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Salud

Los riesgos que hay en los suplementos nutricionales

Daño hepático, insuficiencia renal, convulsiones, accidentes cerebrovasculares, entre otros, pueden ser las consecuencias. Expertos analizan el tema y las investigaciones.

“No es un gasto, es una inversión que te llevará a la mejor versión de ti”. Esta es una de las frases con las que se promociona un nuevo reto de nutrición en redes sociales. Sus embajadoras —que en su mayoría son influenciadoras que muestran interés por el deporte— lo recomiendan para mantenerse en forma. Nada extraño en el mundo de las redes en las que se brindan todo tipo de consejos. 

El problema con este producto radica en que lo muestran como un suplemento nutricional, un reemplazo de comidas… y apto para los niños.

“Contiene 45 nutrientes esenciales y lo pueden tomar niños desde los cuatro años de edad que coman todo tipo de comidas. Es un producto natural”, dice la historia en Instagram de una de las mujeres que se dedica a recomendar este producto y venderlo a través de su usuario en la web oficial. “Estimula la quema de grasa, reafirma la piel y reduce medidas”, se lee en otra cuenta que recomienda un producto que “no requiere ejercicio ni dieta” y promete bajar “de cuatro a ocho kilos en el mes”.

Como estos, muchos productos son publicitados con el fin de aumentar musculatura, bajar de peso, limpiar el organismo e incluso potencializar la actividad sexual, por lo cual la alerta se convierte en un asunto global. 

¿Recuerdan que según las publicaciones uno de estos productos es apto para niños? Un estudio publicado en el Journal of Adolescent Health, desarrollado por investigadores de la Universidad de Harvard, identificó un mayor riesgo de eventos médicos graves en niños y adultos jóvenes ingiriendo este tipo de productos en comparación con el consumo de vitaminas, casi que triplicando los casos.

Flora Or, investigadora principal del estudio, dijo a EL HERALDO que el número de casos con “consecuencias negativas de los jóvenes que consumen suplementos dietéticos que se venden para la pérdida de peso, la construcción de músculo, la energía, las funciones sexuales, y la limpieza son muy preocupantes”. Estos resultados indican que los suplementos pueden ser “extremadamente peligrosos y están vinculados con lesión médica grave y en algunos casos la muerte en los jóvenes que utilizan estos productos”.

Por resultado médico grave hacen referencia a la discapacidad, hospitalización, visitas a la sala de emergencia, intervención necesaria para evitar daños permanentes e incluso la muerte.

“El uso de los suplementos dietarios solo debe darse en situaciones específicas y orientadas por un profesional de la salud”, afirma el Ministerio de Salud y Protección Social bajo la subdirección de salud nutricional. La normatividad colombiana en esta materia define que solo se expiden registros sanitarios de suplementos dietarios para productos dirigidos a personas mayores de cuatro años.

“Es un negocio millonario que induce al consumo excesivo de estos suplementos que no están permitidos y que no son saludables”, afirma Carmen María Carrero, especialista en nutrición clínica y doctor en ciencias de la salud de la Universidad Simón Bolívar.

Estos suplementos nutricionales son adicionados, tienen aportes excesivos de proteínas, aminoácidos esenciales y no esenciales. “Los no esenciales por no poderlos eliminar se convierten en tóxicos para el organismo”, agrega.

Hay dos grandes categorías de productos en el país respecto a este tema, explica Carlos Alberto Robles, director de alimentos y bebidas del  Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima). Uno son los suplementos dietéticos y los otros son los alimentos fortificados. “Lo que comúnmente la gente llama alimentos dietéticos en Colombia no existe, en la regulación actual esa categoría no está”.

Si es un suplemento dietético estaríamos hablando de productos a los que se les otorga un registro sanitario en el marco de un medicamento. “Al ser otorgado en ese concepto, es un producto que no se puede publicitar con propiedades como si fuera un alimento y es un asunto regulado, suministrado bajo fórmula médica y dependiendo de las condiciones de cada uno de los pacientes”, sostiene Robles.

Mientras tanto, los alimentos fortificados son productos adicionados con nutrientes, vitaminasy minerales, entre otros. Pero no es un producto que pueda ser considerado dietético. “El consumidor debe tener conocimiento que un alimento fortificado no reemplaza una alimentación balanceada y la persona que lo consume está buscando una adición de un tipo de nutriente”, advierte.

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Investigaciones previas han relacionado que aquellos que se venden para la pérdida de peso se han asociado con acontecimientos adversos tales como diarrea crónica, estreñimiento, deshidratación, hipopotasemia, acidosis metabólica, arritmia cardiaca, hemorrágico y accidente cerebrovascular isquémico, hepática e insuficiencia renal. Aquellos que se comercializan con el fin de mejorar el tema muscular se han asociado con el cáncer testicular y los que van destinados a la función sexual se han asociado con cambios en la presión arterial, hipomanía, insomnio, ansiedad, irritabilidad, náuseas, dolores de cabeza, pérdida de la conciencia y convulsiones.

Isaac Kuzmar, médico nutriólogo clínico, investigador senior de Colciencias y docente investigador de la Universidad Simón Bolívar, afirma que los suplementos y complementos nutricionales únicamente deben usarse “bajo estricta prescripción médica dependiendo del estado nutricional del paciente y de la patología que presenta”. Y en el caso de niños y jóvenes adultos únicamente si son fórmulas resultado de una investigación científica que ayuden a retrasar la progresión de la enfermedad; “por ejemplo, como coadyuvante en el tratamiento de patologías oncológicas, ictus, diabetes, parálisis cerebral, un error enzimático en el metabolismo de alguno de los aminoácidos presentes en las proteínas, epilepsia, alergias, entre otros”.

“Hay evidencia científica que relaciona estos productos con daño hepático”.

Registros

El caso del producto mencionado al comienzo de este reportaje cuenta con registro sanitario Invima, pero en la categoría de alimentos. Por ejemplo, uno es la mezcla en polvo para preparar bebida sabor chocolate bajo el nombre Shake Me! Vegan fusión de chocolate (RSA-001427-2016) y es comercializado por la marca Vivri.

Este mismo producto en la web es descrito como un “reemplazo completo de comida de acuerdo a los estándares internacionales más altos”. Asegura contener ocho extractos de verduras; 21 g de proteína proveniente de más de 12 fuentes de vegetales, 23 vitaminas y minerales, mezcla de fibra y ácidos grasos, así como biotina, prebióticos y antioxidantes y finaliza con Omega 3.

Otro registro (RSA-001281-2016) se le asigna a la mezcla en polvo para preparar bebida con sabor natural a piña y naranja, marca (s): Vivri, Cleansme. Al momento de solicitar su compra dice la información que “desintoxica tu cuerpo y encuentra tu equilibrio interno”, e incluye “desintoxicación 100% natural, contiene Sábila ACTIValoe ®, nopal, prebióticos, 3 gramos fibra dietética”.

“A raíz de toda esta información que se ha evidenciado en los últimos días, nosotros como Invima hemos iniciado un proceso de investigación e inspección de todo el tema publicitario de este tipo de productos y de otros que puedan surgir orientados al tema publicitario y de las connotaciones o propiedades que se le están dando”, indica Robles.

Esta marca en específico, cuenta, tiene cerca de ocho productos registrados, lo que quiere decir que cumplieron con los requisitos para el registro sanitario y desde ese punto de vista no habría ningún problema, “pero otra cosa diferente es la publicidad y las propiedades que se le puede estar otorgando más allá de la naturaleza que tiene”.

“Haremos las labores de vigilancia y control y esperamos en los próximos días estar sacando las conclusiones y tomando las medidas si para ello hubiese lugar”. 

“Aquí es cuando debe entrar a supervisar, apoyándose en profesionales investigadores éticos, los entes de control y basados en dictámenes médicos y estudios científicos, sancionar a todas las personas y empresas que ofrezcan productos “milagrosos” que puedan afectar la salud de la población. Es de anotar que ninguno de esos productos hace parte de un estilo de vida saludable”, opina Kuzmar. 

La normativa actual en Colombia no obliga a que un comercializador de alimentos sometan a autorización la publicidad ante el Invima. Muchas empresas sí someten antes de hacer sus campañas para que sean revisadas y la entidad expide un acto administrativo, pero eso lo hacen de manera voluntaria. “La única que está obligada a ser autorizada previamente es la publicidad de bebidas energizantes”, explica Robles.

“Lo que hacemos permanentemente es una campaña de revisión de medios de comunicación y redes sociales sobre publicidad de alimentos, verificando que no se les otorguen propiedades medicinales o más allá de lo que el producto en su propia naturaleza tiene”, agrega. 

Minsalud advierte también que “de ninguna manera la alimentación natural debe reemplazarse con batidos. Seguramente al inicio podrán generar cambios en la composición corporal, no obstante, generará otras deficiencias que conllevarán a posteriores problemas de salud”.

“Invitamos a la ciudadanía que cuando encuentre este tipo de publicidad o tengan una inquietud se pongan en contacto con el Invima para que se realicen las investigaciones”, recalca Robles. 

Sibutramina

En un informe publicado el año pasado por parte de la FDA se informó del descubrimiento de productos para adelgazar contaminados con sibutramina, un ingrediente de medicamentos de prescripción médica que causaba problemas del corazón y derrames cerebrales retirada del mercado en octubre de 2010.

También descubrieron varios productos que se venden como suplementos dietéticos y que contienen fluoxetina, el ingrediente activo del Prozac, un medicamento de venta con receta comercializado para el tratamiento de la depresión y otros padecimientos.  Muchos de estos productos contaminados son importados, vendidos en el Internet y sumamente publicitados en las redes sociales.

El 27 de mayo el Invima emitió una alerta sanitaria de acuerdo a información obtenida por parte de la agencia sanitaria de referencia FDA de dos de estos productos “mágicos”. “Se ha identificado la presencia de sibutramina y N-desmetil sibutramina como ingredientes no declarados en el producto Ultra Fit, y la presencia de sibutramina y fenoftaleina como ingredientes no declarados en el producto Golean Detox. Estos productos no cuentan con registro sanitario Invima y por lo tanto su comercialización en Colombia es ilegal”, informaron. Cuatro días antes, en otra alerta, indicaron que se está comercializando de forma fraudulenta el producto 7 Day colon detox, promocionado como suplemento dietario.

A muchos les puede resultar familiar un envase color gris con una X en fucsia y una tapa negra, se trata de la presentación de Zero Xtreme, promocionado en cuentas de Instagram. “Las cápsulas Zero Xtreme contienen ingredientes de medicamentos ocultos”, es el titular de la alerta sanitaria de la FDA en Estados Unidos. El análisis de laboratorio confirmó que las cápsulas tienen sibutramina y desmetilsibutramina. A pesar de esto, muchas cuentas en redes sociales las siguen publicitando para su venta en Colombia.

“Todas estas prácticas implican un riesgo”, sostiene Kuzmar. Por su parte, el Ministerio recomienda que “consulten con su profesional de la salud tratante, que no se auto receten, que desconfíen de productos que ofrecen beneficios a expensas de, por ejemplo, dejar de consumir alimentos naturales”.

“Esto es, sin duda, un caso de emergencia en salud pública”.

Redes sociales

Siendo honestos, es más factible que los usuarios accedan de una manera más rápida a las redes sociales que a las alertas del Invima o la FDA. Que las recomendaciones de quienes siguen ya sea porque les gusta su estilo de vida, porque esperan tutoriales o rutinas sean tomadas en serio y lleve a adquirir este tipo de productos “mágicos”.

“No se encuentran a nivel mundial médicos con base científica y buena reputación recomendando este tipo de productos, por eso es que esas empresas con esquema multinivel utilizan influenciadores en las redes sociales para promoverlos”, dice Kuzmar.

El objetivo de estas empresas, asevera el especialista, es lucrarse económicamente. “Los influenciadores y personas intermediarias hacen parte de su estrategia de venta. Ellos pueden usar como escudo legal al personal intermediario y hacerlos responsables de las consecuencias que puedan ocurrir, y al ser sancionadas, a veces optan por cambiar de razón social y sacar los mismos productos en componentes con otro nombre y/o presentación para no levantar sospechas”.

¿Qué hacer entonces? La investigadora Flora Or asegura que “la mejor estrategia para difundir el mensaje de que estos productos no son seguros sería a través influenciadores y famosos en la misma plataforma que otros los recomiendan y dicen que los deben usar, esto para contrarrestar el vigente mensajes de productos milagrosos”.

¿Podríamos considerar esta ola de productos mágicos para el control de peso, función sexual y demás de emergencia en salud pública? “Absolutamente”, responde la investigadora de Harvard. “Aún queda mucho por hacer en el momento oportuno para proteger a los jóvenes de los suplementos adulterados con ingredientes tóxicos”, finaliza.

Lo que dice la normatividad colombiana

De acuerdo a la normatividad colombiana (Decretos 3249 de 2006 y 3863 de 2008) los suplementos dietarios se definen como “aquellos productos cuyo propósito es adicionar la dieta normal y que es fuente concentrada de nutrientes y otras sustancias con efecto fisiológico o nutricional que puede contener vitaminas, minerales, proteínas, aminoácidos, otros nutrientes y derivados de nutrientes, plantas, concentrados y extractos de plantas solas o en combinación”.

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