La ruta de los recuerdos de Jorge Oñate a un mes de su muerte
Su obra musical toma un nuevo vuelo. En Valledupar y su área metropolitana realizarán murales alusivos a sus canciones.
“Nació mi poesía
como las madrugadas en mi pueblo
ardiente, pura y majestuosa
mis versos viajeros y libres como el viento
cual astro fugaz del firmamento, en la noche hermosa”.
Esta es la introducción del clásico vallenato Nació mi poesía, interpretado por Jorge Oñate, quien murió hace exactamente un mes. La temática de esta canción que describe al viejo Valledupar, está siendo plasmada en un mural con el que se inicia la Ruta Metropolitana de Juglares ‘Homenaje a Jorge Oñate’, iniciativa cultural que desde la capital cesarense se extenderá por los municipios de La Paz, Manaure, San Diego y Codazzi.
La canción cobrará vida gracias al colectivo artístico cultural ‘Pata Pintá’ que ilustrará las casitas de bahareque, las arepitas de queque y los dulces de los que habla el compositor Fernando Dangond en su letra.
El primero de los cinco murales que estarán dedicados a recrear los clásicos que impuso el primer cantante exitoso de la música vallenata, está siendo intervenido en la carrera 4 con calle 11, en el barrio Novalito de la capital cesarense. Allí, 10 artistas le dan sus pinceladas a los 93 metros de largo y 3 de alto que tiene esa cuadra. “Dentro de la composición del mural se encuentran diferentes elementos que contienen simbólicamente conceptos que ayudan al fortalecimiento de la identidad cultural. Tal como se ve reflejado en los cantos vallenatos, tomamos la canción Nació mi poesía interpretada por Jorge Oñate en la cual menciona un ecosistema de elementos representativos de la región como lo son la casa de bahareque, los niños volando cometa, campesinos en sus burros, casas coloniales, flora, fauna y vendedores de arepita de queque. De esta manera, sensibilizamos a la comunidad del desarraigo de nuestras costumbres y tradiciones”, contó Jofer Fuentes, integrante del colectivo cultural ‘Pata Pintá’, que desde el viernes pasado inició labores.
El director del Área Metropolitana de Valledupar, Andrés Arturo Fernández, explicó a EL HERALDO que esta iniciativa cultural entrará a fortalecer las Áreas de Desarrollo Naranja (ADN) a través de sitios de interés turístico. “Con esto se busca exaltar la vida y obra musical de Jorge Oñate, el mas grande cantor de nuestra música vallenata. Así mismo, en adelante se seguirá exaltando la vida musical de otros intérpretes y juglares destacados como: Leandro Díaz, Diomedes Díaz, Alejandro Durán y Rafael Orozco”.
Agregó que el primer mural será entregado este 31 de marzo para conmemorar el natalicio 72 del Jilguero de América. “La iniciativa principal es muralización, pero posteriormente tendrá elementos escultóricos. Con esta estrategia queremos potencializar el interés turístico que tenemos con nuestra mayor riqueza cultural que es el vallenato”.
José ‘el Mono’ Romero, quien fue el último mánager del Jilguero de América, en diálogo con este medio se refirió a las críticas que ha recibido él y los familiares del fallecido artista luego de que compartiera una fotografía de la tumba en que reposan los restos de esta legendaria figura. La imagen evidencia que no cuenta con una lápida. “La idea es trasladar los restos de esa tumba y construir una nueva que sea muy vistosa, a la altura de lo que representa el maestro para nuestro folclor. Quiero explicar que inicialmente fue sepultado junto a su madre porque esa fue su voluntad y que momentáneamente su bóveda está en obra gris, pero la familia me manifestó su decisión de construirle algo mucho mejor que se integre con proyectos que dejó en pie como su museo que funcionará en su casa materna”.
José Jorge Oñate Canales, uno de los hijos del exitoso cantante, dijo que en lo personal siente una gran ausencia debido a que últimamente se veían a diario y le estaba dando clases de canto. “Me aconsejaba mucho sobre la disciplina que se debe tener en este arte, yo llevo 15 años cantando y no me las sé todas, así que estábamos viviendo días muy felices, infortunadamente tuvo una salida y eso fue suficiente para contagiarse de este virus que sigue cobrando muchas vidas”.
Sobre el estado de la tumba, José Jorge manifestó que su padre quiso estar junto a su madre Delfina y su hermano mayor Jesualdo. “Se ha hablado y se van a hacer unas mejoras”.
Los homenajes musicales para este cantante vallenato comienzan a ser anunciados. El primero de ellos ya tiene fecha, se trata del Festival Pedazo de Acordeón que se cumplirá del 23 al 25 de abril en El Paso, Cesar, donde la edición 32 de este certamen cultural estará dedicada a exaltar el legado de Jorge Oñate.
Adalberto Beleño, presidente del festival, indicó que este intérprete es muy importante para la tierra donde nació Alejandro Durán, debido a que fue uno de los que más exaltó su obra.
“Jorge estuvo vinculado a nuestro festival en muchas ocasiones, también hizo versiones muy decorosas de temas del juglar Alejandro Durán como ‘La cachucha bacana’, ‘Altos del Rosario’, ‘María Eugenia’, ‘La muchachita’, ‘Los dos amigos’, entre otras. Él fue quien mejor supo interpretar su música, por eso es más que merecedor de este homenaje póstumo”.
Beleño confirmó que José Jorge Oñate, hijo del desaparecido artista y quien heredó su vena musical, sería uno de los amenizadores del evento.
“Interpretará los grandes éxitos de su padre, será uno de los ‘shows’ centrales de este festival que será virtual y contará con los concursos de Acordeonero Profesional, Aficionado, Canción Inédita, Piqueria, Canciones Costumbristas y Canciones en Homenaje a Jorge Oñate”.
El escritor, compositor e historiador de música vallenata Julio Oñate Martínez, manifestó lo mucho que pesa su ausencia debido a que este género musical se quedó sin el hombre que consolidó la figura del cantante que ya tenía antecedentes y pioneros, “pero fue él quien le dio relevancia a nivel profesional y como figura del espectáculo que de ese oficio generó los recursos para subsistir. Antes de él hubo por lo menos 10 figuras que tuvieron ese rol en grabaciones y presentaciones: Alberto Fernández, Julio Erazo, Esteban Montaño, Armando Zabaleta e Isaac ‘Tijito’ Carrillo, entre otros. Desde ya se siente un vacío inmenso”.
En cuanto a las letras que le grabó relaciona ‘No te vayas’ y ‘Rumor lejano’ con el conjunto de Los Hermanos López; con Raúl ‘Chiche’ Martínez ‘Dos corazones’ y con Nicolás Elías ‘Colacho’ Mendoza ‘Jardín de amor’ y ‘Esperando a Rafael’. “Nos decíamos primos de cariño y porque llevábamos el mismo apellido, fuimos supremamente cercanos, él a veces se bajaba en mi apartamento en el conjunto residencial Los Laureles, en Barranquilla, y allá armábamos nuestras parrandas, muchos vecinos se integraban y otros que llegaban enojados intentando calmar el alboroto, terminaban parrandeando”.
El barranquillero José Pacheco Barreto, afirma que es uno de los pocos ‘oñatistas’ que puede tener la colección completa de álbumes de este cantante.
Sostiene que desde niño le llamó la atención por su voz potente. “Tengo 70 álbumes, incluyendo los que grabó en ‘Fiesta Vallenata’, algo que muy difícilmente puede tener un coleccionista. “Su historia musical inició con el álbum ‘Festival Vallenato’ (1968) grabado en Bogotá con Emilio Oviedo que incluye música de banda y rancheras, y culmina con ‘Patrimonio cultural’, CD que estrenó en 2016 con el Rey de Reyes Álvaro López, los tengo todo, me tomó décadas armar esta colección”.
Este melómano expresa que tuvo la oportunidad de conocerlo. “Una vez lo fuimos a buscar al Hotel Genova porque lo queríamos contratar para que amenizara el baile Derroche Juvenil, él acababa de lanzar el álbum ‘Paisaje de Sol’ (1982) con Juancho Rois y tenía pegado ‘La gordita’. Su mánager nos dijo que la agenda estaba llena, pero Jorge bajó a la recepción y nos recomendó a Silvio Brito y Colacho Mendoza, quienes terminaron tocando en nuestro baile”.
