Más de 980 días transcurrieron para que la calurosa ‘Calle de la Amargura’ 'reviviera' en el municipio de Santo Tomás. Desde el 19 de abril de 2019, los flagelantes dejaron de recorrer la zona para pedir y agradecer por los favores recibidos.
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La pandemia generada por la covid-19 llevó a aplazar, durante 2020 y 2021, este tradicional recorrido. Sin embargo, el actual momento epidemiológico permitió que decenas de personas volvieran a cumplir con aquella promesa que se vio interrumpida por aquel inédito virus.
Luis, el flagelante que tuvo que suspender.
Luis Ávila Dávila, vigilante de la Alcaldía de Santo Tomás, de 64 años, lleva 19 años cumpliendo una manda, la misma que no revela, pues decidió mantenerla en secreto.
Cuando iban al menos 100 metros del recorrido y con solo haber pasado la primera estación –donde los penitentes llegan a la primera cruz para recibir los primeros cortes en su espalda baja–, Ávila no soportó y gritó de dolor
Segundos después cayó sobre un andén donde fue socorrido por sus acompañantes, hasta que llegó una ambulancia que le dio traslado a un centro hospitalario local.
El parte oficial de Ávila era que había sufrido un desvanecimiento producto de la alta temperatura y la deshidratación.
Tomás Guardiola, alcalde de Santo Tomás, confirmó que Ávila se encuentra fuera de peligro y había sido dado de alta y se encontraba en su casa.
Cumplió la promesa
César Bocanegra Acosta, de 63 años, es otro de los flagelantes que este viernes estuvo en Santo Tomás para 'agradecer' por la salud de su esposa.
Descalzo y con una especie de bata que solo cubre la parte inferior de su cuerpo, este hombre –quien es albañil de profesión– cumplió con su promesa, después de un intento fallido.
En 2017 prometió que durante tres años pagaría la manda por la salud de su esposa, quien permanecía enferma y no había una cura para ella.
Su motivación es ella, su compañera. La primera vez que intentó hacer una petición con una manda, la incumplió por motivos personales. Sin embargo, al ver como un hermano la hizo y la terminó, él decidió intentarlo por un periodo de tres años.
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Esta inició en 2017 y debía culminar en 2020; sin embargo, esto no se efectuó así, pues en 2020 fue decretada la pandemia de la covid-19 y Santo Tomás tuvo que suspender toda actividad al aire libre. Fueron dos largos años y que este Viernes Santo se cumplió para él y su familia.
Su esposa –quien lo acompañó bajo un templado sol– agradeció el sacrificio, amor y fervor para que ella pudiera ser sanada.
'Eso es una cosa que uno tiene que aprender y tuve que aprender a ‘picarme’, (cortes en la espalda al que ellos denominan de esa forma)', expresó el hombre mientras caminaba por la ‘Calle de la Amargura’.
Agregó que en el momento de los azotes y cortes no sintió dolor. Aclaró que tras el recorrido se va a su casa a descansar para estar listo con su vida laboral y familia.
18 años cargando la cruz
Carmenza Castro de la Hoz, una humilde mujer que en medio del intenso recorrido y evidente cansancio después de cargar una cruz de madera por más de dos kilómetros, confiesa que este 'sacrificio' data de hace 18 años, pues pedía un milagro para su hijo que se debatía entre la vida y la muerte por una enfermedad respiratoria.
En ese entonces, el dictamen médico no le pronosticaba que su pequeño hijo lograra recuperarse.
Sin embargo, la fe que le imprimió al acto del nazareno –como es denominado cuando personifican a Jesús cargando la pesada cruz de camino al calvario– le 'cumplió el milagro'.
'Yo me fui al hospital en la noche y de la camilla sentí una voz que decía: tu hijo vive, tu hijo no se va a morir', recordó la mujer.
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Sostuvo que después de escuchar esa voz, decidió emprender el camino de los flagelantes de Santo Tomás, pero bajo la penitencia de cargar la cruz, tal como lo hizo Jesús de Nazareth en los momentos previos a su muerte.
En medio de las lágrimas agradeció los favores recibidos en este 2022 y confesó que este sería el último año en el que participaría en el recorrido de los flagelantes y nazarenos.
En este último recorrido estuvo acompañada de su hijo, el que en aquel entonces se debatía entre la vida y la muerte, así como otros familiares que también lloraron de ver como Carmenza lograba tras 18 años cumplir con su manda.
Reactivación económica
Este Viernes Santo en el municipio de Santo Tomás se reportó 'absoluta tranquilidad'. Las autoridades indicaron que debido a la Semana Santa se decretó ley seca a partir de las 6:00 de la tarde de este viernes hasta las 6:00 de la mañana del día sábado.
Tomás Guardiola Sarmiento, primera autoridad del municipio, indicó que por tradición religiosa se prohíbe la venta de licor en el horario establecido.
Indicó que esta celebración religiosa de los tomasinos permite al municipio la reactivación económica, pues a esta conmemoración no solo llegan personas del mismo municipio, sino de otros lugares del departamento.
El mandatario indicó que en estos recorridos se instalan dos ambulancia: una al inicio del recorrido y otra al finalizar para poder atender cualquier eventualidad.
Indicó que en el evento estaba desplegado Policía Nacional, de Infancia y Adolescencia, Movilidad.
'Toda la institucionalidad estuvo presente en el recorrido de los flagelantes para garantizarle a la población un parte de tranquilidad en la segunda celebración más importante', puntualizó.
