Si bien las autoridades locales en el Atlántico ha participado de forma activa en los diálogos exploratorios con varios grupos delincuenciales en el marco de la política de Paz Total, el alcalde Alejandro Char se mostró en desacuerdo con el modelo actual y enfatizó que las condiciones deben ser impuestas por la institucionalidad.
“Prefiero negociar cuando ellos estén arrodillados. Arrodillados, porque son unos delincuentes. Yo camino por los barrios y veo cómo están cooptando a nuestros pelaos: los sacan del colegio, les ofrecen tres millones de pesos y continúan delinquiendo desde las cárceles”, aseguró el mandatario distrital en medio de su intervención en el Foro Semana por Colombia.
En ese sentido, explicó que el proyecto de seguridad se debe sustentar en las capacidades de inteligencia y autoridad moral frente a este tipo de grupos delincuenciales, que siguen haciendo daño a la sociedad.
“Ese no es el país que nos merecemos, ni el que queremos mostrarles a nuestros hijos. No podemos tener un Gobierno arrodillado y sometido, mientras las bandas delincuenciales imponen sus condiciones”, dijo.
A eso agregó que “la gente votó por nosotros porque creyó en nuestro proyecto de seguridad, de desarrollo, de educación. Y ahora resulta que estamos esperando a que ellos nos llamen para negociar. Yo soy claro: el Estado está por encima de todo”.
El mandatario distrital fue enfático al sostener que se debe ampliar el rango de acción del Gobierno, logrando así atender más necesidades de las comunidades.
“Tenemos que estar en las esquinas, ofrecer empleo a nuestros jóvenes, tener mil herramientas. Yo le apuesto, sobre todo, a la educación y a la seguridad”, recalcó.
Posición contraria
A su turno, el gobernador Eduardo Verano indicó que se ha recorrido un camino importante para propiciar conversaciones entre Castor y Digno Palomino, quienes a pesar de estar en la cárcel siguen siendo dinamizadores de delitos en el departamento.
“Lo que queremos es ir a la fuente del problema. Y la raíz del problema es que existen varias bandas que se disputan el control de dos grandes negocios: la extorsión y los homicidios. Estas bandas, que operan en Barranquilla, son responsables del 80% de las extorsiones y de los homicidios en la ciudad”, referenció.
Reconoció que no es un proceso fácil, puesto que muchas de las peticiones que han hecho los líderes delincuenciales son del resorte nacional: “Por eso debe estar sentado en la mesa todo el andamiaje del Estado, de modo que podamos conducir conversaciones que realmente permitan acabar, de una vez y para siempre, con las extorsiones y, ojalá, también con los homicidios”.