El Heraldo
El alcalde Char muestra la edición de EL HERALDO del 22 de mayo de 2008. Archivo
Barranquilla

¿Cómo y por qué se tumbó Métodos y Sistemas?

El alcalde Alejandro Char explica que fue un proceso judicial “muy complicado” que duró diez años.

La semana pasada, el Consejo de Estado cerró uno de los capítulos –quizás el más complejo– del manejo financiero, administrativo y jurídico del Distrito de Barranquilla. Diez años después de haberse iniciado la batalla para “desjudicializar” las finanzas de la ciudad, el fallo puso punto final a una de las concesiones más cuestionadas de la administración distrital, por ser “la más onerosa para los contribuyentes”.

El máximo tribunal de lo contencioso administrativo, a través de la Sección Tercera, confirmó la nulidad del contrato de consultoría suscrito entre el Distrito de Barranquilla y la empresa Inversiones Los Ángeles, que fue firmado en 2000 por el entonces alcalde Bernando Hoyos Montoya, para la modernización de la gestión del recaudo de los tributos distritales por 20 años. Posteriormente, el contrato pasó a manos de Métodos y Sistemas, que lo tuvo hasta mayo de 2008.

¿Por qué se tumbó la concesión? ¿Cómo se realizó este proceso? Son algunas preguntas que se responden con el anecdotario que sobre este asunto tienen el alcalde Alejandro Char; el entonces director de Competitividad, Jaime Pumarejo; la secretaria de Hacienda de ese momento, Elsa Noguera, y el equipo de gobierno que lo acompañó en esta tarea.

La idea de tumbar la concesión comenzó a rondar la cabeza del alcalde pocos días después de tomar posesión del cargo (enero de 2008),  luego de recibir una llamada de Emelith Barraza, entonces Tesorera del Distrito, en la que le informaba que Métodos y Sistema solo había girado $2.000 millones por concepto de recaudo del predial correspondiente a los últimos meses de 2007.

- Alejandro Char: ¿Cuánto me dices que giraron, Eme?

- Emelith Barraza: $2.000 millones.

ACH: ¿Por qué tan poco?

- EB: No sé alcalde. Los llamo y pregunto.

- ACH: ¡No puede ser!

Tras esa conversación con su tesorera, Char llamó al representante legal de Métodos y Sistemas para revisar los ingresos que se tenían por concepto de impuesto. La otra voz en el teléfono le explicó que el recaudo era bajo y que la concesionaria se quedaba con el 10% de los ingresos.

Tras escuchar la justificación, el alcalde los conminó a revisar los términos del contrato. La propuesta era reducir al 1% la contraprestación y aumentar el recaudo.

Comienza la batalla judicial

Después de esta llamada vinieron muchas más, que resultaron infructuosas en el propósito de llegar a un acuerdo que beneficiara al Distrito. Ante este hecho, el alcalde le ordenó a Jaime Pumarejo revisar el contrato y buscar los instrumentos jurídicos y administrativos para dar por terminado, de manera unilateral, el contrato.

Con el equipo jurídico dirigido por Modesto Aguilera, en compañía de dos abogados locales, Juan Carlos Gloria y Armando Mendoza, comenzó a diseñar una estrategia que permitiera ‘tumbar’ la concesión y recuperar la soberanía tributaria.

Corría el mes de marzo de 2008. En ese momento, Métodos y Sistemas hizo un segundo giro al Distrito. Fueron unos $42 mil millones que, según el alcalde, alcanzaban solo para cubrir los gastos de funcionamientos y atender una que otra obra que se necesitara con urgencia.

Hasta esa época, según el relato de Char y Pumarejo, no había recursos para financiar el Plan de Desarrollo, una situación que preocupó al equipo de gobierno porque con pocos ingresos era muy difícil cumplir con las promesas hechas en campaña.

Elsa Noguera, Alejandro Char y Jaime Pumarejo.

Esta situación lo llevó a “apretar” el trabajo del equipo jurídico. Char reconoce que se volvió “intenso con el tema”, hasta el punto de llamar diariamente dos y tres veces para saber cómo avanzaba la estrategia.

En mayo de 2008, luego de revisar las finanzas con Elsa Noguera, Char hizo un último intento por lograr un acuerdo con la concesión. El resultado fue negativo. Convocó de urgencia a los abogados, a Elsa Noguera, a Jaime Pumarejo y al equipo de comunicaciones, integrado por Miguel Lozano y Ricardo Villa.

Era el 21 de ese mes. Char llegó a su despacho a las 6:30 a.m., como lo había hecho a diario desde su posesión. Más tarde comenzaron a llegar los citados. Las deliberaciones no se hicieron esperar, por un lado los juristas manifestaban sus dudas, por el otro el mandatario les insistía en la necesidad de acabar el negocio.

Hacia las 6 p.m. no se había logrado un acuerdo. Ante esta situación el alcalde tomó la palabra.

–“La tumban ustedes o lo hago yo”, les dijo.

 El silencio se apoderó del despacho ubicado en el piso 9 del edificio que funciona en Paseo Bolívar. Según el relato de Char, nadie sabía qué responder. Acto seguido anunció su decisión. “Corríamos el riesgo de que los tribunales nos echaran este proceso para atrás, pero ante un contrato tan visiblemente ilegal no se podía hacer otra cosa que tomar una decisión personal, muy difícil”, contó Pumarejo.

Esa noche nadie durmió, según recordó el alcalde. “Todos seguíamos analizando el tema, pero la decisión ya estaba tomada. Amanecimos en el despacho, porque sabíamos que a las 6 a.m. todos los medios nos estarían preguntando sobre el tema, sobre todo, porque EL HERALDO se había enterado del asunto”, agregó.

Por su parte Pumarejo aseguró que el alcalde le dijo a los abogados: “Miren, yo voy a afirmar esto con el borrador que tenemos. Si ustedes quieren mejorar el documento, tienen plazo hasta mañana, a las 6 a.m., cuando yo haga la rueda de prensa”.

Al día siguiente, el 22 de mayo, EL HERALDO publicó en primera página, a seis columnas, el anuncio. ‘Alcalde entierra concesión de Métodos y Sistemas’, fue el titular que se publicó en la edición de ese jueves.

El mandatario reconoció que no fue una decisión fácil, pero que se “armó de valor” después de consultarlo con el procurador de ese entonces, Edgardo Maya. De acuerdo con Char, el jefe del ente de control respaldó su decisión porque el contrato tenía “un objeto ilícito”.

“Yo lo acompaño. Eso me reforzó, me llenó de fuerza”, recordó Char al señalar que en esos momentos había varios contratos similares en Colombia y ninguno se había caído.

Desde ese momento se continuó trabajando en dos aspectos. En primera instancia, el pleito jurídico se intensificó en medio del temor que sentían los funcionarios por la decisión tomada. Char contó que fue necesario reforzar su seguridad, la de Pumarejo, Noguera y otros miembros del Gobierno.

En segunda instancia, fue necesario integrar la oficina de recaudo. Para ello, llamó a Ana Lucía Villa, directora de la DAF, a quien le pidió que le recomendara un nombre que se encargara de organizar la nueva entidad.

El escogido fue Fidel Castaño, quien tenía la experiencia de organizar el tema tributario en Bogotá, había asesorado a la Dian y también al presidente de Panamá.

Castaño conformó la Oficina de Ingresos, como una dependencia de la Secretaría de Hacienda. Luego comenzó la tarea de organizar y actualizar la base de datos para mejorar el recaudo, porque de Métodos y Sistemas nunca entregaron esa información al Distrito.

“Tuvimos que ir con la policía a sacar la base de datos, porque ellos sustrajeron el disco duro y lo sacaron por la puerta de atrás y ni siquiera con la policía pudimos acceder a ellos. Tuvimos que reconstruir nuestra propia base de datos, la cual es sin duda alguna una de las más modernas de Colombia”, manifestó Pumarejo.

Encadenarse como Moncayo

Unos 45 días después de haberse iniciado el pleito jurídico, el alcalde Char estuvo a punto de encadenarse y marchar hasta Bogotá, con su equipo de Gobierno, para rechazar una decisión judicial que beneficiaba a Métodos y Sistemas.

Según el alcalde, en la Corte Constitucional le dijeron a una abogada del Distrito que la decisión sobre una tutela había sido fallada en contra. La jurista se comunicó con el mandatario, a las 10 p.m., para informarle la situación.

“No entendí las razones, porque teníamos al magistrado Cifuentes con mucha experiencia. Me pareció muy extraño, porque él me había dicho que todo iba bien. Él era el abogado, ¿te imaginas esa noticia a las 10 p.m? ¡No dormí! Una decisión desfavorable después de 45 días y de varios fallos a favor. Yo me iba a encadenar como el profesor Moncayo”, aseguró.

En el transcurso de la mañana la abogada aclaró la situación. El fallo había sido a favor del Distrito.

Después la batalla jurídica continuó, con recursos de parte y parte, hasta que finalizó el pasado 14 de septiembre con la decisión del Consejo de Estado.

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