Un total de ocho municipios en el Atlántico fueron priorizados por el Gobierno nacional y la administración departamental debido a las grandes afectaciones que han sufrido por cuenta de la temporada de lluvias.
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En una inspección exhaustiva –en compañía de la Corporación Autónoma Regional del Atlántico (CRA)– se detectaron puntos críticos en los que se debe intervenir para reducir el riesgo y garantizar la seguridad de las comunidades.
Las zonas con mayores necesidades por cuenta de la ola invernal, según la información entregada por la Gobernación del Atlántico, son Manatí, Usiacurí, Juan de Acosta, Repelón, Caracolí, Tubará, Soledad y Malambo. Allí las afectaciones han sido causadas por deslizamientos, erosiones y fallas estructurales en infraestructuras.
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“Para mitigar los daños y prevenir futuros desastres se requiere una inversión aproximada de $65.000 millones”, apuntó la administración.
El gobernador Eduardo Verano enfatizó la urgencia de la situación y la necesidad de una respuesta rápida y coordinada.
“Estos eventos no solo afectan la infraestructura, sino que ponen en riesgo la vida de nuestros ciudadanos y la economía de nuestras comunidades. Necesitamos actuar de inmediato para restaurar la seguridad y la funcionalidad en estas áreas de riesgo”, afirmó.
El mandatario departamental destacó el interés del Gobierno nacional, a través de Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd), de priorizar y atender las necesidades del territorio.
“Las necesidades son muchas, las hemos identificado y estamos trabajando en todo el proceso de mitigación. El paso que viene ahora es hacer inversiones en las que necesitan soluciones definitivas porque lo que está en juego es la seguridad de los ciudadanos”, recalcó Verano.
Por su parte, el director de la Ungrd, Carlos Carrillo, manifestó que se priorizaron acciones en materia de ayudas humanitarias, horas de maquinaria para la atención de emergencias y la identificación de proyectos encaminados a la reducción del riesgo con un horizonte hasta 2025.
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Asimismo, el alto funcionario mostró interés en el centro logístico de atención de desastres ubicado en la base militar CACOM 3, en Malambo, construido en su momento como un punto clave de atención para la emergencia que ocurriera en cualquier país del Gran Caribe.
Cabe destacar que este centro fue construido con recursos del Gobierno nacional en un terreno que pertenece a la Gobernación del Atlántico. “Aquí podría funcionar una sede alterna del centro logístico nacional de la Oficina de Prevención y Desastres. Se realizará una visita conjunta para tomar una decisión al respecto”, puntualizó la administración departamental.
Otros puntos
La Corporación Autónoma Regional del Atlántico en días pasados realizó un recorrido por el departamento con la finalidad de socializar con alcaldes los mapas de susceptibilidad de amenaza por inundación y remoción en masa, e identificar en cada municipio los puntos críticos que puedan ocasionar algún tipo de emergencia ante la temporada de lluvias.
“En estas visitas, los alcaldes nos han manifestado problemas de sedimentación en las microcuencas tributarias que finalmente llegan a nuestras grandes cuencas hidrográficas, pérdida de capacidad hidráulica en algunos arroyos y cuerpos de agua, y presencia de taponamientos por material vegetal acuático”, contó Jesús León Insignares, director de la CRA.
En el recorrido se pudo evidenciar zonas con mayor vulnerabilidad y con amenazas en niveles alto y muy alto por inundaciones y remoción en masa. Estos riesgos están presentes en Sabanagrande, Campo de la Cruz, Repelón, Usiacurí, Baranoa y Juan de Acosta.
“Desde la Subdirección de Cambio Climático y Gestión del Riesgo de la CRA nos encontramos realizando acompañamiento permanente a los entes territoriales, así como también trabajando de manera articulada con el comité departamental y los comités municipales de Gestión de Riesgo”, acotó Insignares.





















