Ipcc inicia formación de 150 jóvenes de sectores vulnerables de Cartagena
Unos $400 millones invertirá el Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena en proceso de capacitación para contribuir a superación de afectaciones sociales y económicas por la pandemia.
Ciento cincuenta jóvenes provenientes de comunidades vulnerables de la ciudad serán beneficiados con un proyecto de formación integral en programas relacionados con oficios tradicionales que ayuden a la conservación y preservación del patrimonio de la ciudad.
El Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena, IPCC, aportará unos $400 millones para la ejecución de este programa que capacitará a jóvenes cartageneros en cinco programas: alfarería, yesería, pintura, laminado de oro y ebanistería.
El IPCC firmó un contrato interadministrativo con la Escuela Taller Cartagena de Indias, ETCAR, entidad del Distrito que tiene como objetivo coadyuvar en la formación integral de jóvenes de los estratos más deprimidos, desde su doble dimensión: individual y social, dentro del proceso responsable de personalización y autonomía, para que desarrolle sus valores humanos y pueda hacerse a una opción laboral, que lo comprometa en el servicio por el rescate del patrimonio cultural.
La directora del IPCC, Saia Vergara Jaime, recordó que este contrato se firma luego de que el alcalde, William Dau Chamat, instará a las distintas Secretarías e Institutos a invertir en la formación de jóvenes de estratos 1 y 2, con la intención de que, a partir de estas experiencias académicas, pudieran insertarse luego en la vida laboral.
Así mismo, Vergara manifestó que esta es una valiosa oportunidad y un gran aporte del Instituto a los programas sociales, y de formación técnica y profesional contemplados en el Plan de Desarrollo Distrital “Salvemos Juntos a Cartagena” 2020– 2023. En el Programa Estímulos para las Artes y el Emprendimiento del IPCC se busca, entre otras, diseñar estrategias para la capacitación y profesionalización de jóvenes de escasos recursos que resultaron muy afectados económicamente por la pandemia del COVID-19.
Los 150 beneficiarios serán seleccionados por concurso, entre quienes estén vinculados a sus procesos de participación y que hagan parte de su población objetivo, es decir, jóvenes con el interés de capacitarse en un oficio con miras a fortalecer sus conocimientos y hacer frente a las situaciones de emergencia económica y social.
El director de la ETCAR, Rafael Cuesta Castro, dijo que “gracias a este tipo de contratos que hacemos con el IPCC y con otras entidades nos brindan la oportunidad de tener un presupuesto un poco más robusto para volver a retomar ciertos oficios que podemos brindarle a los jóvenes”.
Agregó que “nos reconforta saber que estamos haciendo bien el trabajo y que los mismos ex alumnos están ayudando en todos estos procesos de mantenimiento y preservación de los oficios tradicionales en la ciudad”.
La ETCAR realizará los talleres de capacitación en oficios tradicionales relativos al patrimonio cultural soportados en la metodología “aprender haciendo”. Se realizarán ejercicios prácticos en escenarios reales fortaleciendo las competencias de los aprendices. Se fomentará en los beneficiarios el conocimiento, la apropiación, valoración y puesta en valor del patrimonio cultural.
También se trabajará en su crecimiento personal a través de la implementación de “La caja de Herramientas, cultura de paz” y la formación en la cultura del emprendimiento como instrumento para aumentar sus posibilidades de autosostenimiento.
La educación que se brindará a los beneficiarios trasciende ampliamente la formación e incluye temas relacionados con la apropiación social del patrimonio, su valoración y recuperación de las técnicas tradicionales e historia de los oficios, así como un acompañamiento profesional que vela por la integralidad de cada persona y la de su entorno inmediato en donde el joven adquiere las herramientas necesarias tanto técnicas como personales que le permitan lograr una posterior inserción laboral.
La ETCAR ha venido ampliando su oferta educativa hacia otros oficios más industrializados como: construcciones livianas, soldadura, electricidad, fontanería, confecciones, gastronomía y panadería.
