Bañado en sudor, con señales de agotamiento, haciendo más fuerza con cada pedalazo que da, con el ceño fruncido cuando el sol de mediodía le impacta en su rostro. Así va transportándose un hombre de tez morena y contextura delgada en su vieja bicicleta de color verde.
Aunque su mirada y sus pedalazos lentos notan que tiene un rumbo seguro, va en un carril restringido para esta clase de vehículos en la carrera 50, a la altura de la calle 42, centro de Barranquilla, que le puede ocasionar un accidente con solo tropezar con un automotor en caso de perder el equilibrio.
Paralelamente a los 200 metros, aproximadamente, que ha recorrido desde que tomó esta renovada vía, tiene una ciclorruta despejada exclusivamente para su medio de transporte. Sin embargo, no hace uso de este y prefiere ‘codearse’ con los carros y motos que circulan a una velocidad superior.
Como él, otros tres ciclistas ignoran este carril apropiado y transitan por una vía que recientemente fue entregada con dos corredores diseñados para los ‘caballos de acero’, uno en cada acera.
A esta ciclovía se adhieren otros 11 bicicarriles ubicados en la calle 99 entre la carrera 53 y 65, la carrera 56 entre las calles 99 y 98, el parque José Prudencio Padilla entre la calle 99 y 98, la calle 98 entre la carrera 56 y 65, carrera 64 entre las calles 98 y 91, la calle 91 entre las carreras 64 y 65, la carrera 65 entre calles 91 y 88, la calle 88 entre las carreras 73 y 65, la carrera 64b entre las calles 98 y 86, la calle 86 entre las carreras 64b y 70, y la carrera 70 entre las calles 86 y 88.
Sin incluir los carriles demarcados en las vías del norte de la ciudad, en 2015, cuando entró en funcionamiento el desaparecido sistema de bicicletas públicas del Distrito, el cual tenía estaciones en la Plaza de la Paz, en la calle 61 con carrera 46 frente a la estación Alfredo Correa de Andréis, y en la carrera 54, entre las calles 54 y 55.
En total, Barranquilla suma 14,5 kilómetros de cicloinfraestructura, de acuerdo con las cifras que reporta la Secretaría de Tránsito y Seguridad Vial Distrital.
En un recorrido que hizo EL HERALDO por esta ruta especial para los usuarios de bicicleta, en el norte y centro de la capital del Atlántico, se evidenció que eran escasos los ciclistas que sacaban provecho de estas vías. Algunos se decidían por andar sobre el andén y otros iban sobre el carril mixto de la carretera.
En otros casos, eran los carros, motos y hasta camiones que invadían el carril exclusivo para bicicletas, ya que transitaban o parqueaban sobre la zona antes mencionada.
Ciclovías ausentes
Mientras que los bicicarriles como el de la carrera 50 son omitidos, en la avenida Murillo son anhelados por los ciclistas que transitan por esta avenida, según manifiesta Melkis Machado, quien provenía de la calle 84 con la 46 con destino hacia Soledad conduciendo a escasos centímetros de los vehículos particulares.
'Cuando hicieron esta vía (Murillo), pensaron solo en los carros, pero no tuvieron en cuenta que uno también se transporta en bicicleta. Yo la uso por necesidad, para ahorrarme el pasaje del bus', sostuvo el hombre.
Una situación parecida vive a diario Nelvis Leal, usuario frecuente de la bicicleta a la que le ha adaptado una canasta plástica en la parte trasera de esta para llevar carnes frías, verduras y hortalizas a domicilio.
Cuando el reloj está por marcar las 12:00 p.m., aguarda en la esquina de la carrera 33 con la Murillo hasta que el semáforo cambie a verde para continuar su camino. Y aunque cubre sus brazos y parte de su cara para evitar que la piel contacte con los rayos del sol, admite que teme ser víctima de la inseguridad cuando conduce su bicicleta.
'A esta hora el clima sí afecta, pero la mayor preocupación para manejar una bicicleta por acá es que se la roben. También he visto ciclorrutas, sin embargo son pocas', dijo el encargado de los servicios a domicilio.
Para Rosiris Viana, integrante de la Fundación ‘Mujeres Bici-bles’, las campañas de sensibilización sobre el uso de las ciclovías han sido insuficientes en esta ciudad. 'No ha habido la debida capacitación que indique a los conductores que hay 14,5 kilómetros para el uso de los ciclistas', aseguró.
Asimismo, la fémina cuestiona el modo en que se ha distribuido estos carriles en la ciudad, partiendo del caso de la Murillo, en el que 'es necesario' un espacio para los ciclistas que, por ahora, deberán seguir pedaleando con cautela.
¿Qué pasó con las bicicletas públicas?
Con seis candados que aseguran sus puertas —tres en cada frente— están los tres módulos en los que se parqueaban las bicicletas públicas de Barranquilla, cuyo servicio gratuito se inauguró en diciembre de 2015, se suspendió cuatro meses después, se reanudó en diciembre de 2016 y se clausuró definitivamente en julio de 2017.
Durante el primer periodo de funcionamiento coordinado por el Distrito y el Ministerio de Transporte, la Secretaría de Tránsito y Seguridad Vial registró solo 318 viajes, por lo que concluyeron que 'era costoso ($20 millones) sostener un sistema que tenía poco interés por parte de la ciudadanía', informa esta cartera.
Actualmente, cerca de 73 bicicletas se encuentran bajo el cuidado de la Secretaría de Tránsito en su sede, ubicada en la Vía 40 con calle 73. Mientras que las cicloestaciones continuarán, por ahora, en su sitio, según comunicó la Secretaría.
Con ciclopaseos y visitas incentivan su uso
La Secretaría de Tránsito y Seguridad Vial del Distrito de Barranquilla lleva a cabo desde 2016 20 ‘Ciclopaseos Biciquilla’ en el marco del programa ‘Montemos Bicicleta’. En el año antepasado se realizaron nueve actividades de este tipo, mientras que en 2017 se ejecutaron 11. Todos, en el norte de la ciudad. Incluso, este martes 24 de abril se planea realizar otro en el parque Olaya como punto de partida para un recorrido de 13,2 kilómetros. Se estima que este tenga una duración de 90 minutos.
Asimismo, visitan las Instituciones Educativas Distritales, bajo el programa ‘Escuela de la Bici’, con la intención de enseñarles a niños y jóvenes sobre el buen uso de la bicicleta, como no adelantar a otros vehículos por la derecha o portar los elementos de seguridad.
Finalmente, esta Secretaría ha instalado 10 cicloparqueaderos en el espacio público de instituciones públicas y privadas distribuidas así: dos en la Alcaldía, tres en Unisimón, en la Base Naval, en Bellas Artes, en la CUC, en la Unilibre del Centro y en la UAC.



















