Tras la derrota del Gobierno en la elección del nuevo magistrado de la Corte Constitucional, desde la Casa de Nariño se habría pedido la renuncia a los ministros de Trabajo, Antonio Sanguino; TIC, Julián Molina, y Comercio, Diana Marcela Rojas.
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En la tarde de este miércoles la plenaria del Senado, tras una acalorada sesión de más de cinco horas, escogió con 62 votos como nuevo magistrado de la Corte Constitucional al ex defensor del pueblo Carlos Camargo.
El también ex magistrado del Consejo Nacional Electoral, CNE, por el Partido Conservador, obtuvo el respaldo mayoritario de los partidos tradicionales y de oposición. Entre tanto, la jurista María Patricia Balanta, que era la candidata del Gobierno, sacó 41 sufragios.
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Precisamente por la falta de apoyo a María Patricia Balanta por parte de los partidos que representan los ministros de Trabajo, TIC y Comercio (Alianza Verde, ‘la U’ y Liberal) es que el presidente Gustavo Petro les habría pedido la renuncia.
Días antes de la elección de magistrado, Petro había advertido a través de su cuenta de X que esto definiría “todo el cuadro de alianzas en el Congreso. No podemos ceder a quienes han apoyado el fascismo”.
Palabras de Carlos Camargo tras ser elegido como magistrado
Al término de su juramento como nuevo togado del alto tribunal defensor de la Carta Magna, en reemplazo del magistrado José Fernando Reyes, quien cumple su periodo constitucional de ocho años este mes de septiembre, Camargo manifestó: “Recibo con inmensa gratitud y profunda humildad esta dignidad, lo hago con la certeza que de que esta no es una distinción personal sino un llamado al servicio público en la defensa de la Constitución y el fortalecimiento del estado de derecho”.
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Agregó ante el recinto de la cámara alta: “Hoy más que nunca está en juego la confianza de los ciudadanos en sus instituciones. (...) Mi primera obligación será con la Carta Política que nos rige, que es un pacto de convivencia y un límite al poder”.
Y concluyó en este sentido Camargo Assís: “Colombia puede tener la certeza de que trabajaré sin descanso para proteger la juridicidad y para asegurar que ninguna coyuntura política ponga en riesgo nuestros principios fundamentales”.