El desconocimiento de las ofertas nacionales e internacionales es, en ocasiones, uno de los detonantes por el que los colombianos no tienen acceso a los beneficios que entrega el Gobierno, entre ellos los estudios gratuitos.
No obstante, hay quienes sí le ponen la lupa a estas convocatorias. Óscar Álvarez, por ejemplo, es un paisa de 30 años, profesor de la Universidad del Norte, quien realizó un doctorado en Alemania gracias a una beca de Colciencias.
Álvarez estudió Ingeniería Civil en la Universidad Nacional de Medellín, luego una maestría en Hidráulica en la misma universidad. Aspiró en 2010 a la convocatoria y realizó el doctorado en Ciencias del Mar entre 2011 y 2014, la mitad fue estudiada en la Universidad Nacional y la otra mitad en la Universidad de Bremen en Alemania.
'Fue una experiencia enriquecedora, es una cultura muy diferente, cotidianamente como en la forma en la que ven y sienten la vida. Es un reto muy bonito aprender un nuevo idioma', cuenta.
Otro caso, en esta oportunidad a través de Fulbright (un programa del Departamento de Estado de los Estados Unidos), fue el de Ana Lucía Maya.
Ella es una abogada y especialista en Derecho Constitucional oriunda de Túquerres, Nariño. Realizó con la beca J. William Fulbright una maestría en derecho ambiental energético en la Tulane University, en Estados Unidos y ahora se desempeña como docente en la Universidad del Norte en Derecho.
Su aplicación fue hecha en 2013, luego de conocer que varios de sus amigos la habían obtenido. 'El proceso de aplicación es bastante largo. Evaluaron la experiencia en el área y la proyección profesional en la que pudiera contribuir luego de mis estudios en el extranjero', dice.
Convocatorias abiertas. Para Álvarez 'las convocatorias son muy abiertas, y usualmente se las ganan las personas que cumplen los requisitos'. Maya coincide con esta apreciación, pues considera que se parte de 'un proceso competitivo, en el que tienen en cuenta los méritos académicos y el trabajo que se ha hecho previamente a la beca'.
Asegura que para aspirar a una beca 'necesita cosas que no son de otro mundo, lo más importante podría ser el inglés, con ese idioma puedes ir a cualquier país'. En el caso de la maestría, su beca cubrió manutención y gastos de ubicación en Estados Unidos. 'La beca de la matrícula me la completó la Universidad en la que estudié', relata Maya.
Lo más importante a la hora de postularse –afirma Álvarez– es tener pasión por el tema. 'Hacer un doctorado es duro, es un esfuerzo grande y sostenido de más de cuatro años. Para uno no fallar debe estar enamorado de su tema'.
Por su parte Maya, quien aplicó en 2013 y estudió entre 2014 y 2015, dice que lo realmente importante 'no es dónde se hagan los estudios, sino la proyección que tienes con ellos'.
Créditos condonables
Las becas otorgadas por Colciencias son bajo la forma de préstamo condonable, ese es el caso de Óscar Álvarez. 'Yo tenía cubrimiento de matrícula 100%, sostenimiento, recursos para pasantías, seguros médicos, tiquetes y algunos rubros menores para publicación de artículos', explica.
Al momento de terminar el doctorado, con el grado condona el 60%, 'si puedes hacer doble titulación condonas otro 10%, si hiciste pasantías otro 10%, y el resto se condona ya sea con producción científica o con apoyo a Colciencias. Finalmente uno no termina pagando nada y la forma de pagarlo es básicamente con lo que uno estudió', añade.
Ana Lucía Maya califica su experiencia como 'enriquecedora, un reto académico y personal'. Es por ello que motiva a que otras personas se den la oportunidad de aplicar en las diversas convocatorias que se realizan en el país.
Álvarez manifiesta que las universidades y los profesores 'muchas veces tienen proyectos que tienen forma de patrocinar. Falta es que una persona los llame y les interese'.
Estos estudios 'permiten mover los límites y las barreras del conocimiento, es un aporte muy bonito a la sociedad', concluye.





















