Tras su veloz paso en tercer debate por la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes, ahora se espera que la primera semana de junio llegue a la plenaria, a su último debate, la reforma pensional del gobierno del presidente Gustavo Petro.
Ahora en el cuarto debate lo que se prevé es que el oficialismo tenga alrededor de un centenar de votos, con lo que la polémica iniciativa gubernamental también pasaría sin problemas, siempre y cuando en la ponencia se mantengan los acuerdos sobre el umbral de 2,3 salarios mínimos para cotizar en Colpensiones, como se pactó con liberales y La U, pero también están las voces del propio jefe de Estado, los sindicatos y algunos ministros y representantes, que advierten que el ideal es de 4 salarios.
En el Salón Elíptico los liberales tienen 33 representantes y los conservadores 27, así que la Casa de Nariño dependerá en buena medida de las toldas rojas y de los godos para pasar su reforma, pues con los azules pudo contar en la célula legislativa de asuntos sociales de la cámara baja debido a que no hubo decisión de bancada.
La pelea que darán la oposición y los independientes, que parecieran no tener los votos en esta ocasión para irse en franca lid, estará encaminada entonces a que la pensional se hunda por falta de trámite, citando en la plenaria debates de control político y mociones de censura, como la que ya se armó contra el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, por el lío de la atención en salud del magisterio.
Mientras tanto, el Gobierno espera que el proyecto llegue en la primera semana de junio y que antes del 20 de junio próximo, cuando acaba la legislatura, se voten impedimentos, articulado y conciliación. O se hundirá el proyecto.
Por ahora, el proyecto, de 95 artículos, mantiene el esquema de pilares, el subsidio para cerca de 3 millones de adultos mayores, las edades de pensión de 57 años para mujeres y de 62 años para hombres, la pensión anticipada para quienes no tengan las semanas cumplidas, la eliminación de subsidios a las pensiones altas y el fondo de ahorro para las pensiones de los jóvenes,
Preocupación por edades
Saida Quintero, directora del Área Laboral de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad del Rosario, advirtió en EL HERALDO que la reforma no tiene en cuenta la necesidad de ajustar variables para métricas definitorias de cualquier sistema pensional, tales como los porcentajes de cotización, las edades, la densidad de semanas y la expectativa de vida productiva.
“La rigidez de la reforma frente a la edad para adquirir el derecho a la pensión de vejez resulta poco comprensible dado el aumento de la expectativa de vida de los colombianos. Análisis como el del Banco de la República muestran cómo los problemas actuales del sistema se verán agudizados a futuro por la tendencia al envejecimiento de la población. Si se comparan los sistemas pensiones en países de Latinoamérica y Europa vemos cómo Colombia se encuentra por fuera de los parámetros internacionales sobre la edad para la pensión de vejez”, dijo.
Puso de presente la experta además que, como lo advirtió la Misión de Empleo 2022, es necesario reducir la informalidad para incrementar el número de cotizantes al sistema de seguridad social, incluido el de pensiones.
“En este sentido la reforma pensional debería ir articulada con una reforma laboral que genere empleo formal y reduzca la informalidad”, opinó Quintero.
Reparos sobre el umbral
El abogado laboralista Mauricio Crespo, de la firma Chapman Wilches, comentó a EL HERALDO que es una reforma que no resuelve el real problema del sistema que es la universalidad y la cobertura; no hay suficientes cotizaciones y esto genera que el Estado deba subsidiar las pensiones con un déficit fiscal gigante.
Sobre el umbral que maneja, anota, “es demasiado alto y es lo que han sostenido, entre otros, el Centro de Estudios de la Universidad de los Andes. En el afán del Gobierno por recibir más recursos, estableció un umbral en 2,3 salarios mínimos, pero hay que entender que en Colombia más del 90 % de la población cotiza por debajo de 3 salarios mínimos: lo que el Gobierno pretende es recibir la mayor cantidad de recursos”.
Lo que ignora el Ejecutivo, agrega el especialista, “es que entre más recursos ingresen mayores prestaciones y pensiones se tienen que pagar y la necesidad de subsidiar estas. El umbral debería ser entre 1 a 1,5 salarios mínimos”.
Y frente a la administración del fondo de ahorro para los más jóvenes, cuestiona Crespo que el Gobierno no solo va a recibir la mayor parte de las cotizaciones del país, el ahorro pensional de Colombia, “sino que en esencia va a escoger a dedo a quienes van a administrarlo. Como señaló Asofondos, las AFP han generado rentabilidad, incluso en los últimos años por arriba del promedio OCDE. Imaginen entregar el ahorro de su vida a personas que no están preparadas”.

“Junta lo público y privado”
César Corredor, Ph. D. en economía y catedrático de la Universidad Externado, dijo en EL HERALDO que se trata de la reforma que tiene mayores probabilidades de éxito en el Congreso, porque de alguna manera ha logrado ser conciliada y compagina elementos del manejo público y de lo privado.
“Lo que hace es construir un esquema asociado a los sistemas de pensiones públicos, en los cuales la cotización no se hace de manera individual sino a través de recursos que entran a una bolsa común, y eso lo que busca es tener un mínimo con el cual las personas se puedan pensionar, porque hay mucha gente que desafortunadamente no tienen acceso a una pensión”.
Y, concluye, “luego hay un esquema que es más de ahorro individual a través del cual las personas tienen una cuenta tal y como ocurre con los fondos privados, y sobre esa cuenta se generan unos rendimientos, pero eso es a partir de los 2,3 salarios mínimos”.
“Es necesaria, pero atacando informalidad y mejorando Colpensiones”
El ex ministro de Trabajo Ángel Custodio Cabrera, en diálogo con EL HERALDO, consideró que es necesario hacer una reforma pensional, “y a pesar de que los expertos preveían otros temas como la edad y el número de semanas, aquí se avanzó”. Los temas que resalta son la eliminación de los subsidios a las pensiones altas y la protección para los adultos mayores. Pero también advierte que “hay que verificar y corregir por ejemplo el tema de la informalidad, en el que Colombia no ha avanzado mucho, y cuando nosotros entregamos el Ministerio de Trabajo lo primero que le dije a la ministra fue que había que atacar la informalidad y llegar a esos sectores que no cotizan”.
Así mismo, llama la atención el ex jefe de la cartera laboral sobre que en la administración de los recursos de las pensiones, “que son intocables, no se puede meter la mano. La politiquería tiene que desaparecer y los recursos de las pensiones de los colombianos tienen que quedar totalmente asegurados”.
Y como punto final se mostró preocupado Cabrera “por la administración de los recursos por parte de Colpensiones, porque por ejemplo el expresidente (Iván) Duque con el expresidente de Colpensiones estaban entregando las pensiones a dos meses; hoy es a cuatro meses: imagínense cuando lleguen 10 millones de historias laborales. Entonces el esfuerzo que tiene que hacer Colpensiones es trabajar con gente capacitada y sin politiquería”.



















