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Tulia Piña Arrieta, la mujer que con sus caderas hizo grande el baile tradicional del Caribe desde su natal San Marcos (Sucre), recibirá este miércoles a las 10 de la mañana el último adiós. Dos horas antes, La perla del San Jorge le expresará el último tributo de cuerpo presente en la Casa de la Cultura.

La muerte de Piña, de 103 años, se produjo a las 5:30 de la tarde del lunes por causas naturales en una clínica de Sincelejo, donde había sido internada hace dos semanas.

Con su partida, ritmos como el porro, la cumbia, el fandango, la puya y los cantos tradicionales pierden a quien fue declarada como la mejor exponente del baile folclórico en Caucasia y Turbo (Antioquia), la mejor bailadora del Festival Nacional del Pito Atravesao’ en Morroa y reina departamental de la tercera edad en 2002. También fue la gran homenajeada del VI Festival Nacional del Porro Cantao’ de San Marcos.

'Yo sigo bailando y lo que más pido es música; bailo lo que me toquen, hasta lo último que ha salido. Estoy festejando mi primer siglo de vida y qué bueno compartirlo con mi familia y mis amigos', expresó en su centenario a EL HERALDO quien también fue llamada la ‘matrona de San Marcos’.

Su valioso legado

El legado de Bertha Piña no ha conocido fronteras en el ámbito artístico.

Su hija Elvira Piña se paseó por Colombia y el mundo cantando música tropical y por más de dos décadas lo ha hecho con música católica; su hermano Alfonso Piña, ya fallecido, fue un destacado clarinetista, fundador del Festival Nacional del Porro Canta'o de San Marcos; su otro hermano Jorge Piña adquirió reconocimiento con el clarinete y lo mismo ocurrió con sus sobrinos Juan De la Cruz Piña, trompetista; Carlos Piña, saxofonista, y Juan Piña, el niño de San Marcos.

La imagen más auténtica de ella y con la que se quedan Sucre y el país es con sus polleras, collares, pulseras, candongas y tocados de bonche. Amó el San Jorge y por eso su siglo de existencia lo celebró a orillas de él, haciendo lo que mejor sabía: bailar. El próximo 3 de abril cumpliría 104 años, pero como todo mortal que deje huella, quien era la más longeva de la dinastía Piña es ya una leyenda.