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Eran las 12 del mediodía del martes cuando Sandra Guerrero, secretaria de Anthoc, bajó de su oficina buscando la salida del recinto. En el primer piso, a unos cinco metros de la puerta de salida, a un lado de la llanta delantera de una motocicleta que es parqueada a diario en este edificio, se topó con una sospechosa bolsa que contenía un paquete embalado en una caja de cartón.

A la secretaria le llamó la atención el extraño paquete, sobre todo que se podía leer el número 202, escrito con marcador azul. Es el mismo número de la oficina ubicada en el segundo piso, donde tiene la sede la seccional Barranquilla de la Asociación de Trabajadores de Hospitales y Clínicas de Colombia (Anthoc).

La mujer retornó a las escaleras y avisó a los compañeros que a esa hora estaban en la oficina.'La caja tenía un olor fétido y era muy raro eso ahí a esa hora', contó ayer desde el edificio situado en la avenida Murillo con carrera 38, barrio Rosario.

Heriberto Tovar, presidente de Anthoc en el Atlántico, recordó que nadie se atrevió a abrir el paquete por precaución, ya que durante el año pasado la agremiación sindical recibió unas 14 amenazas en distintos formatos.

'Llamamos a los policías del cuadrante y llegaron, sacaron la bolsa a la calle y, como sintieron peso, decidieron llamar al personal de antiexplosivos', contó.

CABEZA DE UN PERRO

Momentos de tensión vivieron los sindicalistas y residentes del edificio, que aumentaron cuando los antiexplosivos destaparon el paquete: Una cabeza de un perro yacía dentro, acompañada por un panfleto también escrito en marcador azul, en el que se leía: 'Así se van a morir perros hp'.

A continuación aparecían los nombres de ocho directivos de Anthoc: Héctor Alvis, expresidente nacional; Heriberto Tovar, presidente en el Atlántico; Álvaro Márquez, presidente en Barranquilla; Osiris Fernández, secretaria de asuntos de la mujer; Juan José De la Torre, secretario de educación; Euclides Sandoval, secretario de solidaridad y derechos humanos;Napoleón Mugno, tesorero en Barranquilla y Víctor Dirruyeiro, tesorero en Atlántico.

'Hemos venido trabajando arduo, luchando para que se les respete los derechos a los trabajadores en los hospitales públicos y estas amenazas, aunque sí causen preocupación en nuestras familias, no nos van a intimidar', aseguró Tovar.

El coronel José Palomino López, comandante operativo de la Policía Mebar, señaló que agentes de la Sijín y la Sipol investigan el caso.

'Llama la atención, ya que es una amenaza temeraria que merece toda la atención de la Policía. Más temprano que tarde estaremos dando resultados y, sobre todo, tranquilidad a los afectados de esta amenaza', anunció.

En las pesquisas se han entrevistado a varias personas, en busca de identificar a quienes dejaron el paquete.

La defensora del Pueblo seccional Atlántico, Gloria Lamus Rodríguez, indicó que se ha reunido con la Policía y la Fiscalía.

'La Defensoría rechaza estos hechos, activó la ruta de la protección y se le envió también a la Unidad Nacional de Protección para que realicen las investigaciones pertinentes, para determinar el grado de riesgo y les coloque la protección que se requiere', dijo Lamus.

ANTECEDENTES

Anthoc informó que en el país tiene 13 mil afiliados, de los cuales 620 trabajan en 24 hospitales del Atlántico. En esta zona del país hay 29 integrantes de la agremiación que han sido objeto de amenazas, aunque la del martes no es la primera vez que se conocen intimidaciones en su contra.

En registros de prensa y archivos judiciales hay antecedentes de que varios sindicalistas en la Costa fueron declarados 'objetivo militar' por los distintos grupos paramilitares del Bloque Norte.

Anthoc no fue la excepción a ese plan criminal que incluyó amenazas, seguimientos, desplazamientos y hasta asesinatos. Prueba de ello son los homicidios ocurridos en Barranquilla de Ricardo Orozco Serrano, vicepresidente de la junta nacional (2001); Carlos Barrero Jiménez (2003), delegado de Anthoc; Luis Torres Pérez (2004), afiliado.

El exjefe paramilitar del frente José Pablo Díaz, Édgar Fierro Flórez, alias don Antonio, está condenado como coautor de las muertes de Barrero y Torres; y el exmiembro de la estructura Carlos Romero Cuartas, alias Montería, por el crimen de Orozco Serrano.

'La lucha sindical tiene que seguir. Ya estamos en las diligencias para presentar la denuncia ante la Fiscalía, la Defensoría del Pueblo y la Policía. Es muy triste esto, sobre todo el método que utilizaron: Qué tipo de sanguinario le quita la vida a un pobre perro para una cosa de estas', cuestionó el dirigente Tovar.