Con reparos y hasta indignación las víctimas de las extintas AUC, algunas directas del exjefe paramilitar Salvatore Mancuso Gómez, recibieron la designación de este como gestor de paz en Colombia.
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Mientras Luis Salgado Tovar, líder del corregimiento Pichilín, en Morroa, donde ocurrió la primera masacre de los paramilitares en Sucre, se muestra en desacuerdo con ello, el médico y defensor de derechos humanos Juan David Díaz, a quien las AUC le asesinaron a su papá siendo alcalde de El Roble, se muestra de acuerdo con esto siempre y cuando aporte a la verdad.
Salgado Tovar asegura que no merece ser gestor de paz aquel que no ha contribuido a ello con verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición, y para el caso concreto de Salvarote Mancuso ello no ha ocurrido. 'Nosotros llevamos 27 años esperando la verdad de esto'.
Indica que si tuviera la oportunidad de tener al frente suyo al exjefe paramilitar lo único que le preguntaría es '¿por qué hicieron esto con Pichilín? Llevamos 27 años esperando saber eso y son los mismos años de olvido. No nos han reparado como corregimiento. Para ser gestor de paz esa persona debe manifestar ante el país, ante las víctimas, ante los familias de los que masacró, mucho antes de esta designación, con verdad, justicia, reparación y no repetición y después si ser gestor, por eso es que para mí, que soy una víctima de las Auc, de la violencia, Salvatore Mancuso no es gestor de paz. Primero debe reparar y cicatrizar esas heridas con la verdad'.
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Por su parte Juan David Díaz estima que el nombramiento de Salvatore Mancuso como gestor de paz es acertado si contribuye con la verdad que todas las víctimas esperan.
'Muchas víctimas en este país llevamos más de 20 años, como en mi caso, esperando la verdad sobre el asesinato, la desaparición, la tortura, violación, secuestro y otros delitos en sus familiares y esperan con ansias la verdad que han buscado por todos los medios y se les ha negado. Si el nombramiento del señor Salvatore Mancuso le va a dar las garantías suficientes de seguridad para que se conozca la verdad, es importante que sea un gestor de paz. Yo no tengo ningún inconveniente en eso'.
Y agrega que Mancuso ante la JEP ya hado, en relación con el caso de su padre, informaciones que Salvador Arana 'nunca ha dado en tantos meses'.
'Basado en esto, y a pesar del dolor, del sufrimiento y del resentimiento que deberíamos tener las víctimas con Salvatore Mancuso, en mi caso yo estoy dispuesto a permitir que al verdugo, el jefe de los que asesinaron a nuestros familiares, se le conceda esa designación en aras de conocer la verdad porque hay muchos criminales que están en la impunidad y que se creen intocables, y ahora puedan responder por lo que hicieron', remarcó.
Revictimización
A su turno, Melva Mieles, una de las víctimas de las AUC a la que le asesinaron a sus padres en el departamento del Cesar, dice que la designación de Mancuso como gestor de paz es un hecho revictimizante para ellos, que lo que realmente buscan es justicia y que se conozcan en realidad las acciones cometidas.
'El por qué y quiénes cometieron estos hechos en donde nos hemos visto que el Estado colombiano nos señaló y dijo ustedes van a ser las víctimas, porque nosotros no escogimos ser víctimas, yo considero que el hecho que al señor Mancuso lo quieran tener como gestor de paz no es nada favorecedor como víctimas porque nos sentimos victimizados'.
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Agrega que 'la verdad, la justicia y la reparación son temas delicados, porque lo que podemos denotar es que nombrándolo como gestor de paz se fortalecen algunas estructuras criminales y se debilita la fuerza pública. Además nos revictimizan. Lo que queremos es avanzar en la consolidación de paz con verdad, donde el conflicto armado no quede por fuera de los procesos sino que por el contrario la ética y la moral y los procesos de paz sean los que tengan connotación importante'.
Finalmente expresa que necesitan confirmar cuáles fueron los hechos que llevaron a la victimización y no permitir que se abra la puerta a a otros paramilitares que también afectaron su dignidad humana.
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'Como víctimas hemos sido valientes, defendemos derechos y nuestras comunidades, considero que no es lo correcto en el momento para que personas que cometieron estos vejámenes en contra de nuestros familiares se les abra la puerta. Colombia no se puede convertir en un refugio de masacres o muertes selectivas. Yo creo que con el hecho que digan la verdad y se acojan a la JEP ya van ganados y considero que los promotores de este cambio justo y resiliente somos nosotros las víctimas'.
Recordó que es víctima directa de Jorge 40 en el Cesar porque sus padres, Víctor Mieles Ospino, trabajador de Cicolac, y Elvira Rosa de Mieles, profesora y secretaria de Aducesar, fueron secuestrados y asesinados en El Copey en 1999, y además está desparecido el conductor de la camioneta Wilman López Moscote. Desde entonces esperan verdad, justicia y reparación.
'Es una oportunidad para contar la verdad'
José David Ortega, líder social y vocero de la Asociación de Campesinos del Sur de Córdoba, Ascsucor, considera que las deudas que tiene Salvatore Mancuso con la verdad en Colombia 'es porque se le ha negado contarlas. Este fue uno de los líderes paramilitares que el gobierno de Uribe en ese entonces extraditó sin importarle la verdad de las víctimas del conflicto'.
De igual manera el defensor de derechos humanos hizo referencia a las declaraciones del excomandante paramilitar ante la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP, donde, señala, ha contado la relación que tuvo la clase política con el paramilitarismo en Colombia, además de los cuerpos que fueron arrojados en la frontera entre Colombia y Venezuela.
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'Entonces creemos que la gestoría de paz no es un beneficio que el Gobierno le otorga a Salvatore Mancuso, sino que es una posibilidad de que las víctimas conozcan lo que pasó en el marco del conflicto armado y también decir que hay muchas estructuras armadas como el caso de algunos miembros de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, AGC, que fueron subalternos de Mancuso y que hoy se pueden llegar a sentir identificados con esa gestoría de paz y quizás sirva como referente y los ayude a un posible sometimiento a la justicia con este actor armado', agregó.
En todo caso aseguran que la gestoría de paz debe estar amarrada a un compromiso a contar la verdad completa, sin parcializarla contra un sector en particular.
'Estas acciones se deben dar y no son nuevas. Recordemos que en el gobierno de Uribe nombraron gestora de paz a alias Karina, de la extintas Farc, precisamente para que sirviera como puente de las acciones humanitarias en la entrega de secuestrados; entonces, eso podría servir a Colombia hoy, que Mancuso entregue la verdad y que esta estructura asociada al paramilitarismo, las AGC, empiecen a someterse a la justicia', concluyó.
