“Hay futuro si hay paz”, fue el mensaje que la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición le compartió al país desde la ciudad de Barranquilla en un evento para celebrar sus tres años de funcionamiento.
En el acto conmemorativo, se abrió la oportunidad para que se presentara el legado que dejará al final de su mandato la Comisión de la Verdad y de paso celebrar los cinco años de la firma del Acuerdo Final de Paz entre el Gobierno colombiano y las antiguas FARC-EP.
Pese a que faltan por lo menos 210 días para la entrega del informe final, el comisionado Leyner Palacios indicó en el evento que el próximo el 28 de junio, el país conocerá un informe que conmoverá y señalará las “responsabilidades colectivas y que recoja las voces de las víctimas. Pero lo más importante plantear recomendaciones profundas”.
“Es conmovedor ver la historia colombiana. Por eso seguimos trabajando y decimos que esto tiene que parar. Es muy bueno saber que el Acuerdo sigue vivo y que lo vamos a mantener”, dijo Palacio.
Mencionó que es un momento en el que se requiere mayor compromiso como colombianos y colombianas, con las recomendaciones para la no repetición.
Una paz “grande”. En sus declaraciones, el padre Francisco De Roux presidente de la Comisión de la Verdad expresó que durante estos años, la Comisión ha estado en los lugares del territorio nacional donde “las mamás hablan de sus hijos desaparecidos, de sus esposos secuestrados, de los que fueron asesinados por hombres del Ejército en los “falsos positivos’, de los pueblos destrozados por las bombas, de los soldados y exguerrilleros sin piernas, de los niños volados por minas antipersona y de millones de desplazados por décadas y sobre todo en los tiempos de la brutalidad de los años de la guerra salvaje, entre 1995 y el 2009, cuando la acumulación de conflictos nunca resueltos pasó por encima de la Constitución de 1991 y estalló en una confrontación a muerte”, indicó.
También resaltó la necesidad de avanzar en la búsqueda del perdón para la verdad y no repetición.
“La ausencia de la paz grande ha sido también la ausencia de respeto a quienes, poniendo la confianza en nosotros, habían dejado las armas. Cada mes hemos tenido en promedio cinco excombatientes asesinados”, dijo Francisco de Roux desde la ciudad de Barranquilla.
El presidente de la Comisión inisitió que la salida negociada del conflicto con el ELN debe acogerse cuanto antes.
“Pedimos al ELN y a los grupos que se reclaman como insurgencias políticas y pedimos al Estado que se pase cuanto antes a la negociación. La guerra en Colombia no arregló nada, la guerra dañó todo lo que tocó”, agregó que están construyendo el Informe Final para invitar, desde la verdad, a construir el país que piden las víctima.
Actos de perdón. Por su parte, Uber Banquez, ex Autodefensas Unidas de Colombia antiguamente conocido por el alias de ‘juancho dique’dijo: “Estoy aquí para poner la cara y agradecer a la Comisión de la Verdad por darme esa oportunidad de pedir perdón a cada comunidad que afecté y le pido perdón a todas las víctimas. Yo era una máquina de guerra”.
Faiber Amaya, exintegrante Gaula: “Hace dos años recobré la libertad física, pero tenía mi mente privada de la libertad por esas verdades que debía contar ante las víctimas. Tuve un encuentro con esas víctimas para reconocer todo el daño que hicimos”.
Agregó, que para ellos “también fue algo muy importante porque les ayudó a liberarse de tanto peso y tanto dolor. Esto marcó mi vida y la de las víctimas. De esta forma puedo y seguiré aportando para conquistar esa paz anhelada”.
“La guerra nos deshumaniza. Las víctimas nos merecemos todo porque vivimos los avatares de la guerra”, indicó Édgar Bermúdez, expolicía con discapacidad por mina antipersonal
