Más de 660 días después, el doloroso capítulo tuvo final. Mientras la lluvia caía, la familia Pérez Liñán pudo cumplir su 'anhelo' de darle despedida a Marilyn, quien falleció a causa de la covid-19 en medio del primer pico y su cuerpo desapareció de la morgue de un centro asistencial.
'Llevamos cerca de año y 10 meses en este proceso. Jurídicamente hemos ido paso a paso para darle cristiana sepultura. Se logró identificar porque la bolsa estaba rotulada y era el único que estaba pendiente por encontrar', sostuvo Eliana Pérez, una de las hermanas de la desaparecida enfermera.
Sin embargo, existe cierto inconformismo entre los familiares debido a que no han podido acceder a los resultados de los exámenes hechos por Medicina Legal y otras entidades: 'Nos dicen que sí, que ese es el cuerpo, pero aún no tenemos el informe de la necropsia y de las pruebas científicas de ADN'.
Aun así, para sus allegados, darle el último adiós a Marilyn es un 'milagro' que ocurrió tras una extensa lucha judicial, en la cual hubo espacio para dos exhumaciones y un sinnúmero de tutelas en búsqueda de agilizar los 'engorrosos' trámites para la identificación de los cuerpos.
'Ha sido un proceso doloroso. Es una tragedia para toda la familia, hasta hoy podemos descansar un poco', agregó la mujer, quien no desfalleció –junto a otros familiares– en busca de una respuesta al caso de su familiar.
Debido al estado de descomposición natural del cuerpo, el sepelio se cumplió con la presencia de un reducido grupo de familiares en el tradicional Cementerio Universal.