Los altos niveles que presenta el río Magdalena a su paso por el puerto fluvial de Magangué, en Bolívar, tienen en riesgo a los habitantes de la zona urbana, en especial los de los barrios Girardot, Versalles y Alfonso López.
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La furia de las aguas ha ido deteriorando y, en algunas zonas, hasta desapareció, un dique carreteable y por allí es por donde las aguas del Magdalena pueden desbordarse y generar una grave emergencia.
De acuerdo con la información que maneja la Alcaldía de Magangué, en estos momentos están en riesgo por las condiciones de ese dique unas 60 mil personas y 8 mil viviendas.
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Sin embargo, lo más crítico está a su paso por el barrio Girardot, donde ya el dique desapareció y hay unas cuántas bolsas pequeñas de color blanco llenas de arena que son las que le hacen frente a los embates del Magdalena en estos momentos de ola invernal.
Compensación
Las obras de construcción de un nuevo dique que adelanta la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) están paralizadas por un tema predial, es decir, por la posesión que tienen las familias a orillas del río.
Ante esto y debido al riesgo inminente y al llamado de atención reciente de la UNGRD, la Alcaldía de Magangué llegó al barrio Girardot este miércoles 10 de julio con la finalidad de dar a conocer el plan de compensación que tiene previsto para poner a salvo la vida de las familias que habitan la zona y de paso darle vía a la construcción del nuevo dique.
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La compensación que la administración de Pedro Alí ofrece a las familias para que desalojen de manera voluntaria la zona de alto riesgo es de 30 millones de pesos, lo que no es del agrado de ninguno de los habitantes que aseguran que con ese dinero no pueden comprar casa en otra parte para reubicarse.
Además tienen la opción de ser priorizados a la hora de acceder a subsidios de vivienda.
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Recuerdan los pobladores de Girardot que llevan entre 30 y 40 años asentados en ese sitio, y hasta hace 3 años en el punto más crítico donde está el dique a punto de colapsar en estos momentos había una zona de playón donde jugaban, había muchas más casas y el dique era transitable y hasta pavimentado, pero por la acción de las aguas todo eso ha desaparecido.
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La ciudadanía lo que solicita es que terminen pronto el dique y en esto coinciden con el director de la UNGRD, Carlos Carrillo, que dijo: “A mí lo que me interesa es que el jarillón se complete y por eso hago un llamado para que en Magangué se actúe de manera sistémica y que cada uno de los actores del SNGRD cumpla con su papel”. También se mostró indignado por la demora en decretar la calamidad pública.
