Inesperado. Así fue calificado el hallazgo de una serie de restos humanos en medio de la construcción de un parque en el corregimiento de Villa Rosa, en jurisdicción de Repelón. A través de estos vestigios, expertos han iniciado un proceso para analizar la historia temprana del Atlántico y la región Caribe.
La Universidad del Atlántico, a través del Museo de Antropología MAUA, ha iniciado el proceso de rescate de los elementos y avanzar en su ensamblaje ante una solicitud hecha por la Gobernación del Atlántico.
Álvaro Martes, director del Museo de Antropología de la Universidad del Atlántico, en diálogo con EL HERALDO explicó que el hallazgo corresponde a una vasija de uso suntuario y que posiblemente fue utilizada para un ritual.
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Indicó que se han evidenciado algunas afectaciones debido a procesos naturales externos como la lluvia, la humedad o la erosión.
'Esa compactación permitió recuperar una gran cantidad de material cerámico asociado a dos piezas de dimensiones grandes que en este momento se encuentran en la Universidad y que están siendo restauradas para poder exhibirse', detalló.
Los resultados de interpretaciones e investigaciones tardarán alrededor de dos meses y los resultados serán exhibidos en el museo de la Uniatlántico.
Fases al recibir la pieza
El antropólogo Martes dijo que el proceso contempla varias fases, desde una reconstrucción total del objeto, armado de la vasija y una valoración estilística para revisar que otros elementos afloran y de esta manera establecer una posible relación de los objetos encontrados con la historia temprana del departamento.
Explicó que una vez se comienza a hacer el proceso de remoción de los fragmentos cerámicos que integran la vasija se halló una figura antropomorfa, donde se pudo detallar el rostro y finalmente al descubrir bajo la arena el resto del cuerpo del objeto, donde se estableció que era una figura antropomorfa de gran importancia para el departamento del Atlántico, al ser la primera en tamaño que se ha registrado en esta zona del país.
Es de anotar que una pieza antropomorfa es una representación del arte mesoamericano del ser humano e ídolos a través de figuras. Estas servían para aludir sucesos memorables y mostrar las características de seres divinos con atributos humanos.
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Al respecto, Marte señaló que esta pieza podría darnos a entender –por la forma cómo fue encontrada y lo que contenía– que se trataba de una figura importante y con gran estatus dentro de dicha civilización.
El antropólogo reveló a esta Casa Editorial que él lo bautizó como ‘El Señor de Villa Rosa’. 'La forma de la cerámica, su representación antropomorfa y su asocio a un entierro nos está indicando que era una persona con un alto estatus dentro de la comunidad prehispánica en Villa Rosa'.
Aseguró que el MAUA hará una exhibición en la sede de la Universidad del Atlántico detallando el proceso investigativo.
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Martes precisó que la pieza arqueológica tiene unos 30 a 35 centímetros de alto, con una representación de elementos como brazaletes en cada uno de los brazos, un ‘portapenes’ que representa el cubrimiento del sexo a la hora de morir, sobre todo la parte de un hombre y una especie de diadema que no está completa, pero que recubre gran parte de la cabeza.
'Por la forma que tienen los ojos y su decoración permite evidenciar que se encuentran completamente cerrados, es decir, la figura se realizó una vez la persona estuvo muerta y se dispuso al lado de una vasija como parte del ajuar funerario', dijo.
Precisó que los rituales de enterramiento son bastante significativos, pues nos permiten entender procesos de cosmovisión y elementos asociados a las dietas alimenticias de las comunidades prehispánicas. 'Es un hallazgo bastante importante a pesar de ser fortuito y que no se puede seguir excavando en todo el sector, porque hay una obra adelantada que es un parque. Se rescató, esto es bastante importante, sobre todo por el tamaño ya que es uno de los objetos más grandes que se ha encontrado hasta este momento'.
Lo que dice Uniatlántico
Los primeros avances en la investigación –que cuenta con el apoyo de la Vicerrectoría de Investigaciones, Extensión y Proyección Social de la Universidad– indican que existe un asocio entre la figura y los huesos o restos humanos que estaban depositados en la vasija.
'Este es un trabajo que fortalece las investigaciones previas que el museo viene realizando', aseguró Leonardo Niebles Núñez, vicerrector de Investigaciones, Extensión y Proyección Social.
Sobre los hallazgos, a partir de un análisis que hace el antropólogo físico de la Universidad Nacional, David Martínez Molina y quien realiza una pasantía en investigación en Uniatlántico con un trabajo de grado denominado ‘Prácticas funerarias en la costa Atlántica’, en el área de la mandíbula se pudo apreciar que hay una solidificación de los agujeros correspondientes a la parte de los molares y solamente tiene aberturas en los incisos inferiores.
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De acuerdo con el criterio del científico, específicamente de tasas de antropometría, se permite tener una medición para calcular que esta persona tendría una edad cercana a los 65 años, lo que coincide con lo que se muestra en la figura del rostro humano, que revela unas incisiones con proceso de escisión en la boca, prácticamente asemejando lo que serían las arrugas del cuerpo humano, confirmando el estado de adultez.
Por su parte, el rector de la Universidad del Atlántico, Danilo Hernández Rodríguez, no dudó en reconocer la labor de los investigadores y dijo que 'una vez más se demuestra la confianza en los procesos investigativos arqueológicos que realiza este estamento académico, desde los inicios de la arqueología en el Caribe, que lo convierte en un aporte a la construcción de la historia temprana del Departamento y la región. Con estos resultados, buscamos catapultar esta institución dentro de la línea de investigación arqueológica'.
Este hallazgo también ratifica que el corregimiento de Villa Rosa es una zona con un alto potencial arqueológico en el Atlántico, reiterando además que en general, el Atlántico tiene un alto potencial en el contexto nacional con evidencias de material cerámico en toda la superficie del mismo, incluso se puede estar hablando de presencia humana desdelos 10.000 y 11.000 A.C.
Importancia en la historia
El Atlántico es reconocido como área intermedia, porque es una zona de fluctuaciones entre el Magdalena, Bolívar y la depresión Momposina, que se convierte en un corredor natural de comunicación entre los dos epicentros.
Según estudios que se han realizado, el mayor desarrollo de sociedades precolombinas corresponde a los Tayrona y a los Zenú.
'La forma de entierro en nuestros antepasados es muy poco estudiada y promueven la interpretación de la ritualización de la vida y muerte, por ello, el estudio adelantado por investigadores de la Uniatlántico, es importante porque permite comenzar a indagar sobre estos aspectos', puntualizó el antropólogo Álvaro Martes.
