Ordenan que joven asista a su graduación como bachiller
El estudiante, quien presentó una tutela contra el colegio Británico Internacional, había sido sancionado por una pelea.
Este sábado, un joven estudiante del Colegio Británico podrá recibir su grado como bachiller luego de que el Juzgado Diecisiete de Pequeñas Causas y Competencias Múltiples de Barranquilla se lo ordenara a la institución educativa.
La decisión fue tomada al fallar una acción de tutela presentada contra el mencionado colegio por presuntamente vulnerar los derechos al debido proceso y a la defensa.
El caso tiene su génesis en una sanción interpuesta contra el estudiante tras un altercado al interior del colegio en el mes de marzo. Por esa razón fue suspendido por término de cinco días.
Posteriormente, las directivas del colegio comunicaron que -tras un análisis del comité de convicencia- que el estudiante había cometido una “falta grave”, por haber causado una fractura en la nariz de otro joven. Por tal razón se determinó que “no podrá asistir a la ceremonia de grado”.
De acuerdo con lo expresado por la jueza Rosmery Pinzón de la Rosa, la medida de no proclamación (graduación) fue adoptada sin garantizar la oportunidad al estudiante de defenderse o controvertirla.
“Pudo ser adoptada al interior del proceso disciplinario que se le adelantó al estudiante y por el cual resultó sancionado con otras medidas también contempladas en la norma de convivencia”, se lee en el documento.
Este fallo, según lo expuesto por el abogado Luis Carlos Fernández Siado -quien actuó como apoderado de la familia del joven ante el colegio y las autoridades de Puerto Colombia-, revive el debate sobre los límites que tienen las instituciones educativas públicas y privadas para castigar conductas que en su Manual de Convivencia consideran no apropiadas.
“Las autoridades actuaron de manera sigilosa y pronta; tomaron cartas en el asunto y se propusieron hacerle seguimiento a este caso para también observar el desarrollo de la violencia escolar, el bullying y la correcta aplicación de los manuales de convivencia y sus procedimientos en las diferentes instituciones educativas”, dijo el profesional del derecho.
Al respecto, el colegio Británico indicó a las autoridades judiciales que el “estudiante cometió faltas graves al incumplir las medidas establecidas en el manual de Convicencia”.
Indicó, además, que la decisión de no invitar al joven a la ceremonia de proclamación de bachilleres no es una sanción disciplinaria, sino “una determinación institucional, ya que la misma ceremonia se constituye en un acto voluntario y libre que ofrece el Colegio Británico Internacional como reconocimiento público de los méritos de aquellos que egresan de la institución educativa”.
También expuso que el estudiante, en su derecho de obtener el título de bachiller, lo “recibirá como corresponde su diploma de bachiller y el acta de grado”.
Expusieron, además, que “lamentablemente recibimos un documento que hace gala de la primacía de banalidades de orden social, donde los padres de familia anteponen los atuendos, celebraciones, discursos y fotografías para el álbum familiar; a la educación, los valores y los verdaderos resultados del proceso formativo de su hijo”.
