Ocho meses han pasado desde la muerte de dos niñas en Bogotá por envenenamiento con talio, un metal altamente tóxico con el que entraron en contacto tras consumir unas frambuesas cubiertas de chocolate. Días más tarde Medicina Legal declaró los fallecimientos como homicidio.
Fue allí cuando comenzaron las pesquisas para determinar quién, quiénes o cómo llegó la sustancia al alimento que compartían las dos amigas luego de su jornada escolar en casa de una de ellas. Y solo fue hasta la primera semana de diciembre cuando la Fiscalía brindó nuevos detalles.
El ente acusador ya tiene un nombre, se trata de Zulma Guzmán Castro, esta sería la persona que envió con un domiciliario las frambuesas que contenían el talio y, acorde con la investigación, habría abandonado el país días después de la tragedia y actualmente es buscada en el exterior.
La Fiscalía estableció que la presunta responsable, habría tenido algún tipo de cercanía con Juan de Bedout, padre de una de las adolescentes afectadas y destinatario final del paquete, por lo que no se descarta que se trate de un crimen por venganza.
Su papel, según el ente acusador, habría sido clave: “Una mujer estaría directamente vinculada a lo sucedido y habría sido la encargada de coordinar la entrega de las frambuesas contaminadas con talio”.
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Tras conocer el fallecimiento de las menores, Guzmán Castro salió de Colombia rumbo a Argentina y luego continuó desplazándose por Brasil, España y Reino Unido.
Zulma sería una empresaria y representante legal de la empresa CAR-B S.A.S., dedicada al arrendamiento de vehículos automotores, que salió del mercado en 2017. Incluso la hoy prófuga de la justicia fue en busca de financiación al programa de televisión Shark Tank Colombia en donde habla, entre otras cosas, de los orígenes de CAR-B.
El diario El Tiempo pudo establecer que esta mujer aparentemente aparece en tres procesos judiciales en diferentes tribunales de la ciudad de Bogotá como representante de su empresa y en el pasado CAR-B “habría sido demandada en dos procesos en los que se le exige el cumplimiento de una obligación que, en este caso, correspondería al pago de sumas de dinero”.
La fiscal a cargo del caso acudió ante un juez penal de control de garantías de Bogotá y obtuvo orden de captura contra la indiciada. Asimismo, se tramitó la expedición de notificación roja de Interpol para materializar el requerimiento en contra de la mujer, toda vez que se tiene información que indica que se ha desplazado por diferentes países, entre estos Brasil, España y Reino Unido, indicó el ente acusador.
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La circular roja, emitida el 25 de octubre, permite su búsqueda en más de 180 países con fines de extradición.
Las muertes
La primera niña que comenzó a sentir los síntomas fue Emilia, el mismo día que consumieron las frambuesas, el pasado 4 de abril de este año. La hoy fallecida empezó a presentar síntomas como vómitos, malestar general, adormecimiento y dificultad para respirar.
Ante el agravamiento de su salud, Emilia fue conducida a la Fundación Santa Fe en la madrugada del 5, sin embargo, pese a los esfuerzos médicos la niña falleció cuatro horas después de ingresada.
La otra víctima murió dos días después tras haber sido ingresada a la Unidad de Cuidados Intensivos junto a otra amiga, Gabriela, quien sí logró reponerse de las complicaciones producto del talio.
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Hay un tercero que también ingirió el metal tóxico, es un joven mayor de edad que sí logró sobrevivir, sin embargo, tras el envenenamiento, esta persona sigue en un delicado estado de salud, lo que según fuentes citadas por Red+ Noticias, no facilita las declaraciones y entrevistas de los investigadores.



















