La sede fantasma de la fundación El Lirio de los Valles
Este medio se dio a la tarea de visitar las sedes operativa y administrativa de la fundación: la primera resultó ser una casa que funciona como bodega y la segunda, aparentemente, no existe.
Luego de que se empezaran a conocer las supuestas irregularidades en la suscripción de contratos de las alcaldías de Soledad y Malambo con la fundación El Lirio de Los Valles, EL HERALDO se dio a la tarea de visitar las sedes de la organización para conocer detalles sobre su funcionamiento.
Primeramente, este medio se dirigió a la sede operativa de El Lirio de los Valles, ubicada en la calle 43 #33-41, en el barrio Chiquinquirá, donde hay una casa con la fachada de color blanco y puertas de vidrio enrejadas y adhesivos con el logo de la fundación, la Alcaldía de Barranquilla y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).
En el lugar se encontraba un hombre que, si bien no se identificó, aseguró ser el vigilante del local desde hace cuatro años y que esta funcionaba como una bodega a la que únicamente llegaban “bultos de bienestarina”.
Justo en ese momento, un camión cargado con ese tipo de alimentos, operado por cuatro hombres vestidos con batas blancas, tapabocas y guantes azules, llegó a la bodega. Según el vigilante, esa era “la primera entrega” que recibía este año, pues se había atrasado el proceso por la emergencia del coronavirus.
Sin embargo, uno de los hombres que había llegado en el camión aseguró que los sacos de bienestarina que traían no debían llegar a ese lugar, sino a otra fundación llamada Santísima Trinidad que, según dijo, estaba ubicada en el barrio San Roque, una zona peligrosa que les hizo solicitar el uso de la bodega de El Lirio de los Valles durante un día. Cuando EL HERALDO le solicitó a esta persona fotografiar la orden de entrega que tenía en la mano, el vigilante de la bodega y otro de los hombres del camión –que parecía ser un supervisor– se negaron y advirtieron que no podían dar más información.
De allí, este medio decidió visitar la sede administrativa de la fundación, la cual, según lo que dicen los documentos y contratos de la organización, estaría ubicada en la carrera 6 #75B-113, en el barrio La Sierrita.
Guiados por un GPS, EL HERALDO llegó hasta la carrera 6, correspondiente a la avenida de la Cordialidad, a la altura de la calle 75B, donde los periodistas se llevaron la sorpresa de que la ubicación satelital coincidía con una tienda de cadena. Sin embargo, al preguntar por la dirección en el almacén, la factura salía con la nomenclatura de la estación de servicios vecina, correspondiente a la carrera 6 #75B-147.
No contentos con ello, los periodistas de esta casa editorial preguntaron a varios vecinos del sector sobre la ubicación de la fundación y la mayoría aseguraron no conocerla; solo una mujer indicó que en la misma cuadra de la estación de servicios y la tienda de cadena, en la esquina, había una fundación.
En el lugar, según pudo constatar este medio, se encuentra una edificación de color blanco, con columnas de colores, sin ningún letrero o nomenclatura y ventanas empolvadas en las que un escrito en una hoja de papel indicaba que en el portón gris, al costado de la edificación, había atención al público.
Al tocar, una voz femenina detrás del portón preguntó en qué podía ayudar, sin identificarse ni mostrar su rostro. EL HERALDO le preguntó si allí funcionaba la fundación El Lirio de los Valles, a lo que la mujer respondió: “Aquí hay una fundación pero no es esa". Cuando los periodistas le preguntaron sobre el nombre de la fundación, la mujer dejó de responder y se alejó dejando abierta la incógnita sobre la sede fantasma de El Lirio de los Valles.
