Todos los días, Yessica Díaz se levanta muy temprano a revisar diversos portales de empleo. Encontrar una nueva vacante o revisar si ha tenido suerte en alguno de los procesos de selección que se ha postulado como contadora hacen parte de su rutina desde hace varios meses.
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'Buscar trabajo es algo caótico. Muchas de las vacantes o propuestas no son muy coherentes, porque piden personas recién graduadas y con mucha experiencia. Se ha vuelto una tarea ardua, porque tampoco le dan la oportunidad a personas adultas y que tienen la experiencia, porque no quieren pagar un sueldo alto', sostiene la joven de 25 años, quien vive junto a sus padres en el barrio El Manantial de Soledad.
Tras haber egresado de la universidad, Díaz ha reforzado la búsqueda de una oportunidad laboral para impulsar su crecimiento profesional y contar con una entrada fija de dinero para ayudar en el sostenimiento de su hogar.
'Acceder a la educación es muy caro y las oportunidades son muy limitadas. La tasa de desempleo entre los jóvenes es alta, porque somos muchos los que afrontamos dificultades para encontrar un empleo digno', dijo.
Para Rafael Rosario, la incursión en el mercado laboral no ha sido una buena experiencia. A sus 28 años sigue a la espera de una oportunidad para 'estrenarse' como administrador de empresas.
'Ha sido una experiencia complicada. Porque en los procesos no solamente importa el conocimiento y la preparación que uno tiene. Muchas veces, las empresas no le dan la oportunidad a los jóvenes porque creen que no cuentan con la responsabilidad y actitudes adecuadas para asumir los cargos', sostuvo el joven.
Las experiencias que viven Yessica y Rafael no son aisladas, debido a que más del 25 % de la población juvenil mundial se encuentra en el grupo de jóvenes que ni estudian ni trabajan, conocidos como los ‘ninis’.
En el caso de Colombia –de acuerdo con un informe del Centro UR para asuntos de la OCDE de la Universidad del Rosario– el 28,67 % de los jóvenes de 18 a 24 años y el 19,30 % de aquellos entre 25 a 29 años se clasifican como ‘ninis’.
'Los jóvenes colombianos se enfrentan a obstáculos mayores en el proceso de inserción laboral y educativa, que podría ser un síntoma de 'desajustes estructurales en la economía, desafíos en el sistema de educación y capacitación y por una posible falta de políticas que promuevan la integración de estos jóvenes en el tejido productivo', aseguró Alejandro Cheyne, rector de la Universidad del Rosario.
Las cifras en Atlántico
De acuerdo con el mencionado análisis, el departamento del Atlántico es uno de los entes territoriales en el país con las tasas más bajas de ‘ninis’.
En el departamento, el 29,82 % de los jóvenes entre 18 y 24 años no están estudiando ni trabajando, mientras que la cifra en el grupo de jóvenes entre 25 y 29 años alcanza un 27,87 %.
'Aunque estos jóvenes están activamente buscando trabajo, se encuentran en dificultades para integrarse al mercado laboral', agregó Cheyne.
En ese sentido, también sugirió que esta población 'enfrenta desafíos para insertarse en empleos adecuados o retomar sus estudios, lo que impide crear una mayor estabilidad laboral y financiera'.
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Acciones desde el Distrito
En Barranquilla se han identificado alrededor de 102.729 jóvenes ‘ninis’, según lo expuesto por el Distrito y de acuerdo con los cálculos de un estudio adelantado en alianza con GOYN Barranquilla que tiene como principal insumo los resultados de la Gran Encuesta Integrada de Hogares del Dane en 2022.
Dicho diagnóstico ha permitido definir las acciones estratégicas y líneas de política pública para el corto, mediano y largo plazo. Estas acciones también quedarán incorporadas a nivel programático en el nuevo Plan de Desarrollo, que se encuentra en proceso de construcción.
En ese sentido, la Secretaría distrital de Desarrollo Económico ha implementado un 'enfoque diferencial' para esta población en los programas ‘Estrategia para el aumento de la Empleabilidad’ y ‘Apoyo para la generación y fortalecimiento de unidades productivas’.
El año anterior, a través de la primera iniciativa, se acompañaron 5.234 jóvenes; con asesorías y orientación psico-ocupacional, talleres de preparación en habilidades blandas, registro en plataformas para la búsqueda de empleo y demás procesos de preparación para el empleo.
A partir del segundo proyecto, según el Distrito, se brindó apoyo a 182 jóvenes con iniciativas empresariales. De esa manera se beneficiaron con formación técnica para el desarrollo de áreas funcionales del negocio y la generación de oportunidades comerciales a través de puntos de venta alrededor de la ciudad.
En materia educativa, por su parte, el Distrito destacó se ha consolidado una apuesta 'integral' para la formación de jóvenes competitivos y preparados con las herramientas necesarias para el mundo global y para la inserción al mercado laboral.
También resaltó la cobertura en el proceso de la articulación con la media con el programa de doble titulación, permitiendo la formación de los jóvenes como técnicos laborales en programas que facilitan su tránsito a la educación superior.
'Es la única ciudad que oferta la doble titulación en todas sus instituciones oficiales, graduando al mismo tiempo a 10 mil jóvenes como bachilleres y técnicos laborales anualmente', expuso la administración distrital.
Además, el Distrito se ha destacado por estrategias como Universidad al Barrio, con la entrega de becas de técnicos profesionales, para garantizar el acceso a la educación superior y beneficiar a más de 14 mil jóvenes egresados de IED en 11 años desde el inicio del programa.
Como parte de esta apuesta, bajo el liderazgo del alcalde Alejandro Char, la ciudad también ha sido pionera en la consolidación e implementación de un proyecto para la construcción de 12 sedes especializadas del Sena, alineadas con el ámbito vocacional y con las necesidades del mercado laboral de la ciudad.
A esto se suma el fortalecimiento de la Institución Universitaria de Barranquilla (IUB) para 'abrir más oportunidades para que los jóvenes continúen su ciclo de formación e ingresen al mercado laboral'.
Los retos
El Distrito indicó que se ha identificado que la población joven que no estudia ni se encuentra ocupada en Barranquilla tiene una participación menor respecto al total de población.
En la capital del Atlántico, el 15,6 % de hombres jóvenes se identifica como ‘nini’ y corresponde a un 1,2% menos con relación al porcentaje nacional (16,8 %). En el caso de las mujeres, el 31,7 % se identifican con este grupo y eso corresponde a un 2,7 % menos frente al porcentaje nacional (34,3 %).
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Voces de expertos
Para Oriana Álvarez, directora de Fundesarrollo, sostuvo que a nivel internacional se ha identificado un desafío alrededor de la transición de los jóvenes del ámbito educativo al mercado laboral.
'Esta problemática adquiere una gran heterogeneidad a nivel de regiones colombianas, destacando la necesidad de la realización de análisis focalizados y específicos por departamento, con el fin de impulsar intervenciones más efectivas y precisas que respondan a los requerimientos en materia de integración laboral y educativa', sostuvo.
Puso de presente que en el país existen cerca de 3 millones de jóvenes ‘ninis’, lo que debe ser una prioridad en el marco de la construcción del Plan de Desarrollo de los mandatarios de cara a los próximos cuatro años.
'Los incentivos fiscales tienen efectos positivos sobre la vinculación laboral de población vulnerable, un subsidio a los costos laborales durante tres meses, combinado con un plan de formación junto a las cajas de compensación, quienes son las prestadoras oficiales de los servicios públicos de empleo, lograría no solo aumentar la probabilidad de contratación formal de los jóvenes, sino también ayudaría a amortiguar la actividad económica de medianas y pequeñas empresas en una coyuntura como la actual', explicó.
Roberto Sánchez Torres, de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Colombia, sostuvo que se ha evidenciado el desaprovechamiento del capital humano de los jóvenes.
'Aunque estos tengan altos niveles de calificación no encuentran oportunidades de empleo acordes con su formación o sus expectativas. Por eso es fundamental ampliar el acceso a la educación profesional, pero este se debe articular con programas que garanticen la inserción laboral de jóvenes y una política ambiciosa de fortalecimiento y dinamización de la demanda de trabajo', expuso el experto.
Algunas particularidades alrededor de los ‘ninis’
El informe de la Universidad del Rosario define dos tipos de ‘ninis’: los desempleados, que son jóvenes que se encuentran buscando activamente el trabajo y no logran encontrarlo por distintos factores, y los inactivos, que no se encuentran ni buscando trabajo, ni participan en la educación.
También pone de presente que existe la necesidad de crear políticas adaptadas a cada contexto regional y que deben ser enfocadas por género.
En Atlántico, por ejemplo, la tasa de ‘ninis’ por sexo en la población de 25 a 29 años es de 22,27 % en hombres en comparación con el 77,73 % en mujeres. En la población de 18 a 24 años, el 32,15 % son hombres y 67,85 % corresponde a mujeres.
Por eso se recomienda la implementación de programas educativos que respondan a las demandas específicas del mercado laboral por cada departamento, garantizando la relevancia y la calidad de la formación técnica y profesional.
Asimismo, se insta a abordar las desigualdades de género desde el desarrollo educativo y profesional.
El fortalecimiento de la educación técnica y vocacional y la promoción de colaboraciones entre instituciones educativas y el sector empresarial son fundamentales para mejorar la empleabilidad de los jóvenes
De esta manera, de acuerdo con los expertos que adelantaron el análisis de los datos, el propósito no solo es reducir la cantidad de ‘ninis’, sino de mejorar la calidad vida y las oportunidades de los jóvenes para que contribuyan al desarrollo económico y social del país.
Por otro lado, en el octavo estudio de percepción de jóvenes en Colombia de la Universidad del Rosario, el 77,73 % de la población que se auto reconoce como ‘nini’ asegura que la falta de empleo es la principal afectación en sus vidas; de ese porcentaje, el 35.70% corresponde a hombres, mientras que aproximadamente el 64.30% se compone de mujeres.
Otros desafíos relevantes que perciben los jóvenes ‘ninis’ incluyen la falta de acceso a la educación superior (22.27%), la pobreza (19.09%) y la discriminación (14.09%). Este panorama diverso refleja la complejidad de las dificultades que enfrentan y destaca la necesidad de abordar estas problemáticas de manera integral.
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Las regiones con mayores y menores tasas de este fenómeno
Según el estudio, los departamentos con el índice más alto de ninis entre los 18 a 24 años son Vaupés (58,78 %), Amazonas (57,61 %), Arauca (56,66 %), Vichada (55,93 %), Putumayo (55.40 %), Chocó (54,62 %), Casanare (47,70 %) y Guainía (47,23 %).
También se identificó un gran número de jóvenes de 25 a 29 años en este grupo en los departamentos de Arauca (76,87 %), Vichada (58,33 %), Chocó (57,49 %), Putumayo (56,86 %), Vaupés (56,49 %), Guanía (54,94 %), Amazonas (50,91 %) y Guaviare (47,56 %).
En estos territorios, agregó el documento, se observan patrones significativos de desempleo e inactividad que tienen profundas implicaciones socioeconómicas: 'En este momento etario es crucial consolidar la carrera laboral y alcanzar estabilidad económica'.
Asimismo, las tasas más bajas de ‘ninis’ en jóvenes de 18 a 24 años se presentan en Bogotá (25,53 %), Nariño (26,27 %), Valle del Cauca (27,52 %), Antioquia (27,60 %), Risaralda (29,65 %), Guajira (29,67 %) y Santander (29,94 %).
Mientras que en jóvenes de 25 a 29 años ocurre en Bogotá (22,87 %), Nariño (22,94 %), Valle del Cauca (24,99 %), Guajira (25,37 %), Antioquia (26,66 %), Boyacá (27,47 %), Risaralda (27,85 %) y Santander (28,82 %).
