Vangeliya Pandeva Gushterova mejor conocida como Baba Vanga es una vidente búlgara que dedicó toda su vida a dar mensajes sobre lo que pasaría en el mundo en el futuro.
Baba Vanga murió en el año 1996, sin embargo, dejó un sinfín de predicciones que inexplicablemente se han asemejado a la realidad actual, porque consideran sus seguidores que sí era verdad que pudo ver lo que iba a pasar hasta el año 5000.
Una a una se ha ido cumpliendo las predicciones de esta mujer que a los 12 años un tornado la lanzó muy lejos en el campo y quedó ciega. Desde entonces, ella señaló que podía hablar con los espíritus y saber lo que iba a pasar en años siguientes.

La mujer predijo lo del atentado de las Torres Gemelas en Estados Unidos, el fin de la Segunda Guerra Mundial, y la desintegración de la URSS en 1979, entre otras.
Igualmente, este año sigue sorprendiendo, pues al parecer lo que había predicho para el 2024, se ha ido cumpliendo.
La vidente destacó que en este año se iba a vivir una “gran guerra musulmana”, lo que los expertos han vinculado con la guerra latente entre Israel y Gaza.
Asimismo, manifestó que un líder muy importante en el mundo iba a ser asesinado por un compatriota. Esta predicción no se ha materializado, pero muchos la asocian con el atentado que sufrió el candidato presidencial Donald Trump, en Estados Unidos.
En lo que respecta al cambio climático, se refirió que iba a haber grandes cambios en el calentamiento global, lo que se pudo evidenciar en los dos días más calientes en la historia, el 21 y 22 de julio, según el Servicio de Cambio Climático de Copernicus.
Además, Baba Vanga describió que se registrarían ataques cibernéticos a gran escala. Los asocian al 19 de julio que se produjo un apagón informático global de la empresa de ciberseguridad CrowdStrike.
Y para finalizar este año, destacó que la crisis económica se afianzará en varios países, arrastrando bajos índices económicos desde la pandemia. Además, declaró que venían varios atentados terroristas en Europa.
Los seguidores de la vidente nacida el 31 de enero de 1911 en Strumica, República de Macedonia, quedan estupefactos con las aproximaciones tan exactas a sus predicciones, y siempre están atentos de ver lo que pueda pasar.





















