El ser humano es una criatura de placeres y momentos simples. A veces, el aleteo de una mariposa, el crujir de unos árboles en la selva y el canto de las aves pueden convertirse en una experiencia mágica que guardará para el recuerdo durante toda su vida. Para Andrea Fernández, una colombiana que vive en Londres desde hace diez años, uno de los sueños que le quedaba por cumplir en su tierra era ver el salto de una ballena jorobada sobre el mar del pacífico colombiano.
Afortunadamente, estas majestuosas criaturas llegan a nuestro país durante la segunda temporada del año y se refugian en uno de los rincones más profundos que hay dentro de la región pacífica, en Bahía Solano, un municipio perteneciente al departamento del Chocó.
Este pedacito de Colombia guarda secretos que ni siquiera algunos residentes del país conocen. Su biodiversidad llena de manglares, cascadas naturales, playas y variedad de especies animales la han convertido en un referente turístico en crecimiento, que muchas personas aprovechan para visitar en esta época.
EL HERALDO tuvo la oportunidad de viajar hacia esta zona como parte de la iniciativa de ‘El País de la Belleza’, del Gobierno nacional, que es liderada por la empresa ProColombia, y durante la travesía pudo conocer la historia y planes que se pueden hacer en el sitio.
“En Bahía Solano se pueden encontrar alrededor de 14 cascadas, una de las más famosas es la de Nabuga, que por su agua cristalina y fácil acceso es de las más visitadas en el territorio. Creo que en general las playas y cascadas que se pueden encontrar aquí son maravillosas por los sonidos y registros fotográficos que dejan a los turistas. Toda esta conexión con la naturaleza también hace parte de los planes turísticos, tenemos disponible caminatas por la selva donde se pueden encontrar ranas, serpientes y todo tipo de animales que no representan peligro para los visitantes, aunque siempre hay que tener precaución, de igual manera al venir a Bahía Solano hay muchas agencias preparadas para ofrecer recorridos y están totalmente capacitadas para esto”, explicó Juan David Riasco, de la Fundación Maradentro, que promueve el turismo en la zona.
En esa misma línea, Juan David se refirió a la actividad principal que hay en Bahía Solano, que consiste en el avistamiento de ballenas.
“La temporada de avistamiento de ballenas inició desde mediados de julio y se extiende hasta mediados de octubre. Durante esta época las ballenas yubarta o jorobadas llegan hasta el Pacífico con el fin de tener a sus crías en la costa. Las ballenas viajan desde la Antártida y la Patagonia 8.000 kilómetros por dos meses. El avistamiento de ballenas se puede hacer tanto en lancha como en yate. Esta se lleva a cabo adentrándose en el Océano Pacífico, ya que no pasan cerca del puerto. Se puede realizar entre las 8:00 a.m. y las 4:00 p.m.”, detalló.
Expuso, también, que se puede disfrutar del avistamiento de delfines en la isla, los cuales suelen juguetear entre ellos a la misma distancia que las ballenas.
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Con respecto a la llegada a la isla, se puede hacer tomando un avión desde ciudades como Bogotá, Medellín, Cali o Armenia, que tienen conexión directa con el Aeropuerto de Bahía Solano. De igual forma, aquellos que deseen llegar de una manera diferente lo pueden lograr tomando lanchas o barcos desde Buenaventura.
Una vez se encuentre en Bahía Solano puede tomar una moto, una chiva o un tuk tuk (moto-carro) para ir hasta su hotel. Es posible que en el trayecto deba tomar alguna lancha para poder cruzar el mar y llegar a sus destinos.

Contrastes
En Bahía Solano la conexión con la naturaleza es directa y salvaje. Los paisajes son más extensos, las selvas cubren gran parte del territorio y los animales como peces, cangrejos, salamandras y aves pueden encontrarse por doquier.
La lluvia está presente durante todo el año y el clima tropical húmedo de la selva es el que impera en la región. Incluso, según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, Ideam, en el año puede llegar a llover hasta 253 días.
Si bien se pueden realizar muchas actividades al día, es recurrente que el clima cambie un poco los planes, por lo que hay que ir preparado con gorras, zapatos adecuados e impermeable.
La gastronomía nunca será un problema. La oferta es variada y se pueden disfrutar de platos como asados, pescados como róbalo y atún, y comida tradicional preparadas que vienen incluidas en los paquetes turísticos.
Para los que gusten experimentar algo diferente, el viche es la bebida ancestral que se comercializa en todas partes, su valor puede depender de los niveles de plantas que desee la persona en su bebida, pero hay una para cada ocasión. Esta es una de las experiencias que no puede dejar pasar en su visita a la zona.
De esta manera, Bahía Solano cumple con todos los requerimientos necesarios para ser un atractivo turístico más de los rincones del pacífico colombiano y de este país de la belleza que despierta los sentidos a todos sus visitantes.

Fortaleciendo el turismo en la región
El Ministerio de Comercio, Industria y Turismo anunció a inicios de 2024 la aprobación de 56 proyectos de turismo en el Pacífico Colombiano, los cuales tendrán una inversión de 64.752 millones.
Toda esta inversión va a ser distribuida en diferentes sectores, pero los productos turísticos que más se mueven en la región son la cultura, naturaleza, sol y playa, backpackers y avistamiento de aves.
En ese sentido, solo en el Chocó han sido registradas 838 especies de aves, de las cuales 10 son endémicas, (es decir, no se encuentran en ningún otro lugar del mundo), casi el 50% de la avifauna del país.
Es de anotar que el pacífico colombiano se viene consolidando como un destino turístico para los próximos años. Según Migración Colombia, en 2023 llegaron a esta región, 327.847 extranjeros no residentes, siendo Cali la ciudad más visitada con un registro de 188.334 personas, seguida de Buenaventura con 12.397, Palmira con 7.471 y Popayán con 4.128.





















