El bajo crecimiento de la economía en el Atlántico, desde inicios de 2023, ha sido motivo de preocupación para los empresarios y líderes gremiales del departamento, que le han venido apostando a nuevas inversiones para potencializar la recuperación lograda tras la pandemia.
Aunque esta dinámica se ha visto empañada por los bajos números en sectores como la industria, el comercio y la construcción, los inversionistas siguen viendo con buenos ojos esta zona del país y así lo evidenció en días pasados, José Ignacio López, presidente de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif), durante el seminario Perspectivas Económicas.
Señaló que una de las fortalezas que han encontrado los inversionistas en el Atlántico corresponde a las “reglas claras del juego” por parte del Gobierno local, lo que genera tranquilidad.
Sin embargo, pese a esta articulación entre las administraciones públicas y el sector privado que destacan los sectores económicos, no es suficiente para salir del estancamiento y retomar el rumbo al crecimiento.
En ese sentido, líderes gremiales y de la academia coincidieron que para lograr ese objetivo se requiere más que inversión extranjera. Esa fue una de las conclusiones que dejó un panel realizado durante esta semana en la capital del Atlántico.
En dicho espacio –que fue moderado por Erika Fontalvo, directora de la casa editorial EL HERALDO– Se destacó la importancia de la formalización de la fuerza laboral y de las microempresas, así como la implementación de una hoja de ruta para la eficiencia energética y el cierre de la brecha entre lo que demanda el mercado y lo que ofrece la academia. Otros puntos que se adoptaron corresponden al fortalecimiento de las exportaciones que va de la mano con una mejor conectividad área, marítima, fluvial, y terrestre.
Sumado a estos retos para el Atlántico y Barranquilla se necesita, por parte del Gobierno nacional, políticas económicas que favorezcan la inversión y unas tasas de interés que le permitan a las pymes el acceso a créditos para fortalecer sus negocios.
Eficiencia energética
Tal vez una de las cargas más pesadas para sector económico en el Atlántico es la inflación en el servicio de energía. En ese sentido, Efraín Cepeda, presidente Ejecutivo del Comité Intergremial Atlántico, explicó que detallando el comportamiento de la diferencia anual en inflación en el servicio de energía en Barranquilla y en las siete capitales de la región Caribe, este se encuentra por encima del promedio nacional.
“Este costo de energía pesa mucho y es un factor determinante para la toma decisiones en donde se van a ubicar ciertas inversiones”, dijo el líder gremial.
Expuso que mientras en México la energía tiene un costo de once centavos, en Ecuador es de 10 centavos: “Ahora en Barranquilla, el precio promedio para el sector industrial de la energía, según el portal Global Petrol Prices es de 34 centavos de dólar”.
El costo de la energía pesa tanto, sostuvo el líder gremial, que incluso en Barranquilla hay industrias son más competitivos importando. “Esto, por supuesto, va en detrimento del empleo local”, agregó.
Dijo que, actualmente, el costo de la energía para las empresas pesa entre el 8 y 10 % y “esto por supuesto se traslada al consumidor”. Otro ejemplo que entregó es a nivel micro, donde “una tienda de barrio, que los márgenes son muy pequeños, al tener un peso tan importante en las tarifas de energía, por supuesto que esto la va a afectar”.
Según el presidente del Comité Intergremial, para atraer mayores inversiones en el Atlántico es crucial aumentar la oferta de energía, modernizar la infraestructura eléctrica y establecer una hoja de ruta clara para mejorar la eficiencia energética en la región.
Cepeda recalcó que la conectividad es un pilar fundamental de la competitividad “y aquí tenemos la ventaja que tenemos conectividad aérea, marítima, fluvial y conectividad terrestre”.
La formalización
Oriana Álvarez, directora Ejecutiva de Fundesarrollo, sostuvo que aunque Barranquilla se ha caracterizado por tener una tasa de desempleo más baja que el promedio nacional, esto contrasta con la escasez de vacantes formales y que cuando estás existen no se pueden suplir por la falta de personal capacitado.
“Aquí tenemos un desequilibrio muy interesante entre oferta y demanda. Las empresas están requiriendo un capital humano con cierta formación. Nosotros vamos mucho más retrasados a esa formación”, dijo.
Además explicó que los salarios en promedio de un profesional en Barranquilla son menores en un 54 % frente que al mismo profesional en las principales ciudades del país.
Lo anterior, sostuvo, genera unos retos “muy grande” por resolver en temas de informalidad en el mercado laboral.
En ese sentido, la directora de Fundesarrollo resaltó la importancia de lograr tener una política de empleo local y regional que se convierta en una meta, apalancándose en iniciativas que se pueden adoptar desde lo local y que permitirán una articulación público-privada para ir mejorando el mercado laboral de Barranquilla y el departamento.
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Desde la academia, el director de Planeación de la Universidad del Norte, Iván Luzardo, señaló que para alcanzar tasas de crecimiento un elemento fundamental es la fuerza laboral: “Nosotros podemos crecer impulsados por mejorar la cualificación de esa fuerza laboral. Entonces ya no tanto por la cantidad de trabajadores, sino porque cada uno de esos trabajadores sea más cualificado”.
El experto también agregó que se puede tratar de cerrar esa brecha entre lo que espera el mercado, lo que ofrece la academia, “no solamente por la vía de los programas, como en el caso de ciencias de datos, sino también por actualizar o desarrollar”.
Trabajo en equipo
En esa misma línea, Manuel Fernández, presidente de la Cámara de Comercio de Barranquilla, enfatizó en uno de los retos que se tiene en la ciudad corresponde a la formalización. Es por ello, que desde su entidad, vienen formalizando a las micros y a las empresas con mayor fragilidad de caer en la informalidad o que tienen dificultades para ser formales.
“Tenemos que darles una receta y un programa para ayudarlos a que sean distintos, nosotros desde la Cámara de Comercio contamos con un programa que llevamos a estas empresas a formalizarse”, expuso.
Una palabra clave para el directivo es “articular” y esto lo vienen haciendo en los últimos años desde los clúster: “Es articular a todas las empresas que están asociadas a esa demanda final”, como es el caso del clúster de espacios habitables, que tiene una gran demanda en países como República Dominicana.
Nuevas inversiones
Tatyana Orozco, Ex directora del DNP y de Prosperidad Social, fue enfática en afirmar que si no se aumenta la productividad con nuevas inversiones que disminuyan los costos de producción, no se podrá lograr esa inserción en el mercado internacional que se quiere alcanzar.
Aseguró que, sin duda, los anuncios de reformas como tributarias y laborales impactan negativamente en muchos de los indicadores y los resultados en la industria. Sin embargo, destacó que en la ciudad se viene trabajando desde hace años en la estrategia de atracción de inversiones, focalizadas en sectores como el metalmecánico y agroquímicos.
“Además de estrategias como el bilingüismo, existen oportunidades en el tema de servicios profesionales, existen muchas empresas americanas que están ofreciendo trabajo remoto a los colombianos, pero esto tiene que ir de la mano con la formación”, puntualizó.
