitaban desde seis mil pesos semanales, suma que si bien parece irrisoria, si se tiene en cuenta que eran decenas de afectados se puede dimensionar la cifra que terminaba acaparando la banda.
'Mensualmente ellos captaban entre 35 y 40 millones de pesos. Todo ese dinero tenían que reportarlo a los cabecillas que terminan rindiéndole cuentas a alias ‘Castor’ (Jorge Eliécer Díaz Collazos) quien está preso en Venezuela', explicó el miembro del Gaula.
Todo este dinero, así como el recaudado por otras estructuras que consolidan las finanzas de ‘los Costeños’, es utilizado para financiación de armas, drogas y, por supuesto, el estilo de vida de los altos mandos de la empresa criminal.
Algo que también llamó la atención de los encargados del caso es que muchos de los cobradores de extorsiones tenían bajo perfil. Utilizaban niños para pasar desapercibidos, como lo hizo, según el Gaula, alias ‘Paula’, quien acompañada de una menor llegaba a donde las víctimas y de esta forma no llamaba la atención de las autoridades. En ocasiones ni siquiera llevaban armas.
‘Vacuna’ y muerte
‘Los Iluminatis Costeños’ estaba bien estructurada, tanto así que los dineros captados ilegalmente llegaban a las manos de quienes debían tenerlo y de no ser así, el responsable era ajusticiado. Precisamente, según investigadores del Gaula, una de las cabezas de la organización delictiva fue capturada cuando torturaba a uno de los miembros de la estructura.
Se trata de alias Alexis, quien hace cuatro meses fue sorprendido en una casa del barrio Pumarejo, en Soledad, a la que uniformados de la Policía ingresaron tras ser alertados por voces de auxilio. En el lugar, el sindicado torturaba a un hombre porque no había entregado el dinero producto de extorsiones a comerciantes. Por ese caso, Alexis permanece en una cárcel de Barranquilla, sin embargo, continuaba coordinando las operaciones.
Pero además, según explicó el miembro del Gaula, se tuvo conocimiento de que los miembros de la banda planearon y ejecutaron por lo menos tres homicidios entre 2018 y 2020, crímenes que fueron esclarecidos durante la investigación.
El primero de estos fue el de Dorian Jaser Alvarino Andrade, ocurrido el 23 de septiembre. En su momento, este medio informó que el asesinato tuvo lugar en la carrera 19 con calle 11, barrio Centro, de Soledad.
Ese día, testigos dijeron que al escuchar varios disparos salieron a ver qué ocurría y encontraron el cuerpo de la víctima. Además vieron a un hombre escapar del sector cuyas características les dieron a los policías que llegaron a atender el caso y que posteriormente capturaron a un sujeto conocido como ‘Patico’.
Otro crimen resuelto con esta investigación contra ‘los Iluminatis Costeños’ fue el de Carlos Raúl Varela Carrillo, ocurrido el 21 de enero del presente año en la casa de la víctima, localizada en la calle 31 con carrera 27C, barrio Las Marías, de Soledad.
Ese día, Varela Carrillo fue atacado por hombres que ingresaron a su vivienda y le propinaron varios balazos. La Policía informó que él había sido capturado en 2017 por porte ilegal de armas y en ese momento se le vinculó como presunto miembro de la banda ‘los Calderitos’, dedicada al tráfico de drogas en Soledad.
También, fue resuelto el crimen de Wilfrido Junior Torres Torres, de 19 años, quien fue asesinado de un balazo en la calle 10 con carrera 16A, sector La Bonga, de Soledad, el pasado 15 de marzo de 2020.
A Torres Torres lo mató un conocido suyo con quien, al parecer, tenía una cita en un lugar poco transitado. Ese día las autoridades informaron que la víctima tenía una anotación judicial por daño en bien ajeno de 2018 y otra por porte ilegal de armas de 2019.
De acuerdo al Gaula de la Policía, los tres crímenes tienen en común que fueron perpetrados por la banda en mención la cual buscaba mantener un control territorial para cometer sus delitos. 'Los homicidios fueron en medio de la lucha por las fronteras imaginarias. Las víctimas, al parecer, tendrían una relación con algunas bandas que buscaban tener el territorio para extorsionar o la venta de droga y por eso se habría hecho el ajuste de cuentas', dijo el investigador.
¡A la cárcel!
La utilización de personal encubierto, la colaboración de la comunidad y de algunas personas a la banda así como la interceptación de líneas telefónicas fueron los pilares que soportaron la investigación.
Fueron por lo menos siete meses en los que los miembros del Gaula escucharon las llamadas extorsivas, registraron las entregas de dinero e identificaron plenamente a los presuntos miembros de la organización criminal.
Fue así como los encargados del caso consiguieron las evidencias para que la Fiscalía Sexta Especializada pudiera iniciar el proceso de judicialización, empezando por las órdenes de allanamientos que se hicieron efectivas en diferentes sectores de Soledad.
Los policías irrumpieron en varias casas y capturaron a algunos de los presuntos ‘Iluminatis Costeños’, otros cayeron en vía pública y ‘Alexis’ fue notificado en el centro carcelario donde se encuentra hace cuatro meses.
Ante un juez, la Fiscalía les imputó de concierto para delinquir con fines de extorsión, homicidio y otros delitos conexos, y un juez cobijó a los 12 capturados con medida de aseguramiento, la mayoría en centros carcelarios y dos con el beneficio de casa por cárcel.
'Con estas acciones estamos devolviendo la tranquilidad a los sectores golpeados por la extorsión. La invitación a la comunidad es para que no deje de denunciar. Habilitamos las líneas 165 del Gaula para que se comuniquen en el caso de ser víctimas de extorsión', expresó el mayor Diego Francisco Molina Leiva, comandante del Gaula de la Policía en el Atlántico.




















