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Efectos como intoxicaciones pueden darse con un uso descontrolado de medicamentos. Shutterstock
Salud

Automedicación, una práctica que amenaza la salud pública

Especialistas advierten que esta es una práctica que se incrementó en la pandemia y amenaza la salud pública.

La automedicación es una práctica que actualmente muchas personas utilizan sin tener en cuenta las consecuencias psicológicas, físicas y financieras que esto conlleva.

Más allá de lo que alguien considere correcto ingerir a la hora de sentir un malestar físico, es muy importante ser conscientes de las implicaciones negativas que esto puede ocasionar.

Entre más una persona ingiere antibióticos, las probabilidades para que los efectos de este disminuyan en su organismo se van elevando. Lo anterior, causa una resistencia antibiótica la cual se define como la capacidad que tienen los microorganismos para resistir a este tipo de medicamentos.

De acuerdo con cifras del Ministerio de Salud, incluidas en el Plan de Respuesta Nacional a la Resistencia a los Antimicrobianos, las consecuencias económicas de esta problemática se derivan “al costo de la atención sanitaria y el desarrollo de tecnologías para el tratamiento de infecciones”.

“Automedicarse es una fórmula peligrosa”, así tituló su estudio en 2020, el profesor Jorge Díaz Rojas, del departamento de Farmacia de la Facultad de Ciencias para la Universidad Nacional de Colombia. “Hay un imaginario de que todas las dolencias se deben resolver con medicamentos, lo cual no es cierto”,  y a advirtió en el mismo documento, que “la automedicación es permitida solo para tratar molestias leves como dolores de cabeza o resfriados, y en algunos casos dolores musculares o síntomas estomacales”.

Automedicarse durante la pandemia

Aunque durante la emergencia sanitaria  de la covid-19 se han difundido —especialmente por redes sociales— algunos medicamentos para su tratamiento, oficialmente ningún fármaco ha sido designado de manera consensuada para este virus y su patología. Medicamentos como la ivermectina, cloroquina e hidroxicloroquina no se recomiendan para el tratamiento del virus.

Sin embargo, la cuarentena que vive nuestro país  y el mundo, ha llevado a un aumento en el consumo de ciertos medicamentos, la mayoría relacionado a tranquilizantes, es decir, las benzodiacepinas, que son consideradas dentro “grupo de fármacos que se caracteriza por un efecto rápido y potente”. Dentro de los pacientes a quienes se les prescribe, se encuentran los que padecen ansiedad e insomnio.

¿Qué dicen los expertos?

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), algunas enfermedades tales como la neumonía, otitis, tuberculosis y gonorrea se han vuelto más infecciosas por lo que el tratamiento se vuelve débil debido a la baja eficacia de los antibióticos. Esta organización lo catalogó como una de las diez amenazas de salud pública a las que se enfrenta la humanidad.

EL HERALDO dialogó con el presidente de la Asociación Colombiana de Infectología (ACIN), doctor José Millán Oñate Gutiérrez, quien explicó cómo estas bacterias se adaptan en el organismo.

“Las bacterias lo que hacen cuando le damos antibióticos es que ellas se adaptan para conservar su especie. Empiezan a adquirir mecanismos de resistencia que lo que hacen es que cuando se enfrentan al antibiótico lo inactivan”, manifestó.

Oñate Gutiérrez afirmó que los antibióticos son de uso restringido y que dentro de sus efectos secundarios se encuentran “intoxicación, falta de efectividad, enmascaramiento de síntomas que pueden dificultar el tratamiento y en algunos casos adicción, sin contar con el más grave: la resistencia bacteriana la cual crea ‘súper bacterias’ que se vuelven inmunes a los tratamientos, permitiendo que se generen enfermedades que no puedan ser manejadas y que pueden provocar la muerte del paciente”.

También expresó que el Ministerio de Salud y la Organización Mundial para la Salud han lanzado unos lineamientos los cuales “se encargan de sensibilizar a todo el talento humano en salud y a la comunidad a no autoformularse y a conocer las bacterias que circulan en nuestra ciudad, clínicas, hospitales y, de esta forma, realizar cada vez más un control de los tratamientos”.

A nivel mundial, esta es una de las prácticas que afecta a países tanto desarrollados como aquellos que están en vía de desarrollo.

Según algunas estimaciones realizadas por la OMS, en 2014 hubo 480 mil nuevos casos de tuberculosis multirresistente.

Además de la excesiva ingesta de estos medicamentos, existen otras prácticas que son utilizadas por la comunidad. Según afirmó el doctor Oñate, el temor y la desinformación en tiempos de pandemia han ocasionado la implementación de otras formas para curar los malestares. Aseguró que las bebidas preparadas en casa o recetadas por personas que no estén en el entorno médico para combatir la covid-19 no están respaldadas científicamente.

A nivel psicológico, muchos pacientes consideran tener las razones necesarias para incurrir al uso de estas prácticas. Sobre todo en los tiempos que vive actualmente el mundo debido a la existencia de la covid-19.

La psicóloga Vanessa Marchena asegura que “la ansiedad se ha incrementado en la temporada de pandemia que hemos vivido y no es para menos debido a los altos niveles de estrés que se ha experimentado”.

Además, sentenció que el ser humano necesita utilizar los mecanismos de afrontamiento (ejercicios de respiración, autocontrol, llevar un registro de emociones, verbalizar, ir a terapia o buscar ayuda profesional) para poder enfrentar la situación actual.

De lo contrario, el individuo podría convertirse en una situación patológica que llevaría a “conductas tan peligrosas como la automedicación, donde se corren riesgos muy altos de dañar el buen funcionamiento del organismo y aún más si se trata de la covid 19, para esto hay personal profesional y valiente trabajando en ello”.

¿Por qué se automedican?

Las razones para que las personas incurran en esta práctica varían según las necesidades que estas puedan presentar.

Rosa Martínez, de 66 años de edad, considera que ir a la droguería por un medicamento es más eficaz que pedir una cita debido a que estas “suelen tardarse”.

“Me automedico porque tengo el tratamiento a  la mano en la droguería y ahí lo compro. Ir a una EPS implica mucho tiempo del cual no dispongo”, señaló. Además de esto, también confía en la medicina naturista y afirma que en ocasiones combina ambas alternativas “los medicamentos de farmacia son más rápidos pero los naturales aunque tardan más en hacer efecto, considero que podrían causar menos consecuencias negativas a futuro”, finalizó.

“Me automedico porque tengo el tratamiento a la mano en la droguería  y ahí lo compro”.
Productos naturistas

Por su lado, Rosario Torres, dueña de la tienda naturista ‘Fénix’ ubicada en el centro de la ciudad, aseguró que aunque sus productos no tengan un certificado científico que los avale, “los resultados que obtienen quienes los compran son buenos”.

“Mi esposo y yo tenemos muchos conocimientos sobre medicina natural y sabemos para qué sirven cada una de las plantas. Yo no tengo ninguna EPS, todo lo que ingiero cuando me enfermo es natural y siempre me funciona”, sentenció.

Torres, de 50 años de edad, afirmó que tiene 22 años vendiendo sus productos y que tanto en la familia de ella y en la de su esposo también los consumen.

Según Rosario, los productos que son vendidos en la tienda naturista ‘Fénix’ ayudan a eliminar ojeras, quitar manchas de la piel, calmar dolores, limpiar algunos órganos y a prevenir la covid-19.

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