Adiós a William Colina, el periodista y el compañero

El ‘Flaco’ Colina, Wicaxo, Wico, El Coli o Willy Salsita, por el parecido en la contextura con ese bailarín de estadero local, eran solo algunos de los apodos con los que se conocía cariñosamente a William de Jesús Colina Páez en las salas de redacción de EL HERALDO y AL DÍA.

El pasado martes 31 de octubre, mientras Colina permanecía en trabajo en casa sufrió un infarto fulminante después de almuerzo. De eso fue testigo su esposa Nelly Cantillo, con quien compartía desde hacía muchos años.

Desde 2007 este periodista, de 54 años, arriesgado y sin pelos en la lengua, empezó a trabajar en la Casa Editorial EL HERALDO. Inicialmente estuvo al frente de las noticias que se generaban desde el municipio de Soledad, en el corto tiempo que tuvo circulación AL DÍA Edición Soledad. Sabía cómo era el complicado manejo de la información en esta zona del Atlántico debido a su paso por el desaparecido impreso Costa Visión, del cual fue editor.

Posteriormente integró por largo tiempo el equipo de Judiciales de EL HERALDO, grupo con el que obtuvo varios reconocimientos, entre estos una mención de Honor de los Premios Simón Bolívar por el trabajo ‘Infierno en La Modelo’, en relación al grave caso que sucedió en este penal barranquillero en enero de 2014.

Era conocedor y guardián de largos procesos judiciales. Amigo de abogados, jueces y fiscales, pero no de los corruptos, como solía decir, este reportero tenía cualquier cantidad de fuentes y siempre solía 'dar palo', otra forma de llamar a la popular ‘chiva’ o primicia.

Luego estuvo en el equipo web de elheraldo.co, en el que aportó conocimientos de la fuente judicial a las nuevas generaciones. De ahí, por razones médicas, Colina permanecía en casa y trabajaba para informes comerciales de EL HERALDO. No obstante, continuaba ayudando al actual equipo judicial del periódico.

Con un inagotable sentido del humor, pese a las adversidades, William logró sacarle sonrisas a todos los compañeros que vio pasar por esta casa editorial. Entre la tarde del martes y en el día de ayer muchas fueron las anécdotas que se recordaron en su memoria.

Otra historia que se recordó fue cuando puso en riesgo su vida en plena reportería. En Soledad, en medio de una protesta por inundaciones causadas por la lluvia, le rociaron gasolina e intentaron prenderle fuego, pero al agresor se le mojó la caja de fósforos. 'Si el fósforo le prende al man, no hubiese echado el cuento', decía entre risas. Por esa situación también se ganó el remoquete de ‘Hombre en Llamas’, como la película protagonizada por Denzel Washington.

'Ay Wico, no lo creo. Tantas jornadas de trabajo en la redacción, tantas risas, tantos aprendizajes, tantos momentos difíciles, tantas chivas, tantas mamaderas de gallo, tanto compañerismo y amistad compartidos, que hicieron y harán siempre mi vida mejor. Extrañaré las felicitaciones mutuas de cumpleaños y tus memes ilógicamente chistosos, pero, ante todo, tu valentía para afrontar la vida tal y como viniera. Le pido a Dios mucho consuelo para tu amada Nelly, a toda tu familia y amigos. Adiós, amigo', escribió Karina González, periodista y antigua jefe de Colina.

'Me enseñó cómo cubrir una audiencia de control de garantías. Cual profesor de derecho penal, aprendí de él a diferenciar entre una legalización de captura, una imputación y una medida de aseguramiento. Sobre el oficio de escribir crónica roja, me explicó cómo un pie de foto puede potenciar o aniquilar el relato sobre un homicidio. De igual forma, también fue certero al decirme que prefería un regaño del director o del editor antes que traicionar su fuente y dañar esa relación', señaló Alejandro Rosales, periodista y amigo.

'Colega y llave. Generoso y con compromiso social como pocos. Gracias por tu mano solidaria siempre, por compartir los ‘temas firmes’ que tanto nos gustan: Viejo Rai, ya que yo no lo puedo sacar por acá, dale candela tú, decías, a través del teléfono, cada cierto día. Gracias', expresó Rainiero Patiño, antiguo compañero.

Buen viaje, viejo Wico.