Las Malvinas: 40 años de un furor argentino en las calles de Barranquilla

La eterna Puerta de Oro de Colombia ha tenido un vínculo cercano desde hace cuarenta años con Argentina como consecuencia de situaciones similares que el país suramericano y un sector de la ciudad atravesaban en aquel momento.

El sentir futbolero es una de las pasiones que más sobresalen entre los habitantes del barrio Las Malvinas, y recientemente, la selección albiceleste fue coronada como campeona del mundo luego de ganarle a la selección francesa en la final del Mundial de Qatar 2022.

Los habitantes celebraron el triunfo del país suramericano y fue un momento ideal para que decenas de líderes sociales y adultos mayores les contaran a las nuevas generaciones cual era tal lazo entre ambos territorios.

Las islas Malvinas, ubicadas a unos 600 kilómetros de Argentina, han estado en el centro de una larga disputa que lleva 189 años. El país latinoamericano afirma que las islas fueron descubiertas por España en 1520 y luego de la independencia del Virreinato del Río de la Plata, Argentina le reclamó los derechos a España sobre las Malvinas y ejerció la soberanía a partir de 1820.

Por su parte, Reino Unido dice que las islas fueron descubiertas por un marino inglés en 1592 y posteriormente compartió soberanía con España. En 1833 el Reino Unido expulsó al gobernador argentino y sus tropas tomando así por la fuerza el control de las islas hasta la actualidad.

Argentina nunca abandonó el reclamo por la soberanía de las islas y luego de poner sobre la mesa la difícil situación ante el Comité Especial de Descolonización de la ONU, el país logró iniciar negociaciones con el Reino Unido.

En total, fueron más de 50.000 soldados que participaron en dicho conflicto bélico, murieron 649 soldados argentinos y otros 1.063 resultaron heridos. Además, murieron 255 soldados británicos y tres habitantes de las islas.

Actualmente, las islas Malvinas cuentan con unos 3.000 mil habitantes y el archipiélago es administrado como uno de los más de diez territorios de ultramar británicos.

Para 1982, Barranquilla continuaba expandiéndose con la creación de nuevos sectores en sus distintas localidades, precisamente en el suroccidente de la ciudad se libraba una batalla similar –pero en menor escala– de lo que estaba sucediendo a miles de kilómetros al sur del continente, la Guerra de las Malvinas.

En ese momento, decenas de familias que no contaban con viviendas dignas ingresaron a los terrenos de una amplia finca en la zona y construyeron cambuches y casas de madera.

Cenen Hueto, líder del barrio Las Malvinas, se refirió a los inicios de este sector y los distintos enfrentamientos que hubo entre los habitantes y la fuerza pública.

'Este es un barrio que partió desde cero, eran lotes baldíos que muchas personas de zonas aledañas comenzaron a construir casas en esta zona, eran alrededor de mil quinientas familias que buscaban un lugar y al comienzo hubo enfrentamientos con la policía que intentaba retirar a los pobladores', afirmó.

'El motivo de que esta zona se llamara ‘Las Malvinas’ es por la similitud de la lucha que se vivía en aquella guerra que en este caso era sobre las tierras de esta zona, de ahí que varios líderes de ese momento decidieron llamarlo así', sostuvo.

En dicho pabellón, el rojo representa la sangre que derramaron los primeros habitantes del barrio por las tierras, el marrón hace alusión a la tierra que se encontraba en disputa y el blanco simboliza la paz con la que vivieron luego de aquella época violenta.

Paula Sanjuan, otra líder del barrio, hizo mención a las principales cualidades que tienen los habitantes de esta zona y un proyecto en concreto que tiene pensado con sus vecinos.

'Los habitantes de Las Malvinas son unas personas pujantes, lo que hoy vemos es un reflejo a toda una lucha social para mejorar nuestra calidad de vida a lo largo de los años. La idea de muchos líderes para próximos proyectos es colocar una placa en la entrada del barrio con una pequeña reseña de quienes han sido esos líderes que se han destacado a lo largo de cuarenta años', afirmó la mujer, quien es edil de la localidad Suroccidente.

'La pasión futbolera que se vive en Las Malvinas es impresionante, muy fuerte. Los niños, jóvenes y adultos buscan cualquier excusa para reunirse en una cacha o en la calle y jugar futbol, lo hacemos porque amamos el deporte', dijo.

Redondo añadió que: 'Muchos estamos felices y orgullosos por haber visto coronarse campeón a la selección albiceleste. El nombre de nuestro barrio lleva el territorio que peleó con Reino Unido y que lastimosamente perdió'.

'Yo amo mucho el futbol y lo juego siempre con mis amigos del colegio o de la cuadra, nosotros jugamos mucho y lo disfrutamos porque nos hace muy feliz, yo le doy a Argentina y me alegro que haya ganado el Mundial, Messi es mi jugador favorito', expresó el niño.

Asimismo, Carlos López, habitante del barrio, añadió: 'El mundial de futbol lo vivimos apasionadamente, fue muy intenso y aunque cada quien tiene sus preferencias por los países, muchos vecinos apoyamos a Argentina, un país con el que tenemos una conexión desde hace cuarenta años'.

La relación entre ambos territorios es tanta que este barrio y la capital del país gaucho cuentan con radios comunitarias en las que comparten programas radiales que fortalecen el intercambio cultural.

En mayo del año anterior, el embajador de Argentina en Colombia, Gustavo Dzugala, realizó una visita en la Institución Educativa Distrital Mundo Bolivariano, ubicada en el barrio Las Malvinas. El funcionario conversó con los alumnos y docentes sobre la importancia la construcción de memoria histórica sobre el origen del barrio y se trabajó sobre la idea de ‘Malvinas nos Une’.

La Embajada donó libros y un mapa como testimonio de la visita, de la que participaron también funcionarios de las Secretarías de Educación y Gestión Social de la ciudad de Barranquilla. Parte del material donado fueron ejemplares del cuento infantil ‘Pipino el pingüino, el monstruo y las Islas Malvinas’, del ex combatiente y residente en Colombia Claudio Garbolino.