La batalla campal de jóvenes cada vez que llueve se convirtió en una problemática reiterativa en varios sectores de Soledad. Habitantes cercanos de estas zonas de “guerra” han manifestado su preocupación por el aumento de las peleas y el riesgo recurrente a la que están expuestos junto a sus familias, al quedar en este ‘fuego cruzado’ en donde utilizan piedras, machetes y hasta armas de fuego para enfrentarse.
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Y es que estas riñas entre bandos han causado múltiples afectaciones a viviendas cercanas, así como también ha dejado a su paso personas heridas y provocado la muerte de otras tantas.
El Manantial es uno de los barrios en donde muy seguido se presentan estas conductas peligrosas de los jóvenes. Los habitantes de conjuntos residenciales ubicados en cercanías de esta zona, en la calle 73 con carrera 12, expresaron su temor constante por los enfrentamientos y pidieron a las autoridades una urgente intervención.
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“Sentimos temor cada vez que llueve por el peligro que esto representa para las casas que tienen una mayor exposición hacia la calle en donde se dan esos enfrentamientos. Tengo a cargo un jardín infantil y en uno de esos desmanes provocado por los jóvenes llegaron a romper el ventanal de vidrio en horario de trabajo con los niños”, contó una residente del sector, que por seguridad omitió su nombre.
Señalaron la importancia de contar con una mayor seguridad, así como también un trabajo pedagógico e institucional para con estos jóvenes.
“Le pedimos a las autoridades competentes que es hora de frenar a estos jóvenes, necesitamos un CAI móvil para garantizar la seguridad y los alejen de nuestros hogares. De igual manera, les pedimos a las constructoras iniciar cuanto antes las obras en los terrenos que están en las inmediaciones para que los jóvenes no lo usen de campo de batalla. También la intervención policial debe ir acompañado educación y charlas para la juventud envuelta en estas peleas”, agregó el ciudadano.
64 barrios priorizados
La alcaldesa de Soledad, Alcira Sandoval, anunció la priorización de al menos 64 barrios para la intervención con programas de participación y oferta institucional para los jóvenes. Estas acciones –dijo– están contempladas en el Plan de Seguridad y Convivencia Ciudadana municipal.
“Tenemos en ese plan las mejoras del problema social que se ha venido desencadenando tanto en Barranquilla como Soledad y que es cada vez que llueve salen esos jóvenes mal llamados tiras piedras. Nos estamos enfocando en una alerta temprana de la Defensoría del Pueblo (022 del 2023) donde nos dicen que hay que enfocarnos en ciertos barrios donde el riesgo es mayor”, anotó.
La mandataria municipal aseguró que se ha venido trabajando con programas como ‘Cine por la paz’ y ‘Cuéntame’ para la atención de jóvenes y sus familias. El primero consiste en llevar a estos barrios películas que dejan un mensaje rico en valores y el segundo, para fortalecer la salud mental de los soledeños. En este último, se dispone de profesionales de la salud ubicados en los centros comerciales del municipio para entregar atención y orientación psicológica de forma gratuita y presencial.
“Son 64 barrios los que hemos priorizados, sin embargo lo tenemos más enmarcado en los barrios Los Almendros y Las Gaviotas, que están junto a la zona del Siete de Abril, en Barranquilla. También en Centenario e Hipódromo. Son 64 barrios que tenemos en alerta temprana donde nosotros somos 250 barrios y tenemos que enfocarnos porque puede haber un estallido social”, apuntó Sandoval.
‘Plan Lluvias’
La Policía Metropolitana de Barranquilla viene implementando el ‘Plan Lluvias’ para controlar los enfrentamientos entre los jóvenes. Recientemente fue anunciada por las autoridades la captura de cuatro personas y la aprehensión de un menor por el delito de asonada en la localidad Metropolitana.
“Fueron controlados rápidamente por las reacciones motorizadas creadas para tal fin con personal de vigilancia, Undmo, Prevención y Educación Ciudadana y Tránsito, que hacen presencia en los sectores donde históricamente ocurren estos hechos”, relató la institución a través de un comunicado.
Por otra parte, la Mebar sostuvo que si bien el ‘Plan Lluvias’ es de control, existe un trabajo de prevención que “ha contribuido a la disminución de estos enfrentamientos”.
“Son varios programas en los que se vinculan a los jóvenes y se les motiva a permanecer a entornos educativos, productivos y crear un proyecto de vida. Pero también existe un componente investigativo que busca judicializar por distintos delitos a quienes hagan parte de estos enfrentamientos”, puntualizó la Policía.
“Problemática debe tener un abordaje integral desde la institucionalidad”
Dayana Fontalvo, especialista en tema de seguridad ciudadana y violencia juvenil, explicó que se tienen antecedentes asociados a cierto tipo de conflictos territoriales que se traducen en enfrentamientos, particularmente cuando la lluvia es fuerte que imposibilita el transito normal de las personas.
“En ese preciso instante hay códigos interiorizados con patrones violentos que instan al conflicto entre sectores donde grupos de jóvenes, la mayoría menores de edad, se alzan en bloque para definir estatus de territorialidad y supremacía, donde las piedras, palos e incluso armas blancas y en algunos casos armas de fuego, son utilizadas para ejercer violencia”, expuso.
Señaló que este tipo de conductas pueden atribuirse de acuerdo la escala de los intereses de las bandas en los barrios, motivados ya sea por poder territorial o el control de sectores bajo un interés económico, bien sea para fines de tráfico de drogas o para el ejercicio de acciones delictivas como la extorsión.
Fontalvo indicó que esta problemática no debe atacarse con fuerza, debido a que esto genera más conflicto y por supuesto, según dijo, más “odio” y “desconfianza” hacia la fuerza policial e institucional.
“La intervención en polígonos de alta complejidad debe relacionar la suma de esfuerzo, tanto institucionales como de apoyo desde la sociedad civil, esto implica, estrategias de caracterización con sus respectivo enfoque de atención psicosocial y orientación vocacional, exploración de habilidades y competencias de dichos jóvenes, potencialización de emprendimientos para la convivencia. A mi juicio, la oferta institucional debe ser integral”, afirmó.
