Las miradas del mundo estarán hoy en París, cuando comiencen a desfilar por el río Sena los barcos que transportarán a los deportistas olímpicos hasta los pies de la torre Eiffel, en una espectacular ceremonia de apertura que, por primera vez, no tendrá como escenario un estadio.
La Ciudad de la Luz mantiene en secreto la mayoría de detalles de la gran fiesta inaugural, que comenzará a las 11:30 a. m. (hora colombiana) y se desarrollará a lo largo de los seis kilómetros que separan el puente de Austerlitz y el de Jena, justo entre los jardines del Trocadero y la torre Eiffel.
En total, cerca de 90 navíos transportarán a unos 8.500 deportistas, con lo que las embarcaciones no coincidirán con el número de naciones participantes (206) y muchos países tendrán que compartir cubierta.
Un gran dispositivo de seguridad con 45.000 agentes acompañará la inauguración para evitar problemas, además de unos 10.000 militares y vigilantes privados.
Todo un misterio
Lo que los deportistas y 326.000 espectadores presenciales, entre ellos 200 jefes de Estado y de Gobierno, verán durante las 3 horas y 45 minutos de espectáculo es un misterio, aunque los preparativos en el Sena han permitido anticipar algunos detalles.
Los responsables de París 2024 avanzaron que la ceremonia sería una celebración de la cultura francesa y eso quedará retratado a través de doce escenas repartidas a lo largo del río, acompañado de un show de luces y pirotecnia.
Uno de esos momentos se verá a la altura de la catedral de Notre-Dame y otro se desarrollará en el Louvre, probablemente con su cuadro más famoso, ‘La Gioconda’, como protagonista.
El director artístico de la ceremonia, Thomas Jolly, sí ha desvelado otro detalle: el amor, por ser París, será parte del espectáculo, con un corazón rojo en el cielo que será atravesado, como una flecha, por una patrulla aérea.
También se ha avistado un globo aerostático en el Jardín de las Tullerías, cuya misión se desconoce, y la presencia de grandes estrellas en la capital ha desatado las especulaciones sobre quién protagonizará los números musicales en el Sena y en Trocadero.
En concreto se ha visto en París a Lady Gaga y, sobre todo, a Céline Dion —originaria del Canadá francés—, un nombre que llevaba sonando meses después de que la artista dejara los escenarios por el síndrome de persona rígida (SPR).
El encendido del pebetero
Pero si en cada Olimpiada hay un secreto bien guardado ese título corresponde sin duda al encendido final del pebetero. Meses atrás, detalles filtrados del dispositivo policial apuntaban que el lugar que acogería la llama hasta la clausura del 11 de agosto sería el Jardín de las Tullerías, pero incluso sin descartar esa posibilidad, todas las apuestas sobre cómo llegaría la llama hasta allí están abiertas.
Otro interrogante con mayúsculas es quién portará la llama en último lugar, un honor para el que sonaba con fuerza el nombre del exfutbolista Zinedine Zidane, pero también el de la atleta tres veces oro olímpico Marie-José Perec.
No se descarta, de hecho, que en los primeros Juegos verdaderamente paritarios de la historia no sea uno, sino dos (un hombre y una mujer) los encargados de alumbrar el pebetero.


























