De Zonas Veredales a Espacios Territoriales de Reincorporación
Las nuevas figuras jurídicas serán escenario para que los excombatientes de las Farc reciban capacitaciones por parte del Estado y sigan así su tránsito hacia la vida civil.
Finalizado el proceso de extracción de todas las armas en las 27 zonas y puntos transitorios de normalización por parte de la ONU, estos territorios ahora pasan a convertirse en Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación en donde los excombatientes de las Farc continuarán su proceso de reinserción a la vida civil. Así las cosas, allí podrán realizar cursos que dictará el Sena, así como también empezarán a recibir las dos medidas económicas que se establecieron en el Acuerdo de paz.
Por un lado, la asignación única de normalización, que se trata de los dos millones que recibirá cada miembro de las Farc por una sola vez para iniciar algún proyecto productivo. Y, por otro, la renta básica que recibirán por un período de 24 meses, y que equivale al 90% del salario mínimo legal vigente. Los nuevos espacios de reincorporación se caracterizarán por no tener elementos bélicos de las Farc, pues quienes allí habiten ya serán civiles desarmados. La Fuerza Pública, por su parte, diseñó varias estrategias con las que hará presencia en esos territorios de forma que se garantice la seguridad y la sana convivencia en los mismos. También se prevé que otras instituciones del Estado colombiano, como por ejemplo la Defensoría del Pueblo o la Fiscalía General de la Nación, acompañen el salto a la vida civil de los exguerrilleros.
Las Zonas Veredales y los Puntos Transitorios de Normalización fueron los espacios geográficos que se escogieron para que los guerrilleros se concentraran e hicieran dejación de su armamento, una vez se firmara el Acuerdo de paz.
Hoy en día, al haberse terminado el proceso de extracción del armamento por parte de la ONU, las zonas pasan a convertirse en Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación en donde los excombatientes continuarán su tránsito a la vida civil.
Cabe recordar que la decisión de que las zonas verdales se convirtieran en estos espacios no estaba contemplada de manera explícita en el Acuerdo de paz, sino que fue algo que se decidió en la marcha de la implementación.
Así las cosas, el 30 de mayo de este año, la Comisión de Seguimiento, Impulso y Verificación a la Implementación del Acuerdo Final, que fue el organismo creado por el pacto para hacerle vigilancia a la forma como se desarrollaba lo pactado (y que está integrado por miembros tanto del Gobierno como de las Farc), informó que las zonas se convertirían en espacios de reincorporación.
El argumento dado por la Comisión para esa conversión fue el siguiente: “Si ya se hizo la entrega de armas, lo mejor es que el proceso de reinserción a la vida civil empiece ahí mismo. No sería lógico que los exguerrilleros, ya sin armas, se movilizaran a otros lugares”.
En su momento, la ubicación, el tamaño y la cantidad de esas zonas no dejaron de causar polémica entre los sectores sociales y políticos del país.
Los detractores del Acuerdo afirmaron que se podía estar repitiendo la historia del Cagúan, cuando en medio del proceso de paz con el Gobierno de Andrés Pastrana las Farc obtuvieron una zona de distención de 42.000 kilómetros cuadrados en los que, de acuerdo con lo pactado en ese entonces, el Ejército no podía entrar.
La administración del presidente Santos, sin embargo, afirmó que “las zonas veredales no tendrían el mismo carácter, pues físicamente serían espacios más reducidos”.
Por otra parte, el Acuerdo estableció toda una serie de reglas de funcionamiento y de seguridad al interior y exterior de las zonas, con las que se garantizó que no hubiera riesgo alguno para la población civil circundante ni para los mismos guerrilleros.
Por esta razón, fue aquí donde se puso a prueba el cese al fuego.
Según el documento del Acuerdo, el Ejército tenía que hacer presencia a cierta distancia de los puntos para garantizar que las cosas estuvieran bajo control, y los guerrilleros debían comprometerse a no salir sin autorización y sin armas.
No obstante, en el trasegar de estas zonas, hubo ocasiones en las que esas reglas se violaron tanto por la guerrilla como por el Gobierno. Unas veces de manera leve, y otras de forma severa.
Uno de los principales cambios que ahora tendrán los Espacios de Capacitación y Reincorporación es que se configurarán en espacios libres de arsenal bélico, en la medida que quienes allí residan ya no serán guerrilleros, sino civiles sin armas.
Por lo tanto, las Fuerzas Militares, que antes tenían restringido el acceso a las zonas verdales hasta cierto punto, ahora podrán acceder a los campamentos para poder ejercer autoridad y labores de seguridad.
De acuerdo con el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, “el papel que cumplirá la Policía Nacional en el proceso de estabilización y desarrollo de los territorios será fundamental, razón por la cual, por lo menos durante tres años, en las veredas y municipios que acogieron a las zonas veredales habrá presencia de 40 uniformados de la policía para fortalecer la prevención y convivencia de los ciudadanos”.
Según explicó Villegas, los policías que estén presentes en estas veredas contarán con capacidades y especialidades que antes, en muchos casos, no tenían, como investigación para servicio de la justicia, niñez y adolescencia, e inclusive turismo en algunas zonas.
Así mismo, con el propósito de mejorar la seguridad en las regiones, la Policía creó un Cuerpo Élite especializado que se encarga de enfrentar a las redes del crimen organizado, apoyando al mismo tiempo las labores de consolidación territorial y priorizando la seguridad de los defensores de derechos humanos y líderes sociales.
Ese cuerpo élite tendrá 1.088 policías, encabezados por 120 expertos en investigación criminal y 40 analistas, los cuales liderarán un modelo investigativo integral alineado con la Fiscalía General de la Nación.
“Desde el punto de vista militar hemos hecho una clasificación de las regiones en donde deben hacer mayor presencia las Fuerzas Militares, además de la presencia universal de la fuerza policial”, indicó Villegas.
Y puntualizó: “Hemos dividido a las regiones en niveles de complejidad alto, medio y bajo, en las que se estimaron factores como la presencia de crimen organizado, Eln, crimen residual organizado de las Farc o de alguna otra amenaza que puede ser medioambiental, si es que hay necesidad de proteger la cercanía a un parque natural”.
Carpas Azules
Otro de los elementos importantes que ahora tendrán estos Espacios de Reincorporación, son las denominadas ‘Carpas Azules’, donde habrá funcionarios de entidades como la Defensoría del Pueblo, la Fiscalía, militares y policías.
Según explicó Carlos Córdoba, gerente de las zonas veredales, “la idea es acercar a las comunidades un espacio en el que puedan hacer trámites por temas de convivencia, un lugar donde puedan, por ejemplo, denunciar temas de tierras o de relación con los vecinos”.
Otra de las características de los nuevos espacios es que no tendrán menores de edad en su interior. Este martes también se cumplió el plazo para que las Farc entregaran al resto de menores de edad que estaban en sus filas.
Por último, la comunidad y los gobiernos locales podrán hacer uso de estos espacios. Por tanto, se crearán manuales en los que se acordará qué espacio va a utilizar cada uno. “Queremos integrar a la guerrilla y evitar que las Zonas Veredales se conviertan en un gueto”, afirmó Córdoba.
El presidente Juan Manuel Santos señaló que las Farc deben entregar el listado de bienes que tengan en su poder, tras cumplirse el proceso de desarme efectuado ayer.
“Ellos van a entregar un listado, el día de hoy tienen que entregarlo. También tienen que entregar los niños. Eso es parte de los acuerdos”, manifestó el jefe de Estado.
En días pasados, el ministro de Justicia, Enrique Gil Botero, le pidió a la Corte Constitucional que avalara el decreto ley 903 de 2017 sobre los bienes de las Farc al estimar que es “una bandera del Gobierno Nacional en defensa de las víctimas del conflicto armado”.
“La entrega de los bienes por parte de las Farc para la reparación de las víctimas se ajusta a sentencias que señalan que la obligación de reparar corresponder, en primer lugar, a los responsables”, señaló.
El ministro del Interior, Guillermo Rivera, reveló que junto a la entrega de las últimas armas por parte de las Farc, el Gobierno recibirá alrededor de 53 menores de edad quienes hacían parte de esa organización.
“No puedo confirmar la cifra, pero son cerca de 53 menores los que van a entregar. Hasta el momento hemos recibido 88”, expresó el ministro en Blu Radio.
Los menores que van a ser entregados hoy están en el rango de 15 y 18 años de edad. “Luego de que estos niños sean recibidos por el Estado se pasa a hacer una ruta de atención para restablecerles sus derechos”, agregó Rivera.
El ministro aclaró que debido a la edad promedio de este grupo, va a ser más difícil ubicarlos con sus familias. “Hay algunos que tienen parejas, niñas embarazadas o con hijos. En estos casos también les damos la oportunidad de entrar a los programas de reincorporación con lo demás exguerrilleros”.
En días pasados, alias Pastor Alape, resaltó en todo caso que “las Farc le están jugando limpio al país”, y añadió que en cambio el gobierno no lo ha hecho así y prueba de ello, destacó, es que nunca terminó de construir los campamentos en las zonas veredales.
